POR QUÉ EDUCAR

ESCUELA DE EDUCACIÓN

MENCIÓN: BIOLOGÍA Y QUÍMICA

ASIGNATURA: Filosofía de la Educación

PROFESOR: Vicente Barberá

ESTUDIANTE: Terán Nelly

ENSAYO: ¿Para qué y por qué educar?

Si entendemos la educación como el proceso activo que conlleva a la formación del sujeto, su desarrollo pleno y la formación de su capacidad crítica para conducirse en la sociedad, definitivamente, las respuestas a los planteamientos iniciales no sería algo sencillo de deducir. Sobre todo, si intentamos darle respuesta partiendo de lo considerado actualmente en el sistema educativo venezolano, que a pesar de tener a mi juicio, sus aciertos, en muchos aspectos, no se corresponde con la realidad de nuestra sociedad.

Por lo general, cuando se intenta puntualizar en las fallas o los supuestos responsables de las debilidades notables e innegables de la educación en Venezuela, surgen numerosas críticas que nos alejan de la posible solución. Por tanto, lejos de encontrar las excusas perfectas, este trabajo busca emitir un juicio y un análisis propio acerca de lo que debería perseguir un educador, especialmente, uno que más allá de las barreras propias del sistema, de la crisis de valores en la familia y en la sociedad, busque contagiar a sus estudiantes con las ansias del saber, que a través de su propio ejemplo le ayude a resolver situaciones cotidianas y que a partir de las herramientas básicas necesarias le muestre cómo participar en la transformación de esta sociedad en una mucho más humana, más justa, más solidaria y siempre libre.

Con esto, se quiere dar a entender que el fin básico de la educación pudiera estar guiado por tres ejes complementarios y fundamentales: el conocimiento, el aspecto afectivo y la conducta como resultado de lo aprendido.

¿Para qué educar? Fernando Savater, en su libro El valor de educar, propone que “el primer objetivo de la educación consiste en hacernos conscientes de la realidad de nuestros semejantes”. Pudiera entenderse entonces, que la socialización, el contacto con los otros, el reconocimiento del otro, es lo que finalmente hará significativo lo que aprendemos.

En este sentido, es importante que el educador a través de sus estrategias de enseñanza promueva en los estudiantes la necesidad de reconocer que no somos únicos, que son nuestras acciones las que finalmente nos permitirán tener un espacio en la sociedad y que las mismas estarán determinadas de forma especial por lo que hemos aprendido. Parafraseando a Savater, los seres humanos se corresponden a esa clasificación debido a sus características genéticas, pero la “humanidad” solo se logra a través de la educación y la convivencia social.

Entonces, los educadores tenemos por delante un gran reto que debe atender necesariamente a la transformación social. Si partimos del hecho de que vivimos en una sociedad democrática, es necesario aclarar que todos los ciudadanos tenemos responsabilidades y tareas que cumplir, por lo que intentar buscar culpables o criticar sin hacer propuestas en cuanto a lo que deberíamos cambiar respecto a la educación debe ya pasar a otro nivel. Ahora, se trata de asumir responsablemente nuestros roles y desde la familia, la comunidad y la escuela, propiciar un punto de encuentro que nos permita la formación de ciudadanos justos. Por supuesto, asumiendo que como en toda sociedad democrática, el estado debería garantizar este derecho y ajustar a la realidad social cualquier intervención, que más allá de responder a lineamientos o visiones políticas o partidistas, respondan a la necesaria transformación de la sociedad.

De tal manera, que la educación en cualquier nivel debe estar guiada a alcanzar el desarrollo pleno de la personalidad que le permita a su vez al individuo perfeccionar su naturaleza humana para trascender su propia realidad y sea capaz de reconocer y respetar la realidad de su entorno.

¿Por qué educar? José Francisco Juárez en su libro Educar es la respuesta manifiesta que “la educación tiene como meta la plena realización del sujeto, pero como es una actividad humana, que abarca tanto la dimensión individual

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