CUALES SON LOS MODELOS EVOLUTIVOS POST-FREUDIANOS

                                         MODELOS EVOLUTIVOS POST-FREUDIANOS

Uno de los aspectos que se repite en diversas teorías de origen psicoanalítico, es considerar el aparato psíquico y su desarrollo con una perspectiva evolutiva. En este sentido, Freud marcó la pauta con las etapas del desarrollo psicosexual, ofreciendo un modelo lineal y en torno a zonas eróticas específicas del cuerpo, las que concentrarían la libido, a través de los años.

Posteriormente, varios autores realizaron aportes y plantearon ciertas miradas, desde escuelas psicoanalíticas distintas; revisaremos algunos aportes realizados por la Psicología del Yo y el Grupo Independiente (o Middle Group), las que se sumarán a la Teoría de las Posiciones de Klein y el planteamiento de Otto Kernberg.

MELANIE KLEIN: POSICIONES

Si bien Klein reconoció las etapas del desarrollo psicosexual, planteadas por Freud, propuso dos posiciones correspondientes a los primeros meses de vida, que luego se alternarían durante toda la vida. A continuación, veremos un cuadro que las esquematiza (Sabah, 2005):

P. ESQUIZOPARANOIDE

P. DEPRESIVA

El conflicto básico es entre la vida y la muerte, es decir, la sobrevivencia.

El conflicto básico es la ambivalencia y preocupación por dañar al objeto.

El bebé no diferencia entre mundo interno y externo.

El bebé diferencia entre mundo interno y externo.

Las defensas giran en torno a la ESCISIÓN.

Las defensas giran en torno a la REPRESIÓN.

Hay un sentimiento de omnipotencia.

Se rompe el sentimiento de omnipotencia

La relación con el objeto es PARCIAL.

La relación con el objeto es TOTAL.

El objeto frustrante es un objeto persecutorio, el objeto gratificante es un objeto ideal.

Surgen el dolor y la culpa al saber que se daña al objeto amado, pero también la gratitud y reparación.

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OTTO KERNBERG: MODELO ESTRUCTURAL

Otto Kernberg, si bien no plantea una teoría propiamente evolutiva, es influído por algunos de los conceptos kleineanos en relación a las posiciones. Este autor, nacido en Viena en 1928, se formó como psicoanalista en Chile, lugar en que, en la década de 1950, primaban las ideas kleineanas. Más tarde, se trasladó a Estados Unidos, donde encontraría cierta afinidad con algunos teóricos de la escuela de la Psicología del Yo. Su aporte se relaciona con el planteamiento de tres organizaciones estructurales amplias, al interior de las cuales se encontrarían los diversos tipos o trastornos de personalidad. Éstas serían las organizaciones neurótica, limítrofe y psicótica de la personalidad (Kernberg, 1999).

Además, sugiere tres criterios, a través de los cuales se reflejan estas estructuras (Kernberg, 1999):

1.- Grado de integración de la identidad.

2.- Tipo de operaciones defensivas que habitualmente emplea.

3.- Capacidad para la prueba de realidad.

Estos criterios permitirían establecer ciertas precisiones, particularmente para establecer diagnósticos diferenciales, en casos difíciles de clasificar, y complementarían descripciones de tipo fenomenológico.

a) En términos generales, Kernberg plantea que la organización neurótica se caracterizaría por una identidad integrada, es decir, concepciones comprensivas e integradoras de sí mismo y sus otros significativos, como también representaciones sí y los demás precisamente delimitadas. Esto se expresa en la capacidad de referirse a sí mismo y a los demás con características al mismo tiempo positivas y negativas, y el entrevistador no tiene mayor dificultad para hacerse una imagen de éstos. A su vez, los

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mecanismos defensivos del neurótico giran en torno a la represión y son de alto nivel -por ejemplo, racionalización e intelectualización- y si el entrevistador los confronta, su respuesta es adecuada, mejorando el funcionamiento. Con respecto a la prueba de realidad, ésta se encuentra indemne, el entrevistado tiene la capacidad de evaluarse a sí mismo y a los demás en forma realista y profunda, no se confunde con los otros (Kernberg, 1999).

b) La organización limítrofe es la que concita mayor interés en Kernberg. Si bien existen diferencias entre limítrofes “altos” y “bajos” -pudiendo los primeros tener un buen funcionamiento en muchas áreas- comparten ciertas características.

Kernberg agrega, aparte de los criterios mencionados, otros de carácter diferencial con el neurótico, como son la debilidad yoica, que se expresaría en escasa tolerancia a la frustración, poca capacidad de sublimación y pobre control de impulsos. Además, menciona como un elemento importante el grado y calidad de integración del superyó. Esto se verifica por el grado en que el entrevistado se identifica con valores éticos y tiende a la culpa normal como regulador principal, si se abstiene de la explotación, manipulación o maltrato y conserva o no la honestidad e integridad moral sin control externo.

Volviendo a los criterios originales con respecto al limítrofe, observamos en el primer criterio difusión de identidad, esto es la incapacidad para integrar los aspectos contradictorios de sí mismo y de los demás, lo que se traduce en descripciones idealizadas o devaluadas y contradicciones en el discurso. Sus mecanismos defensivos son de bajo nivel, por lo tanto, poco eficientes. Estos mecanismos y algunos síntomas se encuentran explicados en su libro, “Trastornos Graves de la Personalidad”

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En los limítrofes la prueba de realidad está conservada, sin embargo pudiera existir una alteración en el sentido de realidad, es decir, en el significado que se le atribuye a determinado hecho (Kernberg, 1999).

c) Las estructuras psicóticas, al igual que las limítrofes tienen una pobre integración de identidad, llegando a la identidad de delirio en algunos casos, también aquí los mecanismos defensivos son de bajo nivel, girando en torno a la escisión. En cuanto a la prueba de realidad, está perdida absolutamente (Kernberg, 1999).

Este tipo de diagnóstico subraya la importancia de considerar al individuo como un ser total y evaluar sus relaciones consigo mismo y otros significativos, lo que pretende es complementar y enriquecer el diagnóstico.

Si bien la influencia de Klein es notoria, Kernberg se caracteriza a lo largo de su obra por integrar elementos de diversas corrientes psicoanalíticas. En particular, en el tema evolutivo, coincide con Mahler, al considerar, en contrario a Klein, que el bebé no posee, desde el comienzo de la vida, estructuras psíquicas tan complejas como las que plantea Klein (Bleichmar, 1989).

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