TRANSFORMACIONES EDUCATIVAS EN LA EDUCACIÓN ECUATORIANA

TRANSFORMACIONES EDUCATIVAS EN LA EDUCACIÓN ECUATORIANA

“Mientras más auténticos seamos y más nos acomodemos a los tiempos que corren, más capacitados estaremos para liderar mejor la transformación de nuestras organizaciones”

La educación ecuatoriana desde el inicio de la república en 1830 ha sufrido una serie de cambios, todos ellos queriendo incorporar a más seres humanos a una instrucción educativa; no fue hasta que La Revolución Liberal ecuatoriana de 1895 había conseguido institucionalizar un sistema público de enseñanza cuya característica más señalada fue la de la secularización. Esta secularización de la enseñanza, junto a la de otros servicios públicos, formaba parte de las necesidades de afianzar al Estado frente a la poderosa influencia que la Iglesia católica había ejercido a lo largo de todo el siglo XIX, así como de crear una identidad nacional no vinculada a los valores religiosos imperantes en la sociedad ecuatoriana. El laicismo, término con el que se denomina desde entonces la política educativa liberal, se constituyó en un elemento sustancial de secularización de la sociedad, de nacionalización y de consenso.

Las nuevas generaciones están viendo un mundo que sus mayores no conocieron ni podrán ya conocer (con el espíritu del joven) (Salgado p.21) así la formación de maestros instaurada a principios del siglo XX, con la creación de colegios normales, fue la solución idónea para tener una educación de calidad, en su tiempo; pero, al pasar los años esta solución fue decayendo, incluso las distintas reformas educativas a lo largo del siglo XX no mejoraron la calidad educativa, al contrario la empeoraron, el estado en su fin de “mejorar la calidad educativa” cerraron colegios normales, abrieron institutos normales, cerraron institutos normales crearon institutos pedagógicos, pero en el fondo se mantenía la misma mediocridad de la formación docente, incluso la muy noble función docente en la década de los 90 fue considerada como un oficio o profesión de relleno.

Siempre hubo un desfase entre como aprendían para ser maestros y como enseñaban cuando ya eran profesores, convirtiéndose en un circulo sin fin que se sigue repitiendo hasta nuestros días, pues se sigue “enseñando” de acuerdo a como “aprendieron”; es decir, se sigue repitiendo hasta el cansancio temas y contenidos que son impartidos por el Ministerio de Educación, aplicando métodos, técnicas estrategias, recursos y mas, solo para cumplir con una obligación, y no para poder elevar la calidad educativa; el maestro perdió la esencia de ser educador y líder nato, y se convirtió en un mero espectador y en un burócrata que está más comprometido con su salario que con mejorar el nivel educativo

La educación dejó de ser una política de desarrollo y se ha convertido en una política de compensación social para los pobres, esta es la visión de los últimos mandatarios que han pasado por el Palacio de Carondelet, de ahí su mala calidad. Con ello se desvalorizó socialmente la tarea a los maestros, a lo que se suma la falta de motivación de éstos para el trabajo

El Estado como ente y a la cabeza el Ministerio de Educación eran quienes impartía esas reformas de gobierno, pero que no tenían secuencia y continuidad, pues esas cambios duraban cuatro años, así un estudiante podían sufrir tres reformas educativas a los largo de su educación básica y bachillerato y que ningún bien lo hacía, y todos aquellos trámites que establecía la legislación educativa estaba centralizado, lleno de trabas y burocracia que entorpecían el desenvolvimiento eficaz de todos aquellos asuntos relacionados con la educación y que en parte podrían contribuir a mejorar la educación

Pese a los grandes esfuerzos que ha realizado el Ministerio de Educación para fortalecer la educación fiscal se sigue con la escuela tradicional, la misma que ya no provoca resultados significativos, en vista que dicho modelo se ha agotado y es momento de empezar a trabajar en el diseño y ejecución de un nuevo modelo de educación que signifique un cambio profundo del sistema educativo ecuatoriano, para impulsar así el desarrollo de la nueva educación en el país y construir un paradigma de escuelas del futuro.

Estamos viviendo grandes cambios en el orbe mundial que inciden de una u otra forma en la necesidad de transformación del modelo tradicional de desarrollo que nos empuja a identificar salidas a la problemática de retraso que vive la sociedad ecuatoriana y supone las necesidades de formación y realización humana para lo cual se encarga a la educación como el eje de transformación para el bienestar de la población ecuatoriana.

Barreno expresa.“También en Ecuador emprendió reformas educativas. Desde

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