Plan De Once años

El Plan De Once Años

Introducción:

Dentro de la materia desarrollo histórico de México hemos visto cambios significativos dentro de la educación. En este respecto en el país en el año 1958 se comenzó a tratar de resolver los problemas de rezago educativo específicamente en la educación básica. En este documento me referiré al periodo ya mencionado de once años iniciativa de Jaime Torres Bodet. Que en fragmento de sus memorias en donde menciona la necesidad de crear un plan que mejoraría las condiciones de la escuela primaria principalmente, y posteriormente la secundaria pues en este proceso se verían y cubrirían las necesidades de infraestructura para la continuación de los alumnos egresados. Aunque no se contemplo cubrir totalmente esta necesidad pues en ese momento la necesidad se encontraba como ya mencionamos en la primaria pues esa era la prioridad. A continuación presentare algunos datos sobre el debate y las instancias que intervienen directa e indirectamente en este plan.

Desarrollo

Ante la imposibilidad de formular un plan general que abarcara todos los ciclos del sistema educativo, se decidió atacar el problema desde sus inicios. La Comisión presentó una propuesta: el Plan Nacional de Expansión y Mejoramiento de la Enseñanza Primaria cuyo propósito era garantizar, en un plazo de once años, la enseñanza básica a todos los niños entre los 6 y los 14 años que tuvieran posibilidad de asistir a la escuela y no la recibieran por falta de aulas, de maestros o por cualquiera otra razón sea económica o social.

La realización de este proyecto implicaba dos acciones complementarias. Aumentar en todos los rincones del país las oportunidades de ingresar al sistema educativo y tuviesen la oportunidad de esta de tal suerte que en un lapso de once años, pudieran ofrecerse las instalaciones y servicios necesarios para satisfacer la demanda real existente en todos los grados escolares. Así, El Plan de Once Años representó el primer intento en México por planificar la educación a largo plazo.

Este proyecto no era la solución definitiva a la demanda de la educación primaria pero era una determinación realista aunque también más difícil de precisar pues el crecimiento demográfico era alto. Algunos datos podían obtenerse con mayor facilidad y precisión; podía conocerse la demanda escolar insatisfecha hasta el momento, pero en cambio se planteaban otras posibles consecuencias imposibles de concretar cómo serian las demandas futuras: el probable incremento anual de la población escolar hasta 1970, los coeficientes de deserción escolar, de repetición de año. Tampoco era fácil prevenir la reinscripción para determinados ciclos de aquellos alumnos que habían abandonado las aulas por falta de las escuelas. El planteamiento se volvía aún más complejo ante varios factores que obedecían a causas de pobreza cuya solución escapaba a la parte académica o escolar.

Las autoridades estaban conscientes de que aún proporcionando los maestros y aulas estas necesidades no se podrían cubrir, en poco tiempo, los índices de deserción ante las graves carencias económicas de muchas familias. Ciertamente el proyecto, a pesar de haber analizado múltiples factores, había partido de una base poco confiable. Sin embargo, Torres Bodet había decidido seguir adelante, pues como él mismo señala en sus Memorias.

En diciembre de 1958, Adolfo López Mateos, asumió el poder. El sistema político mexicano se encontraba establecido. El país había logrado un crecimiento económico que se reflejaba en un importante desarrollo industrial. En parte esto generaba la necesidad de crear gente capacitada para cubrir las necesidades laborales del país. Sin embargo, junto este progreso, el panorama educativo era desalentador. La explosión demográfica había adquirido proporciones sorprendentes y el presupuesto del Estado, no permitía dar los servicios que la población requería a la velocidad del crecimiento poblacional. Ante estas crecientes exigencias, los esfuerzos de gobernantes y educadores habían quedado rezagados: el analfabetismo ascendía al 38%, el número de escuelas seguía siendo insuficiente y cada año, cerca de tres millones de niños en edad escolar quedaban sin escuela. Esto generaba descontentó en la población.

Desde el inicio de su gestión, el Presidente Mateos advirtió que la educación pública sería una de las prioridades de su gobierno. El nuevo proyecto educativo buscaba adaptarse a las necesidades del desarrollo económico del país que demandaba un número creciente de técnicos y obreros calificados.

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