Porque Los Argentinos Estamos Como Estamos??

Cuando el Imperio Español quedó acéfalo por la captura del rey Fernando VII a manos de Napoleón en 1808, los criollos del Virreinato del Río de la Plata aprovecharon la oportunidad para poner en marcha su proyecto independentista. Pero debieron hacerlo cautelosamente, para evitar la previsible reacción de los monárquicos. A partir de la Revolución de Mayo de

1810 proclamaron entonces que asumían el poder en nombre de Fernando y

sólo hasta que cesara su prisión.

Como el propósito real de los patriotas argentinos era conquistar la independencia que se animarían a proclamar abiertamente en 1816, hasta ese momento se pusieron lo que dio en llamarse "la máscara de Fernando". Esta fue la primera vez que los argentinos se pusieron una máscara. La primera, pero no la última. Los argentinos hemos heredado de España esta profunda dualidad entre lo que se anuncia y lo que se hace, entre la máscara y el rostro.

Además porque, si analizamos el tortuoso camino hacia la organización nacional, podemos observar que entre 1816 y 1820 es una etapa en la que se viven profundas crisis de tipo político – territorial, provocadas por las fuerzas encontradas de Bs. As. y los caudillos. Lo que impide la organización nacional en esos años no fue la existencia de estos conflictos solamente, sino la incapacidad de acordar mecanismos para saldarlos pacíficamente. Ello explica la continua sucesión de normas y gobiernos de corta duración, hasta desembocar en una guerra civil feroz y prolongada. La oposición de las provincias a los intentos de organización originados en el gobierno central se acentuó en esa época, con lo cual la autoridad nacional desapareció y solo quedaron en pie los gobiernos provinciales.

Se tardan mas de 40 años en dictar la Constitución y cuando se hace, es sin la representación porteña y tras una secesión de hecho (Bs. As. vs. La Confederación, secesión que duró más de 10 años). La unificación vendría luego de Pavón, donde Mitre vence a Urquiza, convencido este último que la Confederación podría doblegar a Bs. As. y que, es mejor salvar el orden constitucional.

El país se unificaba bajo el liderazgo porteño y se iniciaba un proceso que terminaría por aniquilar cualquier rebeldía territorial en beneficio de una autoridad centralizada y nacional.

Entre 1820 y 1880, se produce crecimiento económico, el más vertiginoso fue protagonizado por Bs As. que se transformó en el principal distrito ganadero y , concentró los intercambios comerciales con el exterior. Esta expansión obedece a varios factores: unificación política del país, la incorporación a la producción de considerables extensiones de tierra; luego de las campañas de exterminio contra las tribus indígenas de la Pampa, la Patagonia y el Chaco, la llegada masiva de inmigrantes europeos y la construcción del sistema ferroviario, que unió las regiones productoras a los centros de exportación. La Argentina contaba con ventajas comparativas que le permitían incorporarse rápidamente al nuevo contexto mundial. Pero para ello se necesitaba un Estado unificado, acabar con la existencia del las aduanas provinciales que impedían la construcción de un gran mercado. La construcción del Estado nacional fue decisiva para la implementación de una legislación sobre tierras, apoyadas en principios liberales, donde la propiedad privada y la libre iniciativa de los empresarios fueran pilares fundamentales. El gobierno intentó normar la vida social dentro de un marco jurídico liberal, con el objetivo de crear una sociedad y un Estado modernos, acordes con el principio que proclamaba la libertad del individuo mediante el goce de una serie de derechos, especialmente el de la propiedad privada. Los principios liberales se plasmaron, en constituciones y códigos.

Entre 1850 y 1860 se producen cambios en la vida económica del Interior, hay dos modelos productivos exitosos: uno con eje en Tucumán y otro con eje en Mendoza.

Desde el punto de vista político entre 1862 y 1880 se suceden las presidencias de Mitre, Sarmiento y Avellaneda, cuyos objetivos fueron resolver la integridad territorial (asociada con la necesidad de instaurar una autoridad fuerte que fuera reconocido como legitima en todo el territorio y poner fin a los levantamientos de los caudillos provinciales que se resistían a la perdida de la autonomía y se oponían al centralismo porteño), la unidad nacional (crear un sentimiento de pertenencia y lazos comunes entre la población) y la construcción de un régimen político (lograr la estabilidad política y reglar las relaciones entre los gobernantes y gobernados, es decir sentar las bases del funcionamiento institucional y la forma de elección de las autoridades).

En 1880, llega al gobierno Julio A. Roca, durante su gestión se consolidó el Estado Nacional y, bajo el lema “Paz y Administración”, se inició un período de gran estabilidad política y crecimiento económico. La “Generación del 80, eran miembros de una elite política intelectual inspirados en el ideario del liberalismo económico, estaban convencidos de que la Argentina debía transitar por el camino del “progreso” y eso significaba modernización, desarrollo urbano, construcción de vías férreas, inversión de capitales extranjeros, incorporación de inmigración extranjera y extensión de la educación a toda la población. Tenían una concepción elitista del ejercicio del poder político, consideraban que sólo los “más capaces”, “los notables” tenían el derecho de dedicarse a la política, el resto podía gozar de los derechos que le otorgaba la Constitución Nacional. Se instaló un modelo que los cientistas sociales denominaban la “república mixta”, relativamente abierta y democrática en el plano social y restrictiva en lo político. Aunque no podría faltar la práctica del fraude electoral, los acuerdos con distintas facciones de la oposición ofreciendo cargos políticos y las intervenciones del gobierno federal, con el objeto de asegurarse la lealtad política de las provincias, todo esto fueron resortes fundamentales para esta verdadera oligarquía se mantuviera en el poder tanto tiempo. (Práctica muy común en la argentina de hoy)

Desde lo económico se desarrolló el modelo agro exportador, ubicándose la Argentina entre los países líderes. Entre 1856 y 1916, llegan los inmigrantes con la expectativa de “hacerse la América”. Los problemas asociados con la vivienda y la salud pública, como los conflictos laborales, dan origen a la llamada cuestión social.

A comienzos del siglo XX, una generación de escritores nacionalistas ponen en tela de juicio el modelo liberal y también se forman los partidos opositores como el partido socialista y la U:C:R., (con gran capacidad para captar el apoyo de los sectores

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