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MEXICO Y SU FRONTERA NORTE

Cuando el gobierno entro en las negociaciones que condujeron al TLCAN, algunos miembros de la elite intelectual del país, para retener el control de su destino, así como para conservar su propia identidad cultural como pueblo. Uno de los factores de esa tenacidad consiste, sin duda, en la formación histórica del pueblo mexicano. A diferencia de Canadá y Estados Unidos, sociedades basadas en patrones o modelos esencialmente europeos, en México se formo una identidad cultural nacional distinta de la europea en términos de raza, religión, idioma, fuertemente arraigada a las antiguas civilizaciones indígenas de Mesoamérica.

El proceso del mestizaje continuo a lo largo de los periodos colonial e independiente entre los pueblos indígenas de los territorios adquiridos en el Nuevo Mundo, los españoles que colonizaron estas regiones inmensas y los negros introducidos como esclavos a las colonias hispanoamericanas.

Las luchas del pueblo mexicano contra España, Estados Unidos y Francia tuvieron como consecuencia el surgimiento, entre los ciudadanos que combatían con los colonialistas y agresores, de un sentido de comunidad más amplio de lo que se había conocido hasta entonces, y que fue fortalecido por la creación de un grupo de héroes nacionales a quienes pudieron contemplar con orgullo común.

El desarrollo de los ferrocarriles y otras innovaciones en las comunicaciones durante el porfiriato (1876-1911) contribuyeron a la superación de los obstáculos geográficos y brindaron al país toda una red de servicios que impulso e incremento el nacionalismo, sobre todo a partir de 1910.

México comenzó a ser sujeto de las fuerzas de la modernización hacia finales del siglo XIX y principios del XX. Los medios de comunicación masivos ( el cine, la radio, la televisión, las revistas, los periódicos) también sirven como instrumentos poderosos a través de los cuales se propaga y difunde entre los mexicanos el mensaje consumista de las empresas trasnacionales, así como las ideas y el estilo de vida de los estadounidenses.

La región fronteriza del norte.

La región fronteriza del norte ha construido una fuente de preocupación constante para el gobierno central. Dos acontecimientos decisivos al respecto fueron la rebelión de Texas de 1835-1836, que termino en la independencia de esta provincia y su posterior anexión a Estados Unidos diez años mas tarde (1845), y la guerra entre México y Estados Unidos de 1846-1848 que tuvo como consecuencia la cesión de más de la mitad del territorio nacional a Estados Unidos como parte de los términos del Tratado de Guadalupe Hidalgo, firmado el 2 de febrero de 1848, el cual puso fin al conflicto.

El número de inmigrantes mexicanos gradualmente aumento, para 1900, los mexicanos se encontraban desempeñando labores no solo como trabajadores en la agricultura y los ferrocarriles, sino también en una variedad de ocupaciones urbanas: tronquistas, albañiles en construcción de edificios y casas, integrantes en equipo de mantenimiento de caminos y rutas de tranvía, jardineros, porteros, mensajeros y repartidores de productos, etc.

A partir de los años treinta, el gobierno mexicano intento estimular el desarrollo económico e industrial de las áreas fronterizas por medio de varios programas. Uno de estos fue el de “perímetros libres” que fueron creados para las regiones de Tijuana y Mexicali,

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