La Autoridad Pedagogica
Enviado por duranayala • 5 de Mayo de 2014 • 1.551 Palabras (7 Páginas) • 415 Visitas
Escuela normal “Ignacio Manuel Altamirano”
Duran Ayala Víctor Manuel
Lectura: la autoridad (pedagógica en cuestión) una crítica al concepto de autoridad en tiempos de transformación.
Greco, Beatriz
Autoridad e igualdad:
Paradojas de un ejercicio en tiempos de transformación.
Si la autoridad que era ya no es, si su eficacia se desvanece, su reconocimiento no viene dado y es dificultoso “encarnarla”, se hace necesario disponerse al trabajo e interrogar los escenarios sociales que estamos habitando hoy.
El descubrimiento de una autoridad pedagógica que se ejerce en condiciones de igualdad.
El Maestro Ignorante es un texto de crítica al concepto de autoridad en sí mismo, de crítica a toda posición de maestro fundada en el saber.
Jacotot sugiere que el maestro retire su inteligencia del juego y deje hacer a la inteligencia de los alumnos su propio trabajo, en soledad.
Desigualdad en un triple sentido: primero porque la razón pedagógica moderna divide las inteligencias en dos tipos: la empírica y la inteligencia sistemática de los sabios
En su segundo sentido, la razón pedagógica es una lógica vertical que se opone a lo horizontal de los aprendizajes entre pares que trabajan comparando lo que ignoran con lo que saben.
En su tercer sentido: todo este proceso lleva tiempo y un orden detallado y determinado en ese tiempo que la razón pedagógica determina por fuera de las temporalidades subjetivas.
Jacotot invierte el sentido de la disociación: el maestro ignorante no ejerce ninguna relación de inteligencia a inteligencia. Él es solamente una autoridad, solamente una voluntad que dirige al ignorante para que haga su camino, para que ponga en marcha la capacidad que ya posee.
¿Un maestro ignorante?
Si las inteligencias son iguales, no haría falta un maestro; si éste es ignorante, no tendría nada para enseñar; si la atadura a la inteligencia del maestro destruye la inteligencia del alumno, habría que prescindir del lugar del maestro; y si el alumno hace al maestro, es que éste no tiene existencia por sí mismo.
El maestro ignorante “trabaja” de maestro: habla, relata, dice su pensamiento, narra su aventura, ordena actividades, propone tareas, ofrece un objeto: un libro con el que relacionar todo lo demás, se hace presente ante el alumno con su palabra, sus preguntas, su deseo, su ignorancia, su camino recorrido, sus propios interrogantes genuinamente postulados, su propia emancipación.
El maestro ignorante enseña sin explicaciones, sin indicaciones sobre las palabras que el alumno deberá decir ni el lugar en que deben ser colocadas, sin el despliegue de la inteligencia del maestro, pero con insistencia en la necesidad de que el alumno realice su trabajo intelectual, que no descanse perezosamente en la inteligencia del maestro sino que otorgue a su propia inteligencia toda las posibilidades de desplegarse.
La autoridad pedagógica organiza un campo de trabajo donde enseñanza yconvivencia no se separan y esto se alcanza rechazando ocupar lugares de saber-poder, pero dando cuenta de su relación con el conocimiento e invitando a los otros a hacerlo.
Para reformular el lugar de autoridad en este sentido es necesario abrir un espacio diferente al lugar del alumno sin negar el del maestro, trabajarlo, construirlo en conjunto, instituir un modo participativo de su pensamiento, a partir de la relación que se establece.
La voz del maestro no debe extinguirse y, sobretodo en estos tiempos, su desafío es sostenerla para sostener la de otros.
Autoridad: un modo de pensar y actuar, una relación con uno mismo.
Aperturas hacia lo político.
Lo escandaloso de lo político implica que éste es del orden de un acontecimiento que rechaza el orden habitual, dejará al alumno solo con su experiencia y con su libro, le transmitirá su voluntad pero no su inteligencia o su saber.
Las fuentes de inspiración para Ranciere: Jacotot. La cuestión del autodidactismo en las clases pobres y la ruptura del ciclo de las noches y los días.
Una distancia que separa y jerarquiza inteligencias e instala formas de desigualdad a través de lo que ciertas partes de la sociedad pueden decir y hacer con valor de verdad en relación a otras partes de la sociedad cuya palabra no “dice” nada y cuyas actividades son consideradas inferiores o sin valor.
Es el principio jacotista del aprender el que habla de una genuina experiencia del conocer, la que se abre paso en medio de un mundo infantil o adulto signado por la repetición y el trabajo esforzado.
Acerca de traducciones y experiencias con la palabra: el anti-método jacotista.
El aprendizaje del alumno no puede ser controlado.Un maestro sólo puede escuchar su pensamiento y confiar en él forzando cada vez el trabajo ofreciendo una “cosa en común”, el libro, y esperando una oportunidad para dartestimonio con su palabra.
La relación pedagógica emancipadora se establece en estos términos: la instrucción no proviene del maestro, es un trabajo del alumno efectuado desde su lugar de “igual”.
El anti-método jacotista elude las visiones simplistas del sujeto, y acepta la complejidad
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