Competitividad e infraestructura estrategica
Enviado por heidyjml • 24 de Noviembre de 2015 • Informe • 2.899 Palabras (12 Páginas) • 124 Visitas
Competitividad e infraestructura estratégica
En este campo el gobierno confía en que el principal esfuerzo financiero provenga del sector privado. De los 189 billones de pesos que se le destinarán, 121 tendrán que provenir de la inversión privada. El artículo 37 del Plan estimula la asociación público privada (APP), que sería el mecanismo idóneo para que los particulares participen de la inversión en infraestructura. Sin duda, el progresivo reconocimiento de la importancia de la infraestructura es un paso adelante, pero todavía el ritmo de inversiones es muy lento y el gobierno sigue esperando la iniciativa privada, en lugar de movilizar directamente los recursos existentes (ahorro de los fondos de pensiones, reservas, regalías, etc.).
OBJETIVOS
- La infraestructura para la competitividad y el bienestar social es una de las cinco prioridades establecidas en el Noveno Aumento General de Recursos (GCI-9) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)1 para alcanzar los objetivos generales del BID de reducir la pobreza y la desigualdad y promover el crecimiento sostenible2 .
- 1.2 El objetivo de esta estrategia es guiar las actividades futuras del Banco para acompañar a los países de la región en el proceso de adopción de una nueva visión, en la cual la infraestructura se planifica, se construye y se mantiene para proveer servicios de adecuada calidad que promuevan el crecimiento sostenible e inclusivo. Esta nueva visión de la infraestructura incorpora como pilares fundamentales la sostenibilidad ambiental, social y fiscal, y reconoce que es necesario expandir enfoques multisectoriales que permitan aprovechar las sinergias entre los sectores de infraestructura.
- 1.3 Esta estrategia propone que el BID continúe otorgando financiamiento y asistencia técnica para que la infraestructura contribuya a incrementar la competitividad, provea acceso y fomente la integración regional y global, en un contexto donde se deben maximizar las oportunidades para la contribución del financiamiento privado a fin de cerrar las brechas existentes en la cantidad y calidad de la infraestructura de América Latina y el Caribe (ALC). Los proyectos se diseñarán e implementarán concibiendo a la infraestructura como un activo que debe ser gestionado y mantenido apropiadamente, que incorpore las sinergias multisectoriales y que responda a la demanda creciente por una infraestructura social y ambientalmente sostenible. Figura 1: Objetivo y áreas prioritarias de la estrategia 1 Documento AB-2764. 2 La elaboración de la Estrategia de Infraestructura para la Competitividad del BID es un compromiso determinado en el Documento GN-2670-1 (septiembre, 2012) que establece el marco de los instrumentos normativos que rigen la labor operativa del BID a fin de adecuarlos para cumplir con los mandatos emanados del GCI-9. 2
- 1.4 La estrategia identifica las tendencias esperadas para la infraestructura en la región y su impacto en las necesidades de inversión, examina la participación del BID en el financiamiento de infraestructura en ALC, analiza las fortalezas, desafíos y oportunidades y describe las áreas prioritarias de intervención del BID. Se espera que la estrategia oriente los esfuerzos del BID para fortalecer y consolidar sus capacidades y ventajas comparativas, con el objeto de responder y generar valor a la creciente demanda de financiamiento de infraestructura que recibe.
- 1.5 Debido a la amplia diversidad que presentan las características de los subsectores de infraestructura3 , esta estrategia se concentrará en las prioridades de intervención que son de naturaleza común a todos los subsectores. La relación entre la problemática multisectorial y los temas emergentes y prioritarios particulares de cada subsector serán desarrollados en los Documentos de Marco Sectorial que serán presentados a consideración del Directorio entre 2013 y 20154 .
MOTIVACIÓN: LA INFRAESTRUCTURA COMO MOTOR DEL DESARROLLO SOSTENIBLE
2.1 La infraestructura es un pilar fundamental de la sociedad moderna. Su adecuada dotación y administración posibilita el desarrollo económico, genera crecimiento, aumenta la competitividad y la productividad, y con ello la inserción de las economías en el mundo, ayuda a la cohesión territorial y permite mejorar la calidad de vida y la inclusión social.
2.2 La inversión en infraestructura fomenta el crecimiento económico. Así lo demuestran la investigación teórica reciente y la evidencia para ALC, donde se comprueba una relación positiva entre crecimiento e inversión en infraestructura5 (véase gráfico 1). La infraestructura impacta en el crecimiento mejorando la productividad de la economía, disminuyendo los costos de producción, ayudando a diversificar la estructura productiva, y generando empleo a través de la demanda de los bienes y servicios utilizados en su provisión. A medida que las economías van alcanzando mayores niveles de desarrollo y su dotación de infraestructura crece, los retornos a la infraestructura aumentan, con lo cual se crea un círculo virtuoso. Este fenómeno se explica porque la infraestructura provee servicios en red. Así, cuando se construye una nueva línea de metro se produce una importante reducción de los tiempos de viaje de los nuevos usuarios, ya que se les brinda acceso a la red de metro, pero también se beneficia a los usuarios existentes al ofrecerles más opciones de destinos. Lo mismo ocurre cuando una nueva línea de transmisión eléctrica permite conectar nuevas fuentes de energía con destinos lejanos de la red, optimizando el balance de oferta y demanda eléctrica, incorporando nuevos consumidores y mejorando la calidad del servicio de los existentes. En las 3 Para los propósitos de esta estrategia y de acuerdo con el Documento AB-2764, los subsectores de infraestructura son: transporte, energía, agua y saneamiento, riego y telecomunicaciones. 4 El Documento GN-2670-1 presenta el cronograma de preparación de los Documentos de Marco Sectorial y detalla su estructura. 5 La misma relación se observa en otras regiones en desarrollo. Véase Esfahani y Ramírez (2003), Calderón y Servén (2003, 2010) para América Latina y África, o Lin y Doemland (2012) para Asia. Para una discusión de la modelización teórica del impacto de la infraestructura en el crecimiento véase Agénor (2013). 3 economías más avanzadas, en las cuales las redes se han completado, la inversión en infraestructura tiene menores retornos. Este estadio de la infraestructura está aún lejos de alcanzarse en ALC, que es una región muy diversa en su dotación y calidad de la infraestructura.
2.3 La infraestructura permite incrementar la competitividad de las economías y maximizar sus ventajas comparativas. Para las empresas, los servicios de infraestructura constituyen un insumo para la producción. Por ello, el acceso y disponibilidad a servicios de adecuada calidad y a costos razonables son vitales para la competitividad de las empresas. Así, el suministro confiable de energía permite una planificación adecuada de los procesos de producción y reduce los costos ocasionados por la adquisición de auto generadores que compensan los cortes imprevistos. A su vez, una adecuada disponibilidad de modos de transporte e instalaciones multimodales permiten optimizar la ubicación de los centros de producción y distribución, con lo cual se minimizan los costos logísticos. Investigaciones realizadas por el BID (Mesquita Moreira et al, 2012) muestran que las reducciones en el costo de transporte aumentan sensiblemente las exportaciones: en Chile y Perú una reducción del 1% en los costos de transporte permitiría incrementar las exportaciones de las regiones más alejadas en un 4% - 5%, mientras que en Colombia una disminución del 10% en los costos de transporte aumentaría las exportaciones en un 5% - 7%. 2.4 El impacto sobre la productividad de las empresas y la competitividad de la economía ha sido el principal foco de análisis de la infraestructura. El rol fundamental que desempeña la infraestructura para el incremento de la productividad queda en evidencia cuando se miden las consecuencias ocasionadas por la provisión de servicios de calidad deficiente. Cálculos recientes (Banco Mundial, 2012b) muestran que las pérdidas por cortes de electricidad alcanzaron los US$68.000 millones en América Latina en 2012, con una incidencia mayor en Centroamérica, donde representaron pérdidas del 1,5% del total de ventas de las empresas, y menor en el Caribe (0,5% de las ventas). Montos similares se producen por escasez e interrupciones en la provisión de agua, mientras que las pérdidas por roturas y deterioro en el transporte de mercancías superaron los US$70.000 millones en 2012. En la esfera rural, la provisión de sistemas de irrigación es uno de los mecanismos más efectivos para incrementar la productividad de unidades agrícolas (Foster et. al., 2011).
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