COABORACION EN LA ORGANIZACION ESTRATEGICA
Enviado por mairim • 23 de Febrero de 2014 • 3.841 Palabras (16 Páginas) • 462 Visitas
Colaboración en la Direcc ión Estratégica
¿Cómo la Gerencia Moderna
Logra el Éxito Organizacional?
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Salvador T. Porras Duarte y José R. Morales Calderón
Núm. 32, Julio/Diciembre 2007
1. Globalización y organizaciones en el
nuevo milenio
De acuerdo con Etzioni (1979) vivimos en una
sociedad organizacional1 ya que todo individuo
pasa la mayor parte de su tiempo en ellas; la escuela,
el trabajo, donde compramos los productos
que necesitamos para vivir, donde solicitamos
servicios, donde nos divertimos, etcétera. En la
actualidad las organizaciones son los centros fundamentales
para el desarrollo de actividades y
el logro de los objetivos de los seres humanos.
Se puede afirmar que el mundo está dominado
por las poderosas organizaciones multinacionales
que están presentes en la mayor parte del mundo
(Clegg 2007, Hertz 2002).
En el mundo globalizado2 en el que nos encontramos,
las organizaciones requieren obtener
el máximo de beneficios de sus relaciones. La
globalización relaciona e involucra tanto a pernovación,
financiamiento o acceso a mercados
mediante una estrategia que les permitirá seguir
creciendo, y eso se logra por medio de la
colaboración. Varias son las formas de colaboración
organizacional entre las que se pueden
mencionar las alianzas estratégicas, las aventuras
conjuntas, y las redes organizacionales (networks),
que consisten en acuerdos por medio
de los cuales dos o más organizaciones trabajan
mediante mecanismos de confianza, comunicación
y compromiso mutuo, con el objeto
de lograr resultados que de manera individual
no pudieran obtener. Las redes pueden ser duraderas
y ofrecen ventajas para las organizaciones
que en ellas participan, entre otras, la
reducción de riesgos y costos.
En este artículo hablaremos de la dirección
estratégica, asì como de la necesidad que tienen
las organizaciones de colaborar para poder
sobrevivir en un mundo complejo y cada día
más demandante.
Se puede afirmar que el mundo está dominado por las poderosas organizaciones multinacionales que están presentes en la
mayor parte del mundo.
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Colaboración en la dirección estratégica..., pp. 11-20
sonas –en su carácter de particulares– como a
estados, sociedades, y organizaciones, de esta
manera describe un poder oculto que mueve al
mundo y determina nuestra vida de la misma
forma en que nos domina cada vez más. Clegg
(2007:133) considera que la globalización es la
integración mundial de las interacciones organizacionales
de manera virtual en todas las esferas;
igual afirma que la globalización abarca cuatro
actores clave, así como los flujos entre ellos:
las Naciones-Estado, el sistema mundial, las personas
y la humanidad; los cuales están ligados en
circuitos de produc- ción y consumo organizacional.
Asimismo señala que la globalización trajo
consigo una nueva división internacional del trabajo,
y un nuevo sistema financiero internacional,
en donde el tiempo deja de tener importancia y
cada vez más, en paradoja, el espacio es más
importante. Por ello, la triada conformada por
Londres, Nueva York, y Tokio hoy día representa
centros mundiales de negocios. La nueva división
del trabajo se convirtió en global, al comprimir y
fragmentar tanto el espacio como la distancia, de
manera tal, que no sólo la producción sino que
diversas organizaciones de servicios de negocios
se ubicaron en lugares remotos, lo cual produjo
gran incertidumbre y complejidad en el mundo,
en los inicios de éste siglo.3
Esta idea está planteada, en el libro de Jowitt
(1993), The New World Disorder. El Nuevo
Desorden Mundial, el cual señala, que a lo largo
de la era moderna nos habituamos a la idea, de
que el orden equivale a ejercer el control. Y, éste
postulado de ejercer el control, es lo que más se
extraña, porque la imagen del desorden global
refleja, más bien, la nueva conciencia de la naturaleza
esencial y contingente de las cosas que
antes parecían estar controladas o, al menos, ser
controlables desde el punto de vista técnico.
Contradictoriamente, en la globalización el
mundo ya no presenta el aspecto de una totalidad,
más bien semeja un campo de fuerzas dispersas
y desiguales que se cristalizan, en lugares
difíciles de prever, y adquieren un impulso que
nadie sabe cómo detener. La globalización, en
su significado más profundo, expresa el carácter
indeterminado, ingobernable y autopropulsado
de los asuntos mundiales, es decir, la ausencia de
un centro, una oficina de control, un directorio, o
una gerencia general. Esta nueva economía global
a nivel mundial, es capitalista, todo el planeta
es capitalista o depende, en gran medida, de los
procesos económicos capitalistas (Castells 2001:
81).
La globalización está definida por la integración
de la tecnología y los mercados desregulados.
La sustentan los sistemas de información y
comunicación, asì como la facilidad de transportar
todo tipo de mercancías. En ese sentido, los
actores activos del proceso de globalización son
las organizaciones involucradas en intercambios
internacionales que implican inversión, comercio,
y la colaboración para el desarrollo de productos,
producción, aprovisionamiento y marketing. Por
tal razón, las actividades internacionales posibilitan
la entrada de empresas a nuevos mercados,
explotan las ventajas tecnológicas y organizacionales,
así como la disminución de costos y riesgos.
Como señala Castells, en el nuevo mundo
global la productividad y la competitividad son
en general, una función de la producción de conocimiento
y el tratamiento de la información; las
empresas y los territorios se organizan en redes
de producción, gestión y distribución; las actividades
mundiales tienen carácter mundial, es decir,
poseen la capacidad de funcionar como una
unidad en tiempo real, o en un tiempo escogido,
a escala planetaria
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