VOLUCIÓN DEL DESARROLLO ORGANIZACIONAL EN EL MARCO DE LA ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA

DIRECCION DE INVESTIGACIONES Y POSTGRADO

MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS

ASIGNATURA: DESARROLLO ORGANIZACIONAL

ENSAYO #1

“EVOLUCIÓN DEL DESARROLLO ORGANIZACIONAL EN EL MARCO DE LA ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS”

PARTICIPANTE: PÉREZ ARIAS ANDRÉS ANÍBAL

C.I.: V- 22.099.486

PROGRAMA: MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS

JUNIO 2022

EVOLUCIÓN DEL DESARROLLO ORGANIZACIONAL EN EL MARCO DE LA ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

A lo largo de la historia, la organización ha significado el fenómeno social más representativo, cuyo significado puede derivar en uno o varios conceptos asociados a la supervivencia, el progreso de la sociedad y el desarrollo de los medios de producción. Partiendo de este último y en un contexto más contemporáneo, la organización empresarial figura por excelencia como la “unidad de organización dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos” (Real Academia Española, 23ava Ed.), en la que como en toda organización o sistema social, los individuos no dejan de jugar un papel indudable e indiscutiblemente protagónico.

A partir del siglo XVII, el capitalismo se convirtió en el sistema socioeconómico predominante en el mundo, sustituyendo al feudalismo. En este sistema, los individuos se dedican a vender su fuerza de trabajo a las empresas generadoras de bienes y servicios. La visión del papel que desempeñan los individuos dentro de este sistema social ha venido cambiando a lo largo del tiempo, teniendo un clímax importante en el transcurso del siglo XX, pasando de ser percibidos como  simples elementos de la mecánica industrial, a ser considerados por su creatividad, emociones, valores, cultura, raciocinio y alto potencial de desarrollo y cooperación. Esto sin antes pasar por un proceso de cambios en los paradigmas de la administración.

Hasta mediados de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado, las empresas fueron concebidas como sistemas cerrados, rígidos y altamente jerarquizados, y por ello casi siempre aislados del medio que las rodeaba. Sin embargo, en las siguientes décadas fue inevitable que dichos modelos dieran paso a concepciones organizacionales basadas en el factor humano y en la apertura, lo que propició la aparición de movimientos que buscaran mutuo beneficio entre los intereses de las organizaciones (eficiencia y eficacia), y los intereses de sus integrantes (calidad de vida, satisfacción, propósitos personales).

Vásquez (2002) señala que a lo largo del siglo XX, el pensamiento administrativo ha evolucionado distinguiendo tres etapas en las que cada una representa una escuela del pensamiento caracterizada por su propio paradigma. En primer lugar, la escuela Clásica, que se desarrolló en el periodo comprendido entre 1900-1930. La escuela Humanista, también llamada escuela de las Relaciones Humanas y del Comportamiento, que se entiende desde 1930 hasta 1960. Y por último la escuela Holística que surge a partir de 1960.

La concepción de empresa como sistema proviene de la Teoría General de Sistemas elaborada en los años cincuenta por el biólogo austriaco Ludwin von Bertalanffy, quien afirmó que cualquier sistema (sea físico, biológico, Químico, social, administrativo, etc.) estaba compuesto por elementos en permanente interacción. Esta idea ha venido experimentando una constante ampliación en su enfoque en relación a la evolución del pensamiento administrativo.

En base a lo anterior, La escuela Clásica estuvo caracterizada por las perspectivas de sus dos autores más representativos, Frederick Taylor y Henry Fayol, ambos con enfoques dirigidos a incrementar la eficiencia organizacional con la aplicación de métodos rigurosos, científicos y precisos. Por un lado Taylor, mediante su atención sobre el aspecto operativo por medio del análisis y estudio del trabajo. Por el otro Fayol, quien hizo énfasis en la división del trabajo, así como en la disposición de las partes que conforman la empresa y la manera en la que se coordinan para cumplir con su función. Ambos consideraron a la organización como un sistema cerrado, concibiéndola más como una máquina, autónoma y aislada a cualquier influencia del entorno. Otro factor importante que caracteriza a esta escuela es la noción del trabajador como un elemento sin iniciativa o creatividad, subordinado a cumplir funciones específicas en su nivel jerárquico, y motivado únicamente por instancias económicas.

Posteriormente, sobre la mirada de la escuela Clásica, surge la escuela de las Relacionas Humanas y del Comportamiento. Esta fue básicamente una corriente de reacción y de oposición a la teoría clásica de la administración, y surgió de la necesidad de contrarrestar la fuerte tendencia a la deshumanización del trabajo. Este se vio propiciado por el cambio de paradigma que represento el experimento realizado por Elton Mayo, en una fábrica de la Western Electric Company, ubicada en el barrio Hawthorne, Chicago. En este se estudiaron los efectos de las modificaciones en las condiciones de trabajo sobre los índices de producción, marcando el surgimiento de una nueva concepción evidenciada por el factor psico-social de los trabajadores sobre su desempeño y la eficiencia de la organización. Cambiando entonces el paradigma mecanicista del pensamiento administrativo por uno más orientado a los valores humanos. Dicha escuela busca armonizar los objetivos de la organización con los objetivos individuales de cada participante. Sus principios se caracterizan principalmente por estudiar a la organización como grupo de personas, inspirándose en la aplicación de conceptos de la psicología y la sociología, y apoyado en el supuesto de que el hombre es un ser social, hizo énfasis en su integración y el comportamiento de los trabajadores. Lo que a su vez buscó incentivar la confianza en las personas y promover las dinámicas grupales e interpersonales.

Entre las personalidades que marcaron tendencia dentro de esta escuela, destacan: Abrham Maslow, quien propuso una jerarquía de las necesidades humanas; Frederick Herzberg y sus estudios sobre los elementos de la motivación en el trabajo; Douglas McGregor, y sus análisis sobre el lado humano de las empresas, en la que asume que la mayoría de las personas son básicamente inmadura, necesita dirección y control, y son incapaces de asumir responsabilidades. Entre otros autores que mencionaremos más adelante.

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