Auto Control De La Voluntad
Enviado por ricardiologo • 14 de Enero de 2015 • 956 Palabras (4 Páginas) • 216 Visitas
AUTOCONTROL DE LA VOLUNTAD
El término autocontrol se compone de la unión de dos vocablos que provienen de idiomas diferentes. En primer lugar, se forma por la palabra “auto” la cual procede del griego autos y se traduce como “sí mismo”. En segundo lugar, se halla la palabra “control” que emana del francés y que es sinónimo de dominio y control.
Por tanto, partiendo de dicho origen etimológico podríamos subrayar que la definición literal del término que ahora nos ocupa es la de “control de sí mismo”.
El autocontrol podría definirse como la capacidad consciente de regular los impulsos de manera voluntaria, con el objetivo de alcanzar un mayor equilibrio personal y relacional. Una persona con autocontrol puede manejar sus emociones y regular su comportamiento.
Cuando una persona logra algo en la vida a pesar de los contratiempos, solemos decir: Es que tiene “fuerza de voluntad”, es decir, consideramos que cuando alguien deja de hacer aquello que le gusta con tal de conseguir una meta es porque tiene “algo” llamado voluntad.
Esta frase puede ser un arma de doble filo, pues muchas personas suelen excusarse bajo esta afirmación cuando no pueden lograr lo que se proponen “es que no tengo fuerza de voluntad”, es decir, aluden que no pueden controlar lo que les sucede, por lo tanto no tienen la culpa y no pueden hacer nada para remediarlo. ¿Quién entonces controla lo que nos ocurre?
Más allá de la fuerza de voluntad tenemos una herramienta muy poderosa para manejar nuestro comportamiento y conseguir nuestras metas, esta herramienta se llama autocontrol.
El autocontrol es una habilidad que nos permite dirigir nuestra propia conducta en el sentido deseado, aún cuando intervengan otros factores distractores. Por otro lado, la voluntad se refiere a la capacidad que nos impulsa a hacer las cosas que nos hemos propuesto, por encima de las dificultades, los contratiempos y del estado de ánimo. En otras palabras autocontrol y voluntad nos dota de la capacidad de tomar decisiones.
Citemos algunos ejemplos: Hablamos de autocontrol y voluntad cuando un niño se sienta a estudiar evitando ver la televisión, aún cuando están pasando su programa favorito, o cuando es capaz de postergar las ganas de comer esa torta porque habíamos quedado que lo haría después del almuerzo.
Las personas no nacemos con estas competencias, al contrario, la realidad nos muestra que somos por naturaleza impulsivos y expresamos nuestras frustraciones con rabia y desesperación. Sin embargo, a lo largo de nuestra vida, en el hogar y en otros contextos, vamos adquiriendo estas destrezas a través del seguimiento de modelos y cuando somos expuestos a situaciones que incrementaran nuestra tolerancia a la frustración y auto eficacia.
Por ello, nosotros como padres estamos en la obligación de brindar a nuestros hijos situaciones donde puedan entrenarse en la adquisición de estas habilidades, para que a posteriori, puedan gozar de una vida saludable y adaptada.
¿Pero cómo lo logramos? Conseguir que nuestros hijos sean ordenados, estudiosos, alegres, sinceros, responsables y perseverantes en lo que se
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