Psicolingüística
Enviado por bhjgjhbjhnj • 30 de Septiembre de 2014 • 1.947 Palabras (8 Páginas) • 201 Visitas
ran la competencia comunicativa de las personas. Esta competencia (lingüística, discursiva, semiológica, estratégica, sociocultural...) es entendida,
desde la antigua retórica hasta los enfoques pragmáticos y sociolingüísticos más recientes, como la capacidad cultural de oyentes y hablantes reales
para comprender y producir enunciados adecuados a intenciones diversas de
comunicación en comunidades de habla concretas.
Intervenir en un debate; escribir un informe, resumir un texto, entender
lo que se lee, expresar de forma' adecuada las ideas, sentimientos o fantasías, disfrutar de la lectura, saber cómo se construye una noticia, conversar de manera apropiada, descubrir el universo ético que connota un
anuncio o conocer los modos discursivos que hacen posible la manipulación informativa en tele-visión: he aquí algunas de las habilidades expresivas y comprensivas que hemos de 'aprender en nuestras sociedades si
deseamos participar de una manera eficaz y crítica en los intercambios
verbales y no verbales que caracterizan la comunicación humana.
Diversas investigaciones psicológicas han subrayado la escasa utilidad de
una enseñanza de los contenidos educativos ajena a los esquemas que
rigen el pensamiento, el conocimiento cultural, la acción y la interpretación de los es- colares. Por ello, el aprendizaje sólo será funcional si parte del nivel de desarrollo de los alumnos y si, en consecuencia, tiene en
cuenta lo que en cada momento san capaces de hacer y de aprender. Si
no es así, éstos se limitarán a memorizar de forma mecánica un enunciado o una fórmula sin que la apropiación temporal de esas nociones se
inscriba de forma duradera y ,significativa en sus acciones futuras. De ahí que sea preciso concebir los saberes culturales, y los contenidos escolares, no sólo como conceptos, hechos o principios que nos hablan de las personas, de los objetos o del entorno físico y social, sino también cómo un
repertorio de procedimientos que nos permite actuar sobre las personas o
sobre los objetos, dominar métodos de observación de la realidad, poner
en juego estrategias de consulta y resolución de problemas e interpretar
de forma crítica los modos culturales en que se articula la organización
de la sociedad.
Por lo que se refiere a la enseñanza de la lengua, la psicolingüística de
orientación cognitiva ha demostrado que el aprendizaje de la comunicación sólo es posible en consecuencia si se construye a partir del capital
comunicativo que los alumnos y las alumnas ya poseen y si tiene en,
cuenta lo que en cada momento son capaces de hacer, decir y entender.
Por ello, los contenidos de la enseñanza de la lengua no sólo han de en-
tenderse como un conjunto de saberes lingüísticos (conceptos gramaticales y hechos literarios), sino sobre todo como un repertorio de procedimientos expresivos y comprensivos (un saber hacer cosas con las palabras, un
saber decir, un saber entender) orientado a afianzar y fomentar las competencias discursivas de los aprendices, sin olvidar la conveniencia de enseñar
los valores que hacen posible la adquisición escolar, de actitudes críticas ante los prejuicios lingüísticos, ante los usos discriminatorios del lenguaje y
ante las diversas estrategias de manipulación y persuasión utilizadas en
los intercambios comunicativos.
En definitiva, de lo que se trata es de mejorar el uso de esa herramienta
de comunicación y de representación que es el lenguaje y de contribuir
desde el aula al dominio de las destrezas comunicativas más habituales
(escuchar, hablar; leer y escribir) en la vida de las personas. En consecuencia, si estamos de acuerdo en estas intenciones, los contenidos, los
métodos, las tareas de aprendizaje y los criterios de evaluación del área
deberían subordinarse a las finalidades comunicativas que el sistema educativo -y el conjunto de la sociedad- encomienda a quienes enseñamos
lengua y literatura.
Parece evidente que un enfoque comunicativo y funcional como el adoptado ahora para la enseñanza de la lengua y de la literatura exige una lectura crítica de las tradiciones disciplinares y didácticas (ligadas a la teoría
gramatical, a los estructuralismos, al formalismo literario y a la psicología
conductista) en las que nos hemos formado la mayoría de quienes enseñamos lengua y literatura en las aulas de la educación primaria y secundaria, y un mayor énfasis en un trabajo escolar en torno a tareas cuya finalidad sea el dominio de la variedad de usos verbales y no verbales que las
personas ponen en juego en las diversas situaciones de la comunicación
humana.
En las últimas décadas, la evolución de las ciencias del lenguaje se orienta
dada vez más al análisis de las formas discursivas que encarnan los usos
comunicativos, a la consideración de las variables culturales que condicionan y de- terminan el significado social de esos usos y al conocimiento de los procesos cognitivos implicados en la comprensión y producción de los mensajes. Un vasto paisaje disciplinar -desde la pragmática
hasta la lingüística del texto, desde la retórica hasta la semiótica textual y
literaria, desde las sociolingüísticas hasta la psicolingüística de orientación
cognitiva, desde la teoría de la recepción hasta el análisis del discurso-,
aparece ante nuestros ojos como una perspectiva sugerente ,y útil a la
hora de acercarse al estudio del uso comunicativo de las personas y, por
tanto, a la hora de programar acciones didácticas orientadas a afianzar y
mejorar la competencia comunicativa de los alumnos y de las alumnas.
El camino es, sin embargo, largo y erizado de dificultades para quienes
enseñamos lengua y literatura desde unos saberes teóricos y desde unas
destrezas prácticas vinculadas a una formación inicial y a una práctica
profesional que no siempre -justo es reconocerlo- han ido en la dirección
ahora indicada. En este contexto de cambio educativo y con la pretensión de comenzar a desbrozar esta largo y sinuosa andadura presentamos
un conjunto de propuestas de trabajo y de experiencias: de aula que tienen en común la voluntad de sus autores y autoras por encontrar nuevos
rumbos por los que pueda transitar una enseñanza de la lengua y de la
literatura orientada al aprendizaje de la comunicación.
REFLEXIONES SOBRE LA ENSEÑANZA DE LA LENGUA DESDE LA PSICOLINGÜÍSTICA
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