Contagio Emocional
Enviado por lolaR • 19 de Agosto de 2012 • 1.646 Palabras (7 Páginas) • 634 Visitas
*Que es el contagio emocional.
En los entes humanos primitivos muy probablemente la amígdala actuaba como un radar para el cerebro, manteniéndole en un continuo estado de alerta o de atención de los posibles riesgos y peligros potenciales del entorno de esa era, siendo este sistema de circuitos cerebrales válidos para esa época. El estado de alerta intensificado por la amígdala genera fuertes emociones y sentimientos facilitando el contagio emocional. El contagio emocional se puede observar en los mamíferos (monos, perros, gatos, etc.), e incluso lo he observado en algunos pájaros.
Según investigaciones realizadas por neurocientíficos, descubrieron que el ser humano de nuestro tiempo tiene dos rutas diferentes para tomar información externa, una de ellas toma información directa desde el tálamo a la amígdala, la que procesa y traduce el significado emocional de los mensajes corporales (alteración de voz, tonos, expresiones faciales, corporales etc.), mucho antes de que llegue por la otra ruta al sistema nervioso que procesa metódicamente, paso a paso y piensa o analiza lo que está sucediendo. El contagio emocional toma la ruta más rápida, con relación a la otra que conduce a la corteza pre-frontal del cerebro, por lo cual no se piensa y hace que se tomen decisiones instantáneas, que un poco más tarde o después se puede lamentar o tener que justificar, deteriorando la integridad personal. La diferencia de tiempo entre una ruta y la otra es la clave del éxito de la persona o individuo en lo social y empresarial (en otro escrito se ampliará sobre este tema, asociado con el éxito personal y/o empresarial, adicional se comentará sobre una tercera ruta para la toma de información de los sistemas cerebrales, inferida por el autor).
*Emociones y estados de animo o humores.
Cuerpo, emocionalidad y lenguaje son tres aspectos del ser humano que conforman una congruencia cuyos componentes se influyen entre sí, y en su totalidad. Esto abre la posibilidad de utilizar cualquiera de ellos para modificar a los otros dos.
La transformación que podemos producir en cualquiera de los dominios de lenguaje, cuerpo ó emoción, se traduce en modificaciones de los otros.
A menudo, los cambios en uno de los tres dominios no logran conservarse, debido a la presión de coherencia que proviene de los otros dos. Ello obliga muy frecuentemente a intervenir simultáneamente en los tres dominios, para asegurar que las transformaciones producidas en uno de ellos sean coherentes en los otros.
Nuestra vida emocional es un factor crucial en cada esfera de la acción humana. Nuestras emociones son determinantes en lo que podamos o no lograr en los contextos de familia, trabajo, aprendizaje, sociabilidad y espiritualidad.
LA DISTINCIÓN ENTRE ESTADO DE ÁNIMO Y EMOCIONES
Cada vez que experimentamos un suceso inesperado se activa una emoción. Tal como indica Dan Winter, entrevistado en La Contra, las emociones afectan directamente a nuestra genética y las asociamos con interrupciones de nuestra transparencia, término que en la Ontología del Lenguaje se utiliza para identificar la continuidad de los sucesos.
Cuando hablamos de emociones, por lo tanto, podemos señalar las circunstancias particulares que las generan.
Si estos acontecimientos desaparecen, normalmente las emociones que los acompañan también desaparecen. Las emociones son específicas (identificables y definidas: alegría, rabia, miedo, por ejemplo) y reactivas (son respuestas automáticas a los acontecimientos inesperados). Los acontecimientos las preceden. Al referirnos a las emociones, a menudo estamos observando la forma en que ellas modifican nuestro horizonte de posibilidades.
El reconocimiento de la relación entre la emoción, cuerpo, lenguaje y conocimiento, nos permite no sólo una determinada interpretación de los fenómenos emotivos, sino también de posibilidades concretas de pensamiento y acción.
Los estados anímicos enmarcan las conductas desde las cuales realizamos nuestras acciones, mientras que las emociones tienen que ver con la forma en que respondemos a los sucesos. Con los estados de ánimo enmarcamos el horizonte de posibilidades. Cuando estamos en un determinado estado de ánimo, nos comportamos dentro de los parámetros que tal estado determina en nosotros.
Existe una estrecha relación entre emociones y estados de ánimo. Lo que empezó como una emoción ligada a un determinado acontecimiento, puede a menudo convertirse en un estado de ánimo, si dicha emoción permanece con la persona el tiempo suficiente y se hace parte de su marco conductual.
Nuestras emociones y estados de ánimo son como lentes, y a través de ellos observamos el mundo. Las diferentes emociones y estados de ánimo son diferentes aperturas al futuro. Nuestros estados de ánimo conforman el mundo en el que vivimos.
Un cambio en nuestro estado emocional produce modificaciones biológicas. Un cambio en nuestro estado de ánimo puede provocar latidos del corazón más lentos o más rápidos, que el nivel de adrenalina en nuestra sangre sea más alto o más bajo, sudor, fatiga, dolor de estómago, etc.
De forma similar, el lenguaje influye positiva o negativamente en los estados anímicos, y viceversa.
Dependiendo del estado de ánimo en que nos encontremos, nuestras conversaciones son diferentes. Nuestro estado de ánimo cambia cuando alguien nos da una buena o mala noticia. Todos los días tenemos múltiples experiencias en las cuales observamos cómo lo que decimos influye en el estado de ánimo
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