Desarrollo Psicomotor

I.- MARCO TEORICO

Se conoce como desarrollo psicomotor a la madurez psicológica y muscular que tiene una persona, en este caso un niño. Los aspectos psicológicos y musculares son las variables que constituyen la conducta o la actitud. Al contrario del intelectual que está dado por la maduración de la memoria, el razonamiento y el proceso global del pensamiento.

Hasta hace algunos años atrás la salud infantil en el área de desarrollo y crecimiento, estaba enfocada principalmente a los desordenes alimenticios, en especial a la desnutrición. En la actualidad la salud pública se preocupa del niño/a en forma integral, es decir, pesquisa y aborda oportunamente alteraciones en las diferentes áreas del desarrollo y factores de riesgo que pudieran estar influyendo en dicho proceso. Es aquí donde emerge la importancia del desarrollo del niño/a tanto físico como mental en la primera infancia. Para entender el Desarrollo Psicomotor normal del niño/a es necesario saber que el sistema nervioso humano tiene sistemas neurales complejos dedicados a la función de socialización y comunicación, que incluyen desde aspectos motores que permiten la translación, hasta el lenguaje oral como forma de comunicación. Los procesos que involucran el desarrollo del cerebro humano vienen definidos por la genética y son influenciados por la constante interacción con el medio ambiente; dichos procesos se expresan externamente mediante la progresiva adquisición de habilidades, lo que se denomina desarrollo. La relación entre dicho componente genético y la influencia del ambiente ha sido tema de discusión por largo tiempo para muchos autores, se han planteado numerosas teorías como la de Gesell y Amartruda quienes proponen que la principal influencia del desarrollo de un niño/a es la carga genética. Por el contrario el Modelo Interaccional expone que a los factores biológicos se suma, como aspecto determinante, el medio ambiente en que se desenvuelve el niño/a. De este modo los niños/as que posean patologías de base y crezcan en ambientes con escasez de estímulos tendrán pronóstico desfavorable pues puede enlentecer su ritmo de desarrollo, disminuir la calidad de interacción con el medio y restringir su aprendizaje; en cambio, aquellos que se desarrollen en ambientes enriquecidos verán favorecida la exploración de su entorno, factor determinante para la salud, aprendizaje y conducta durante toda su vida. Así el Niño/a, la genética y el ambiente se encuentran en un continuo proceso de interacción, complementándose y nutriéndose el uno del otro. Según el neuropsiquiatra alemán Carl Wernicke el término Desarrollo Psicomotor se utiliza para referirse al fenómeno evolutivo de adquisición continua y progresiva de habilidades a lo largo de la infancia, y es la manifestación externa de la maduración del Sistema Nervioso Central. Dicho proceso cobra real importancia el primer año de vida, pues existe una explosión de habilidades motoras y cognitivas, cuya secuencia y momento de aparición dependen de factores genéticos y madurativos, entre los cuales destacan: el veloz crecimiento del sistema nervioso central y su vulnerabilidad ante las influencias del medio, el establecimiento de vínculos afectivos estables y seguros, nuevas habilidades motoras que cambian la posición referencial en el espacio y las habilidades cognitivas y lingüísticas crecientes que posibilitan la comprensión y organización progresiva del entorno. Actualmente se destaca la importancia de los factores de riesgos biológicos y sociales sobre el Desarrollo Psicomotor infantil. Prematuridad, bajo peso al nacer, malnutrición, padres adolescentes, madre soltera, ausencia del padre y bajo nivel educacional son algunos de los factores de riesgo que se relacionan con el Desarrollo Psicomotor infantil. Sin embargo, estos generalmente no ocurren en forma aislada; a medida que se combina más de un factor de riesgo aumenta la probabilidad de un menor rendimiento cognitivo, y más aún, si a estos factores se suman condiciones de pobreza que amplifiquen su vulnerabilidad biológica. De acuerdo a esto, existen tres factores relevantes que crean el entorno y condición social del niño/a: familia, recursos y contexto del hábitat en que se desenvuelve. Según el último, el vivir en una comunidad rural se asocia con un menor desarrollo físico, motor, mental y socioemocional de los niños; lo cual va ligado directamente a las limitaciones socioeconómicas e ingresos mensuales bajos, que a su vez, se asocian de forma importante con la sospecha de retraso en el Desarrollo Psicomotor. En Ecuador, el 37 % de las personas habitan en una zona rural, donde la Región Costa presenta el más alto porcentaje a nivel nacional. Este último dato cobra relevancia al momento de iniciar el presente estudio. Actualmente a causa de la globalización y modernización, el mundo rural ha sufrido numerosas transformaciones de las cuales algunas han sido definidas por diversos autores como: incremento de la agricultura no tradicional; predominio de trabajos temporales, y la inclusión del sexo femenino en estos. Se percibe la ruralidad como un factor con diversos componentes e implicancias, que van más allá de lo netamente geo demográfico; y que varían entre cada realidad local. Existen diversos puntos de vista con respecto a cómo influye la ruralidad en el niño/a; por una parte hay autores que postulan esto como un hecho favorable, siendo un aspecto principal el que las madres sean más jóvenes y por lo mismo, más dispuestas a entablar instancias de juego y exploración para el niño/a; y por otra, algunos lo exponen como perjudicial, siendo factor concluyente el bajo nivel socioeconómico de las familias que habitan estas áreas. En Ecuador, en los años setenta, se incorporó a las prestaciones de salud, la evaluación del Desarrollo Psicomotor en los controles de niños y adolescentes residentes en localidades urbanas como rurales. El Gobierno recomienda realizar evaluaciones acerca del Desarrollo Psicomotor, utilizando diferentes instrumentos de acuerdo a la edad del niño/a. Esta evaluación mide como estos responden en las áreas motora, lenguaje, social y coordinación. Por lo tanto, pretende pesquisar alteraciones en el Desarrollo Psicomotor Normal, lo cual es de vital importancia para los niños, su familia y la sociedad, pues permite detectar áreas vulnerables o en riesgo y dar tratamiento oportuno e intervención temprana. En los primeros años de vida, la experiencia corporal del niño constituye la fuente de la estructuración de su personalidad, que se manifestará en el "Yo corporal", más adelante de la relación con el entorno y consigo mismo unida a la maduración del sistema nervioso, se reafirma lo que se denomina imagen del cuerpo, que en una etapa posterior, al integrarse en la toma de conciencia del espacio y del tiempo, culminará en la elaboración del

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