Desarrollo Infantil
Enviado por veritolobe • 24 de Septiembre de 2012 • 4.151 Palabras (17 Páginas) • 353 Visitas
DESARROLLO DE LA INFANCIA
INTRODUCCION
Al examinar la forma en que se desarrolla un niño, desde el momento de la concepción hasta los primeros años de adolescencia, podemos aprender mucho más acerca de nosotros mismos, así como de nuestro prójimo. El sólo hecho de saber quiénes somos y cómo llegamos a serlo puede brindarnos la esperanza de crear un mundo mejor. Con el simple hecho de aprender cómo responden los niños a las influencias que los rodean, seremos capaces de ofrecerles una mejor educación, un mejor ambiente de hogar y una mejor iniciación en la vida. Así, estarán ellos mejor equipados para realizar su potencial individual y para ayudar a la sociedad a realizar el suyo propio.
ESTUDIO DE LOS NIÑOS
¿Cómo pasó el desarrollo infantil de ser algo que sólo sucedía (casi inadvertido para todos, excepto para las madres) a ser una disciplina académica que otorga doctorados, gasta millones de dólares en proyectos de investigación y afecta la educación de millones de niños? El desarrollo del niño es un estudio que examina la forma en que el niño en su conjunto cambia con el tiempo. Se refiere al crecimiento físico, intelectual, emocional y social de los niños.
En la historia de la ciencia, esta disciplina de estudio es tan reciente que se la puede considerar un niño en sí misma.
La gente ha alimentado diferentes ideas a través del tiempo acerca de cómo son los niños y cómo se deben educar para que no sean un problema mayor para los padres y la sociedad, y para que se conviertan en adultos respetables y útiles. Pero la niñez, tal como la estudiamos y la conocemos ahora, es un concepto muy reciente. Durante siglos los niños no se consideraron más que como versiones más pequeñas, más débiles y mudas de los adultos.
Los adultos no han considerado a los niños como seres cualitativamente diferentes de ellos, que tengan necesidades especiales o que contribuyan en algo a su propio desarrollo (Aries, 1962). Aun los artistas parecían incapaces de ver que los niños lucen diferentes de los adultos, con diferentes proporciones y diferentes rasgos faciales. Solo a partir del siglo XVII se exalta propiamente en el arte y la vida el concepto de niñez. Más o menos por esa época los padres empezaron a observar la naturaleza “dulce, sencilla y graciosa” de los niños; empezaron a vestirlos de forma distinta, en lugar de simplemente cortar en tamaños pequeños prendas de vestir para adulto, y reconocieron los placeres que sentían al jugar con sus hijos.
Los primeros libros de consejos para los padres empezaron a aparecer durante el siglo XVI, la mayoría de ellos escritos por médicos. Estos libros se caracterizaban por la desconfianza en la exactitud científica y su total dependencia de prejuicios y teorías infundadas, como: no alimentar a los niños después de haber estado con ira, pues la leche podía ser fatal (Ryerson, 1961).
Durante el siglos XVIII, una combinación de tendencias científicas, religiosas, económicas y sociales fueron el abono perfecto para el surgimiento de un nuevo estudio sobre el desarrollo infantil. Los científicos habían descifrado los misterios fundamentales de la concepción y ahora se encontraban embotellados en la controversia “naturaleza contra crianza”. El descubrimiento de gérmenes había abierto un panorama completamente nuevo a las personas, que ahora se daban cuenta de que podían evitar las epidemias y fiebres que les habían venido arrebatando a sus hijos desde la más tierna edad. Ahora los padres podían amar y dejar riquezas a sus hijos.
El surgimiento del protestantismo aumentó la confianza en sí mismo, al independencia y la responsabilidad de cada individuo. Los adultos empezaron a sentirse más responsables por la forma en que sus hijos se desarrollaban, en lugar de solo aceptar la desgracia o la mala conducta como algo propio del destino. Con la revolución industrial, la familia pasó de ser un amplio grupo, estilo clan, a un núcleo familiar. En el núcleo familiar los hijos son más visibles, su personalidad individual se destaca más, y los padres se pueden dedicar más a observarlos.
Otra tendencia en esta corriente consistió en dar más educación a los hijos. Los niños tenían que estar más ocupados en la escuela por períodos de tiempo más largos, y los maestros se vieron en la necesidad de aprender más acerca de la naturaleza de los niños. El espíritu de la democracia empezó a penetrar en el hogar a medida que los padres se sentían incómodos con las viejas actitudes autocráticas y trataban de educar mejor a sus hijos, comprendiéndolos mejor. Por último, la nueva ciencia de la psicología, el estudio de la conducta humana, llevó a la gente a pensar que era posible comprender mejor aprendiendo qué era lo que hacía que unos niños se comportaran en forma diferente a los demás.
Tradicionalmente se pensaba que los niños solo eran criaturas que algún día se convertirían en adultos, y fue solamente en el siglo XX que se llegó a considerar el período de transición de la adolescencia como una etapa del desarrollo humano. Se creía que los niños llegaban a la pubertad e inmediatamente entraban en una especie de aprendizaje para llegar al mundo de los adultos. En 1904, G. Stanley Hall, un pionero en el movimiento del estudio de los niños y el primer psicólogo en formular una teoría de la adolescencia, publicó su obra Adolescencia en dos volúmenes. Este libro tenía poca base científica, pero sirvió de foro para estimular la reflexión sobre este periodo de la vida.
MODELOS Y TEORIAS DEL DESARROLLO INFANTIL
Los diferentes filósofos nos han visto a través de prismas diferentes, y sus conceptos de nuestra naturaleza fundamental han dado lugar a diferentes explicaciones o teorías acerca de por qué nos comportamos como lo hacemos.
En el estudio del desarrollo infantil encontraremos una gran cantidad de datos y varias teorías. Los datos son el resultado de numerosos estudios; son los hechos demostrados objetivamente como ciertos. Las teorías son los intentos por organizar los datos con el fin de dar explicaciones sobre por qué ocurren ciertos acontecimientos. Una teoría es un conjunto de afirmaciones interrelacionadas acerca de un fenómeno. Las teorías se están modificando constantemente para incorporar nuevos datos. No existe ninguna teoría que sea aceptada universalmente por todos los investigadores, ni existe tampoco una sola teoría que explique todas las facetas del desarrollo. Cada teórico tiene su propia perspectiva para observar el desarrollo infantil. Dichas perspectivas determinan las preguntas que se hacen, los métodos de investigación que utilizan y la manera de interpretar los datos.
PRINCIPALES TEORIAS
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