Cap. II Procesos De Mejora

Cómo mejorar los centros educativos

¿Qué sabemos sobre los procesos de mejora?

Antonio Bolívar

El intento de planificar los cambios es un juego sin sentido, porque la realidad –bajo condiciones de complejidad dinámica- es fundamentalmente no lineal. La mayor parte de los cambios no es planificable (Fullan; 1993,138).

¿Que sabemos sobre los procesos de mejora?

Se entiende por mejora al tener claro los conceptos –reforma, innovación, cambio- que están en relación y se compone de una a otra.

Todos estos comparten –connotativamente- el concepto de percepción de “novedad” para las potenciales personas afectadas por el cambio, y de una cierta “alteración” cualitativa del estado previo existente, ya sea a nivel de estructura organizativa o curriculum, a nivel de centro o aula.

Las reformas suelen quedarse en cambios formales, a nivel de estructura superficial o externa, suelen tener un origen político/gubernamental, planificado a nivel central o externo a los centros, las innovaciones suelen generarse desde instancias bases (centros, grupo, movimientos, asociaciones profesionales, profesores individuales).

Es así reflejo de cómo se reformo la Ley del ISSSTE, como una forma de estabilizar el costo del profesorado próximos a jubilar, ya que a periodos más largos esta ley permitirá amortiguar el seguro de los trabajadores.

Fullan (1987) ha señalado tres factores nucleares necesarios para hablar de una innovación/ mejora:

1. Uso de nuevos recursos instructivos o materiales curriculares (tales como contenidos, orden secuencial, recursos utilizados, etc.)

2. Nuevas prácticas o acciones por los agentes que intervienen en el cambio, tales como estrategias de enseñanza, cambios organizativos en el medio escolar o en los papeles de los agentes.

3. Cambios en las creencias y acciones que subyacen en los programas, lo que exige un conocimiento y comprensión de los presupuestos de la innovación, una internalización positiva del nuevo marco conceptual y un compromiso para llevarlo a cabo.

Estos tres tienen interrelaciones y se puede decir que es una innovación plena si solo es utilizado uno de ellos, aunque el primer aspecto es considerado más visible. La puesta en práctica de un cambio consiste en alteraciones de las practicas vigentes por unas nuevas o revisadas (potencialmente implican materiales, enseñanza y creencias), en orden a lograr ciertos resultados deseados en los alumnos” (Fullan; 1987, 198).

La mejora de la escuela no se sitúa tanto en implementar eficiente y fielmente el diseño curricular elaborado e implantado externamente, cuando en el compromiso compartido, en contextos reflexivos de deliberación educativa, sobre lo que vale la pena enseñar y sobre el mejor modo en que los alumnos lo deban

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