Pedagogia

PEDAGOGÍA, EDUCACION FÍSICA Y DEPORTE

Carlos Bolívar Bonilla Baquero

En la pretensión de transcender el empirismo que nos ha caracterizado, merece especial atención el estudio de las relaciones conceptuales entre Educación Física (E.F) y Deporte, a la luz de la pedagogía, si en verdad nos asiste el interés por comprender, cientifizar y transformar nuestra práctica profesional.

Partimos de una consideración elemental y básica: los licenciados en E.F. hemos sido formados como profesionales de la educación; por lo tanto, sobre educación es que deberíamos en principio poseer una sólida estructuración teórica e investigativa, que nos permitiera sustentar y desarrollar nuestra actividad laboral; esto es, intentar hacer pedagogía, en el entendimiento de que la pedagogía es la ciencia social que tiene justamente por objeto el estudio de la educación. Objeto que tiene que abordarse en su doble dimensión dialéctica: - como fenómeno macroestructural, de carácter histórico – social, y, como el fenómeno microinstitucional, de enseñanza – aprendizaje. Evidentemente la educación no puede ser estudiada exclusivamente como un fenómeno académico delimitado por el aula clase, ni tampoco, como exclusivo fenómeno sociológico; la escuela está enmarcada y caracterizada por la organización social, económica y política de un país, es cierto, pero estas características socioeconómicas no agotan todo el estudio de la educación, pues lo que ocurre en el aula de clase requiere también de estudio detallado, por su especificidad y por ciertos espacios de autonomía relativa y de resistencia que ella ofrece al entorno socioeconómico. Tal como lo afirman algunos autores (1) “así pues, se parte de la constatación de que la educación por su misma esencia comparte o participa del carácter histórico del hombre entendido en su ser social, es decir, en relación con los otros hombres en el seno de una formación social. O sea, la práctica educativa está determinada históricamente. El análisis pedagógico debe tener en cuenta este entrecruzamiento de la educación con el acontecer histórico social” (Bedoya – Gómez 1999).

Corresponde pues a la pedagogía, investigar, comprender, explicar y orientar lo que ocurre en el aula de clase en relación con lo que ocurre en el entorno social al que pertenece dicha aula: labor que indudablemente requiere de un enfoque integral e interdisciplinario del fenómeno educativo. Porque creemos que todo educador debe poseer una teoría pedagógica que respalde su práctica profesional, el que nos resistimos a aceptar, que en la actualidad, la única “teoría” esgrimida por los Edufísico sea la inmediatamente ligada a la técnica y a la táctica deportiva: reglamentos, fundamentos, sistemas de juego, destrezas, etc… Por el contrario creemos que una necesidad apremiante para recuperar nuestra condición de educadores, es el estudio de lo educativo, empezando por la concepción de la educación, para inscribir allí una determinada y consecuente concepción de E.F. que entre otras cosas, ubique el papel del deporte.

Nosotros creemos que la educación, además de ser un fenómeno socio - histórico, es un proceso que acompaña la vida del hombre; contradictorio, en el que interactúa la tradición con la innovación, tornándose así, unas veces un proceso predominante conservador, y otras, predominantemente innovador, dependiendo de complejos factores socioculturales, y a veces, hasta de factores personales de los propios educandos y educadores. No aceptamos que la educación sea un proceso exclusivamente reproductor, de las condiciones imperantes, ni exclusivamente transformador, la educación es: (2) “una práctica inherente a todo proceso civilizador, sus finalidades pueden ser implícitas o explícitas y se refieren a la vez a la perpetuación de una tradición establecida y a la posibilidad de un futuro diferente. La educación plantea siempre un conflicto entre la necesaria integración a una sociedad establecida y el desarrollo pleno del yo” (Ardoino - Pansza, 1987)

Compartimos igualmente que la educación no puede ser confundida con la instrucción, en este sentido la educación debe apuntar a una formación lo más amplia e integral posible, del educando: para lo cual debe tener siempre presente al menos cuatro grandes aspiraciones:

• Los valores sociales: como por ejemplo la solidaridad y la convivencia pacífica

• Los valores personales: como por ejemplo la creatividad y la disciplina de trabajo

• Los fundamentos científicos: como por ejemplo las bases de matemáticas, física, química, etc..

• La instrucción técnica: como por ejemplo las habilidades y destrezas laborales y/o deportivas.

Corresponde a todo educador el esfuerzo por esclarecer la integración de las anteriores cuatro aspiraciones con su disciplina específica de trabajo; para nuestro caso, la E.F. no puede seguir limitada a la aspiración exclusiva de la instrucción técnica, (deportiva) por esto hay que, en concordancia con Lo planteado, redefinirla. En este trabajo la concebimos de la siguiente manera: la E.F. es una disciplina pedagógica, cuya misión central es la de contribuir a la formación del hombre desde su campo especifico, la motricidad humana. La motricidad que debe ser estudiada en dos grandes sentidos, como factor de desarrollo evolutivo y como medio de expresión y comunicación socio – cultural. Todo profesor de E.F., además de su concepción sobre educción, debería ser un estudioso del papel que desempeña la motricidad en el desarrollo evolutivo del hombre, para poder reconocer en sus educandos las diferencias o necesidades de movimiento en cada etapa de su vida; para poder igualmente, estructurar curricularmente sus programas de trabajo, en consonancia con dichas características de desarrollo. Complementariamente, el profesor de E.F. debería estudiar la motricidad como medio de comunicación y expresión, personal y social, en el entendimiento de que a mayores y mejores posibilidades de comunicación, mejores niveles de entendimiento y convivencia; el Edufísico debería enriquecer el potencial de expresión corporal efectivo y lúdico, mediante sus actividades programáticas, como por ejemplo el juego, el baile y la dramaturgia. Si esta visión panorámica y de conjunto, sobre la E.F., que integra su misión con su objeto de estudio se llegase a perder, se habrá perdido también su esencia pedagógica.

Con base en lo expuesto es que podemos hacer nuestra una reconocida y vieja afirmación, según la cual, los ejercicios, el juego, el deporte y tantas otras actividades de la E.F. son medios de educación y no su fin último. Cuando el edufísico pierde de vista toda esta reflexión pedagógica, que hasta aquí se ha hecho, reduce la

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