El libro “La Paradoja”

El libro “La Paradoja” cuenta la historia de John, un hombre casado, un ejecutivo que creía tener éxito en todos los aspectos de su vida, pero cada vez se sentía mas presionado por que no estaba cumpliendo con las necesidades ni con su familia ni con el trabajo, en contra de su voluntad acepta ir por una semana a un retiro en un monasterio en USA, y allí se da cuenta de que va a recibir unas lección de un monje Simeón quien fue leyenda en el mundo de las finanzas quien admiraba y que un día desapareció.

Simeón cuyo verdadero nombre era Leonard Hoffman había sido un exitoso líder empresario. El nombre Simeón coincida con el nombre que venía persiguiendo a John desde su nacimiento, ya que, en su bautismo, confirmación, y en su matrimonio lo había escuchado en los versículos que le leían los pastores, y hasta en sus sueños alguien le decía Encuentra a Simeón, encuentra a Simeón y escúchalo.

En el primer día de clases, John conoce a sus seis (6) compañeros, profesionales muy diferentes, pero tenían en común su puesto de liderazgo en sus organizaciones.

Simeón aclara en clase dos conceptos que la mayoría de las personas confunde que son el poder y la autoridad; el poder es la capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que éste, aunque preferiría no hacerla, haga tu voluntad debido a tu posición o tu fuerza, mientras que la autoridad es el arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que tú quieres debido a tu influencia personal. Ningún buen líder puede dirigir basándose solo en el poder.

Otra enseñanza de Simeón es que usualmente se cree que el jefe de la empresa es el responsable de que todo funcione, sin embargo con un poco de reflexión podemos ver que en realidad quien lleva la empresa al éxito, son los empleados, ya que ellos son quienes poseen más contacto con el cliente, por lo que si los empleados no hacen bien su trabajo la empresa se desploma, y para que los empleados hagan bien su trabajo debe de haber alguien detrás que les de lo que necesitan para trabajar.

El modelo de liderazgo que nos enseña Simeón que lo primero de un líder es la voluntad, luego sigue es el amor; este no se refiere a un amor fraternal, sino que viene del griego agápe que habla del comportamiento con los demás, ya que uno no nace siendo un líder, lo que hace a una persona un líder es comportarse correctamente con los demás, tratar a todas las personas con respeto ya que todas las personas son importantes. El amor como agápe habla de ciertos valores como son la paciencia, la humildad, el respeto, la indulgencia, el compromiso entre otros, que llevan a las personas a sentirse valoradas y a la vez te da autoridad ya que se desarrolla un respeto mutuo. Otro paso de un líder es el servicio y el sacrificio, que implica que uno debe de servir a los demás, ayudando a que satisfagan sus necesidades y debe anteponer las necesidades de los demás ante las propias. Cuando

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