Educar

El siguiente documento sistematiza el trabajo de la iniciativa "Elige Educar", que constituye un intento por revertir los bajos niveles de valoración social de los profesionales de la educación en Chile. Para esto, enuncia datos del contexto que permiten entender su justificación y explica, en términos generales, su acción.

Asimismo, revisa con especial énfasis el trabajo que Elige Educar ha desarrollado con una serie de universidades, tanto en la atracción de estudiantes talentosos por medio de becas, como por la campana de comunicaciones que desarrolla el programa. Finalmente da cuenta de los primeros avances y concluye dando a conocer los desafíos de la iniciativa en términos de su trabajo con las facultades de educación.

Palabras clave: profesores, valoración social, formación inicial docente, efectividad docente.

ABSTRACT

This document systematizes the work of the public private initiative "Elige Educar" (Choose teaching), which constitutes an innovative social entrepreneurship aimed to reverse the low levels of social valuation of teachers in Chile. To that end, it sets a context for understanding the rationale and explains its action in general terms.

Likewise, it specially reviews the work Elige Educar has developed with a number of Universities, both in attracting talented students through scholarships and through communications campaigns developed by the initiative.

Finally, it presents challenges in terms of work in schools of education of different Universities.

Keywords: teachers, social valuation, teacher initial training, teacher effectiveness.

1. Introducción y antecedentes

Existe consenso entre los investigadores en educación acerca de la importancia que tiene un profesor de alto desempeno en los resultados académicos de sus estudiantes. El famoso informe McKinsey enunciaba en el año 2007 que "el techo de un sistema educativo es la calidad de sus profesores". Esta afirmación refleja la importancia que ha tomado el "factor docente" en el debate acerca de las vías para el mejoramiento de la calidad de la educación y senala el desafío de mejorar el desempeno de los docentes al interior de las salas de clases (Barber y Mourshed, 2007).

En el mundo de la investigación educativa no hay consenso acerca de las características que hacen que un profesor sea efectivo. No obstante, se ha demostrado que elevados resultados académicos o alto logro en las pruebas de ingreso a la universidad son características que se asocian de forma decidida con un buen desempeno en los procesos de ensenanza-aprendizaje (Goldhaber, 2008). Siguiendo esta lógica, países como Singapur, Corea del Sur y Finlandia, que permanentemente figuran entre los primeros puestos de pruebas estandarizadas internacionales, están reclutando a sus futuros docentes desde el tercio superior de cada generación, procurando seleccionar a los más aptos (Auguste, Kihn y Miller, 2010).

La evidencia internacional indica que los componentes críticos que atraerIan a las personas con mejores resultados académicos a la docencia serIan la valoración social de la profesión y la obtención de una buena recompensa económica, al inicio y durante el ejercicio de la carrera (Bellei y Valenzuela, 2010). En la realidad nacional la profesión docente está desvalorizada y las debilitadas condiciones salariales y laborales incidirIan en que estudiantes de elevado desempeno académico no quieran desarrollarse profesionalmente en esta área.

2. Valoración social de los profesores

Diversos estudios dan cuenta de una baja valoración social de la profesión docente. Encuestas de percepción realizadas por Adimark GfK y Elige Educar dan como resultado que en diciembre de 2011 solo 35% de la población consideraba que "el nivel de los docentes en Chile es cada vez mejor", y 24% consideraba que "los profesores en Chile son respetados"2. Asimismo, un estudio realizado a jóvenes de tercero y cuarto medio, provenientes de los colegios con mejores puntajes promedio en la Prueba de Selección Universitaria, PSU, de la Región Metropolitana, arroja que el 66% de ellos sitúa a pedagogía como una de las tres carreras con menor prestigio. Junto con ello, solo 22% considera que "es un orgullo ser profesor en Chile" y solo 15% cree que "el nivel de los profesores es cada vez mejor" (BID y Elige Educar, 2011).

Sumado a lo anterior, la encuesta "La profesión docente en Chile: polIticas, prácticas y proyecciones" entrega como resultado que cerca del 80% de los profesores declara que el estatus de su profesión es medio o bajo (Ávalos y Sevilla, 2010). Asimismo, la "VIII Encuesta a Actores del Sistema Educativo 2010" da cuenta que el 83,3% está de acuerdo con que en los últimos 30 años ha existido una desvalorización social progresiva de la profesión docente, y solo 22,3% de los profesores estima que la sociedad valora sinceramente su profesión (CIDE, 2011).

Existen diversos elementos asociados a la profesión que afectarían la baja valoración social observada: la calidad de formación inicial, las remuneraciones y las condiciones laborales (Cabezas y Claro, 2011).

Respecto de la formación inicial docente se ha observado, entre 1999 y 2009, un aumento del 349% de la matrIcula en carreras de educación (Mineduc, 2011), Según diversos análisis, esto habría incidido en la calidad de los postulantes que ingresan a dichas carreras, por una creciente flexibilización en los puntajes de corte3 (Scheele y Brunner, 2009; Bellei y Valenzuela, 2010). Por otra parte, son las carreras que logran menos años de acreditación (55% tienen acreditación por tres años o menos) en comparación con otras áreas (Panel de Expertos, 2010).

Los resultados de las pruebas internacionales y nacionales también son indicadores de la calidad de la formación inicial docente. La prueba INICIA 2010 arroja que los egresados de pedagogía responden, en promedio, 46% de respuestas correctas en la prueba de conocimientos pedagógicos y solo 1% responde más del 75% de la prueba correctamente. Por su parte, el estudio TEDS-M de la IEA, que evalúa en el ámbito internacional la formación de los docentes de matemática, arrojó que los futuros profesores del primer ciclo básico en Chile se ubican en el lugar 15 (de 16 países evaluados) y los de segundo ciclo básico en el último lugar (Babcock et al., 2010).

En cuanto a las remuneraciones y estructura de incentivos de los profesores, se observa que sus salarios, a pesar de que se han triplicado desde 1990 a la fecha, se mantienen significativamente

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