Niebla.
Enviado por 2pVilla7 • 30 de Mayo de 2013 • Trabajo • 8.052 Palabras (33 Páginas) • 310 Visitas
INTRODUCCIÓN
El libro que voy a comenzar a leer se llama “NIEBLA”, este es el tercer libro que leo en total.
Es mi tercer libro porque yo no acostumbro mucho leer, y pues la verdad yo considero que la lectura es la fuente de la inteligencia, y es el instrumento utilizado por las personas cultas para tener un extenso vocabulario y una muy buena facilidad de la palabra ante un público, al igual para expresarse al momento de realizar cualquier escrito o al hacer una exposición.
Yo considero que la lectura no es aburrida, como lo consideran otras personas, porque si tú imaginas todo lo que vas leyendo y te involucras y le pones interés, la lectura se te hará fascinante y te comenzaras a encantar. Aunque el libro sea el más aburrido o algo malo si tu imaginas los escenarios que vas leyendo en el libro, al poco tiempo se te hará interesante y comenzaras a saber en que terminara cada capítulo o cada historia, hasta que sin darte cuenta, haz finalizado el libro, del cual no tenías ni interés de saber de qué trataba y pensabas y decías que era aburrido y malo.
Aunque este libro, al inicio no lo iba a leer, porque ya había decidido leer otro libro, pero el otro libro “LA ODISEA” no lo encontré y ya era necesario que comenzara a leer el libro.
Y la verdad yo pensé lo mismo, con solo el titulo me di una idea de que este libro sería muy aburrido y no tendría nada de interesante, pero como dicen no hay que catalogar o hablar sobre algo solo por su portada, si no hay que conocer y saber de qué trata.
I
Comienza con Don Augusto Pérez, un hombre singular y cotidiano, que un día de lluvia sale a la calle para pasear, y diciendo Don Augusto: las cosas son perfectas y hermosas sin usarse y el uso las arruina. Al momento de salir de su casa se “pregunta y ahora hacia donde iré” esperando que algún perro pasara, pero en ese momento pasa una mujer, en la que se fija y la sigue hasta llegar a su casa y la mujer antes de entrar se da cuenta que Don Augusto la venia siguiendo. En la puerta se encuentra la portera del edificio llamada Margarita. Don Augusto, había quedado fascinado al ver aquella hermosa mujer, y le preguntó a Margarita todo lo que pudo sobre la vida de la mujer, y ella respondió: su nombre es Eugenia Domingo del Arco, es maestra de piano, vive con sus tíos, porque es huérfana de padre y madre y vive en la avenida de la Alameda, nº 58, después de la información que le da la portera, Don Augusto le da “un duro” y se va de aquella casa. Después de un rato la lluvia se detiene y él guarda su paraguas, y se dirige al parque, todo el rato piensa en la hermosa mujer. Para que no se le olvide el nombre de la hermosa mujer lo apunta y dice una frase: “NO METAS EN LA CABEZA LO QUE PUEDES METER EN TU BOLSILLO, PERO NO METAS EN TU BOLSILLO LO QUE PUEDES METER EN TU CABEZA”. Y apunta “Eugenia Domingo del Arco” y abajo del nombre apunta “DE LA CUNA NOS VIENES LA TRISTEZA Y TAMBIEN DE LA CUNA LA ALEGRIA”, se levanta y se dirige hacia su casa.
II
Augusto volvió a su casa y su criado Domingo le abre la puerta, él que lo llama señorito. Augusto vive solo con dos criados, hace 6 meses perdió a su anciana madre. Toda la mañana estuvo en su gabinete donde no paro de pensar a la mujer en la que se había fijado: cómo se llamarían sus hijos de apellido, cómo harían la boda, y demás cosas. Se quedó dormido y lo despertó su criado a la hora que estaba hecho el almuerzo. Al terminar, se sentó en una mecedora y se fumó un puro y estuvo pensando en su amada, al momento que le regreso la inspiración y se dirigió a su gabinete para comenzar a escribir una carta a la mujer que todavía no conocía. Cuando termino de escribir aquella carta, Augusto se dirigió hacia la Avenida donde vivía Eugenia y se cruzó con ella sin darse cuenta, aunque ella sí se fijó en él. Mientras iba caminando le agradecía a Dios por haberle mandado una casa en la cual rondar y a la cual dirigirse, Augusto siguió su camino que se dirigió al portal de Eugenia, donde se volvió a encontrar con Margarita, le dije: Que le entregara esa carta a Eugenia en sus manos, le pregunto que si estaba Eugenia, Margarita contesto: Que acababa de salir, él pregunto que si tenía novio y la criada contesto: Tiene un aspirante a novio o pretendiente o eso creo y él contesto: Porque no me dijiste antes, y concluyo diciendo, Lucharemos, Lucharemos. Y le da a la portera otro duro y se va al casino donde ya lo esperaba su amigo Víctor para jugar ajedrez.
III
Augusto se dirige al casino donde ya estaba su amigo Víctor y comienzan a jugar como siempre. Pero hoy, no es un día normal, porque Augusto se distrae pensando en Eugenia y muchas cosas más, mientras juegan ajedrez. Augusto es un filósofo conspicuo, que le gusta mucho el ajedrez y el maestro de su amigo Víctor, su amigo le dice que está más distraído de lo normal, y le pregunta qué le pasa. Augusto le cuenta sobre la mujer que vio y siguió, que llamo su atención, pero que él ni siquiera conoce. Y Augusto le dice su nombre y su dirección, su amigo le contesta: La pianista Eugenita. Al momento que la partida se termina con victoria de Víctor, porque Augusto estaba distraído pensando en su amor.
IV
Augusto regresa a su casa pensando sobre los diminutivos, porque son usados y la niebla del amor, y de tanto estar pensando llega a una conclusión de que la vida es una niebla y que no se conoce nada que no se haya querido antes. Y antes de llegar a su destino, nuevamente se topa con Eugenia y por ir tan distraído no la observa y por fin llega a casa, se mete en su cuarto y empezó a pensar sobre el matrimonio entre Eugenia y él.
Casi todas las noches Augusto jugaba una partida al tute con su sirviente Domingo y esta noche no fue la excepción. Durante la mitad de la partida, Augusto, se sintió incomodo por la mirada de la mujer de su criado (la cocinera Liduvina), y el comenzó a preguntarle le acerca de su matrimonio, y analizando todo lo que sus criados le dijeron pensó que es más fácil casarse que ser casado. Y después de mencionar el matrimonio Augusto recordó las palabras que le dijo su madre en sus últimos días, que él trajera a casa una mujer que viviera con él y supiera llevar bien los negocios de la casa, porque el muy pronto se quedaría solo. Y les comenzó a hablar a sus criados sobre su amada Eugenia, les contó que sabía tocar el piano y ellos le interrogaron que para que servía eso, y al momento de decirles su nombre y su dirección resulto que era conocida también por su cocinera Liduvina y estuvo pensando y pensando, diciendo que todo el mundo la conocía menos él. Y ya cuando estaba preparándose para dormir estuvo diciendo que necesitaba y quería soñar con su hermosa y amada Eugenia.
V
Antes de despertar Augusto
...