Caso Clinico Miguel

GLORIA HERNANDEZ

Análisis de caso

Revisando la historia de Miguel, paciente de 27 años de edad, puedo hipotetizar que presenta un trastorno del estado de ánimo, de tipo bipolar I, episodio más reciente depresivo, con síntomas moderados; no relacionado con enfermedades médicas, problemas relacionados con la separación de la pareja.

Para llegar a este diagnóstico, verifico los diferentes síntomas presentados por el paciente y los comparo con las categorías diagnósticas de dicho trastorno, sin embargo inicialmente al leer el caso, se observa que los síntomas presentados por el paciente, como estado de ánimo deprimido, ha bajado de peso, los pensamientos suicidas, el rendimiento laboral disminuido, podrían ajustarse a una depresión mayor, pero indagando no solo los episodios actuales en los que se encuentra el paciente, sino también en el pasado del paciente, el hace referencia a un episodio que presento a los 23 años, antes de casarse, donde manifiesta que se fue para un pueblo, llamado jardín con la idea de que allí iba a ganarse la lotería, porque conocería la iglesia más linda de Antioquia, allí se sentía feliz, no durmió, sino que cantaba y caminaba por todo el pueblo, hizo muchos amigos y se gasto el dinero de la fiesta de matrimonio, ante la crítica de sus amigos y novia se torno irritable y fue arrestado por disturbios en la plaza pública. Este estado le duro 2 meses. Este evento se puede considerar un episodio de manía, donde el sujeto está exaltado, su estado de ánimo suele ser de afable, cordial y generalmente entusiasta; tal como lo manifiesta Miguel. De otro lado este estado afectivo puede variar rápidamente (labilidad afectiva) y hacer que el sujeto se vuelva irritable, colérico o triste, sin mediar evento aparente alguno. El paciente puede presentar también un estado irritable, pudiendo presentar actos de violencia, o intento de suicidio en estados disfóricos. Teniendo en cuenta este episodio maniaco, descarto la depresión mayor y me inclino por un trastorno bipolar, independiente de que su estado de ánimo actual sea depresivo.

Para hablar de un trastorno bipolar se deben tener claras las señales del trastorno, ya que es difícil de reconocer y diagnosticar, debido a la hipomanía, que es una señal temprana del trastorno. Según el manual de psicopatología en sus manifestaciones más leves (hipomanía), la manía es, en cierta medida, lo contrario de la depresión, excepto cuando comienza a generar problemas al individuo. Aunque hay casos en los que un estado de alegría desbordante inunda al paciente, en la mayoría se mezclan estados de irascibilidad, a veces explosiva y furiosa (Klerman, 1987), junto a una frenética actividad. Incluso en cierto número de pacientes se observan momentos de abatimiento entremezclados con el episodio de mania.la característica fundamental de la manía es la expansividad anímica y cognitiva. (Amparo Belloch, 1996)

Igualmente puede presentarse que la persona tenga un alto nivel de energía, pensamientos grandiosos no reales, ideas e impulsividad o comportamiento perturbador y alarmante. Estos síntomas pueden sentirse como algo bueno para la persona, lo cual puede llevarle a negar que exista un problema. (Ego sintónicos). Sentimientos excesivamente “altos” o eufóricos—la persona se siente “encima del mundo” y nada, incluyendo malas noticias o eventos trágicos, puede cambiar dicha “felicidad, pueden durar por días sin dormir, o sin sentirse cansado(a), pueden experimentar sentimientos de confianza exagerada y de optimismo sin fundación. Esto también puede llevar a planes laborales demasiado ambiciosos y la creencia que nada puede detenerle en alcanzar dichas metas. Gastos incontrolables y malas aventuras de negocios. Compulsión sexual que no es lo usual. (es.brainexplorer.org/bipolar.../Bipolar_Disorder_Aetiology).

Ahora miremos la otra cara de la moneda, la depresión, algunas personas experimentan períodos de ánimo y comportamiento normal después de una etapa maníaca; sin embargo, la etapa depresiva eventualmente aparecerá, caracterizada por, un estado persistente de tristeza, ansiedad o de soledad, sentimientos de desesperanza o pesimismo, sentimientos de culpabilidad, desvalorización, o impotencia. Pérdida de interés o placer en actividades ordinarias, incluyendo el sexo, inquietud e irritabilidad, trastornos del dormir, pérdida de apetito o de peso, o aumento de peso, dolor crónico u otros síntomas del cuerpo persistentes los cuales no son causados por enfermedades físicas. Pensamientos sobre la muerte o el suicidio; incluyendo atentados al suicidio.

Para clasificar a Miguel, en un trastorno bipolar I, hay que tener en cuenta que, “los pacientes bipolares I son personas que presentan o han presentado alguna vez en su vida un episodio maniaco. El estado actual de un bipolar I puede ser, sin embargo, maniaco, depresivo, hipomaniaco, o bien una mezcla heterogénea de componentes depresivos y maniacos (mixto)”. Como lo había dicho al inicio Miguel, cumple las características de un trastorno del estado de ánimo de tipo bipolar I. episodio más reciente depresivo.

El episodio depresivo en Miguel se manifiesta con:

Síntomas emocionales: ánimo deprimido o triste gran parte del día, casi todos o todos los días; pérdida de interés, motivación o placer en las actividades que antes disfrutaba, pesimismo y desesperanza que a menudo lleva a ideas de muerte y a pensamientos (o acciones) suicidas.

El trastorno bipolar típicamente comienza en la adolescencia o durante la temprana

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