Autoconcepto Y Rendimiento Escolar

Autoconcepto y rendimiento escolar

En un enfoque cognitivo de la psicología social se ha caracterizado al individuo como un buscador activo de la información al que le interesa establecer una visión de sí mismo que sea coherente con su vida y que está relacionada, sobre todo, con el grado de control que tiene sobre los acontecimientos vitales más importantes.

El autoconcepto está íntimamente relacionado con el nivel de rendimiento académico del individuo. Como señala Dale Schunk, aunque existe una relación entre el autoconcepto y el rendimiento académico, lo no está claro en absoluto es el significado de tal relación.

Un autoconcepto general se puede interpretar como la suma de una serie de creencias más particulares relativas a diferentes aspectos de las distintas actividades que hacemos.

La investigación sobre el funcionamiento del autoconcepto, utilizando la idea central de autoeficacia conduce a una serie de realizaciones prácticas.

Introducción

El autoconcepto engloba dimensiones como la confianza en sí mismos, la autoestima, la estabilidad del autoconcepto y la cristalización del yo (Rosemberg y Kaplan, 1982). La confianza en sí mismo denota el grado en que un individuo se cree capaz de producir resultados, de conseguir metas o realizar tareas de forma competente.

La estabilidad del autoconcepto se refiere a la facilidad o dificultad para cambiar el autoconcepto. Está depende del grado de cristalización o estructuración de las opiniones del sujeto. Las opiniones cristalizan con la repetición de experiencias similares.

El desarrollo del autoconcepto evoluciona desde una visión concreta de uno mismo hasta una visión más abstracta (Montemayor y Aisen, 1977). Los niños pequeños se perciben a sí mismos de forma concreta: se autodefinen refiriéndose a su aspecto, sus acciones, su nombre, posesiones, etc. (Shavelson y Bolus, 1982; Marsh y Shavelson, 1985).

A los niños en edad escolar se les presentan muchas oportunidades de evaluar sus habilidades y capacidades, con referencia a estándares absolutos los cuales son fijos y los normativos que se basan en las actuaciones de otros, y esta información evaluativa contribuye en la formación y modificación de sus autoconceptos.

Investigaciones recientes sugieren que el autoconcepto no se forma pasivamente por las interacciones con el medio; antes bien, es una estructura dinámica que determina significativos procesos intrapersonales e interpersonales (Cantor y Kihlstrom, 1987).

Markus sugiere que el autoconcepto se compone de esquemas o generalizaciones que se forman con experiencias previas y procesan la información personal y social de forma muy semejante a como los esquemas académicos procesan la información de las habilidades cognitivas. –el autoconcepto activo se refiere a aquellos autoesquemas que están mentalmente activos en un momento dado, al conocimiento de sí mismo al que una persona puede acceder inmediatamente. Esta conceptualización supone la existencia de un autoconcepto base (general) relativamente estable rodeado de una serie de autoconceptos de dominios específicos que son susceptibles de verse alterados más fácilmente.

El autoconcepto y el rendimiento académico

Se suele pensar que el autoconcepto mantiene una relación positiva con el rendimiento escolar. Los alumnos que están seguros de sus capacidades para el aprendizaje y que son consientes de su propia valía muestran en la escuela mayor interés y motivación, lo que aumenta el rendimiento. A su vez, un rendimiento alto confirma la confianza en sí mismos del sujeto y mantiene alta la autoestima.

Autopercepciones en dominios específicos

Los autoconceptos en dominios específicos están mucho menos cristalizados que el autoconcepto académico o general y, por tanto, se ven modificados más fácilmente por las intervenciones experimentales. Un constructo tan amplio como el autoconcepto académico se ve influido por las opiniones que se tienen sobre muchas habilidades distintas.

En general los éxitos propios aumentan la eficacia y los fracasos la disminuyen, aunque una vez que se ha desarrollado una sensación general de eficacia los fracasos ocasionales no tendrán gran impacto sobre ella.

Características iniciales

Autoeficacia para el aprendizaje

Realización de tareas

Indicadores de eficacia

Modelo de autoeficacia del aprendizaje cognitivo de habilidades

La información que se adquiere de fuente ajenas a un o mismo tendrán una influencia menor sobre la autoeficacia que la información basada en la actuación. El Feedback persuasorio positivo aumenta la autoeficacia, por este incremento pronto desaparecerá si los resultados de los esfuerzos posteriores del alumno son bajos. Los niños también pueden conseguir información sobre su eficacia a través de índices fisiológicos como el ritmo cardiaco y la sudoración.

Autoeficacia y aprendizaje cognitivo de habilidades

Los alumnos se diferencian de sus aptitudes y sus experiencias previas. Entre las aptitudes se incluyen las habilidades generales, las destrezas, las estrategias, lo intereses, las actitudes y las características de la personalidad. Las aptitudes y las experiencias previas influirán sobre las opiniones iniciales del alumno respecto a su capacidad para el aprendizaje. Mientras participan en actividades de aprendizaje, los niños producen indicadores de eficacia que pone de manifiesto la capacidad e su aprendizaje y que utilizan para valorar

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