Aprendizaje

(…) El aprendizaje conlleva un “proceso dinámico dentro del cual el mundo de la comprensión que constantemente se extiende llega a abarcar un mundo psicológico continuamente en expansión... significa desarrollo de un sentido de dirección o influencia, que puede emplear cuando se presenta la ocasión y lo considere conveniente (...) todo esto significa que el aprendizaje es un desarrollo de la inteligencia”

(Bigge, 1985, p. 17).

Desde nuestra infancia nos hemos visto “bombardeados” por una inmensa cantidad de información, ya sea, normas de comportamiento social o conocimientos más específicos, los cuales sutilmente vamos incorporando en nuestro quehacer diario y en nuestras relaciones con los demás. Probablemente no recordemos el día que aprendimos que levantar el dedo hacia parar la micro o que alzar la mano significa pedir el turno para contestar, simplemente adoptamos estas acciones que de algún modo se fueron incorporando en nuestro diario vivir.

Pese a lo desapercibido que pase este proceso para nosotros, existe un complicado procedimiento cognitivo relacionado con el aprendizaje, el cual a lo largo de la historia ha sido objeto de estudio de numerosos especialistas, debido a la gran importancia que posee el desarrollo de este aprendizaje a lo largo de nuestra vida, ya que es el que nos permitirá adaptarnos al medio en el que vivimos.

Basándose en lo anterior, surge la duda ¿por qué el mismo método de aprendizaje no consigue los mismos resultados en todos? Esta interrogante quizás pueda encontrar su respuesta en lo que hace que cada persona sea lo que es: su personalidad. Lo que nos lleva inevitablemente a pensar que la personalidad juega un rol preponderante a la hora de decidir sobre que método de aprendizaje es más efectivo en cada persona.

“Las capacidades claman por ser utilizadas, en un clamor que cesa sólo cuando se explotan de manera suficiente.” (Maslow, 1968, p. 152)

Los dichos de Maslow se refieren fundamentalmente a que individuos con capacidades diferentes, requieren indudablemente estrategias de aprendizaje distintas y enfocadas en las fortalezas o debilidades del individuo en cuestión.

Es por esto que se hacer necesario ahondar más en las estrategias y modelos de aprendizaje de la actualidad y observar cómo serán los resultados obtenidos basándose en las aptitudes y actitudes de las personas a las cuales va enfocado dicho aprendizaje.

Personalidad y Aprendizaje

(…) no todos los enfoques instruccionales [como aplicación de determinados principios que rigen el aprendizaje] son efectivos en cada contexto de aprendizaje. Es necesario determinar cuándo un enfoque particular podría ser el mejor posible en relación a las necesidades del alumno, el estilo de enseñanza del profesor, el ambiente de aprendizaje, y los objetivos de formación. También es importante determinar cómo un enfoque de instrucción podría ser utilizado en un contexto dado [fundado igualmente como aplicación de principios que rigen el aprendizaje]. ¿Es necesario mantener el enfoque en toda la integridad de lo tratado o solo basta aplicarlo en alguna de las partes del contenido a diseñar instruccionalmente?

(Zapata, 2000, p. 4)

Para formar una relación entre la importancia que poseen las cualidades de cada individuo y los métodos o modelos de aprendizaje que deben emplearse en función de aquellas individualidades, es necesario establecer una correcta interpretación de lo que es la personalidad en el ámbito del aprendizaje, esto debido a que en el actual enfoque no se ve al individuo como un ente singular, con aptitudes únicas y un ritmo de aprendizaje propio, al contrario, encasilla bajo un mismo modelo a todos ignorando sus propias virtudes y falencias.

Ahora bien, algunas teorías sobre el desarrollo de la personalidad,

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