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ESTRUCTURAS EDUCATIVAS DE WILLIAM GLASSER


Enviado por   •  18 de Marzo de 2015  •  1.407 Palabras (6 Páginas)  •  796 Visitas

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A finales del siglo XX, William Glasser, al investigar los datos de jóvenes recluidos

en los reformatorios de los Estados Unidos, hizo un descubrimiento interesante:

el 76% de los detenidos, tenía un antecedente común: el fracaso escolar.

Desconcertado por ello, decidió investigar lo que ocurría en con los adultos. Para

su sorpresa encontró que el 69% de los adultos detenidos en las prisiones tenían

antecedentes de fracaso escolar.

Si los jóvenes y adultos en prisiones son tan inteligentes como el resto de la

población, razonó, entonces el problema es la pobreza, que les impidió desarrollarse

adecuadamente en el ámbito académico. Procedió a investigar y encontró que

el nivel socioeconómico de los jóvenes y adultos detenidos bajo ningún modelo

estadístico correlaciona con el fracaso escolar. Si bien hay grupos étnicos que

tienen mayor presencia en reformatorios y penitenciarías, afroamericanos

e hispanos, por ejemplo, existen en esos lugares representantes de otros

niveles socioeconómicos y étnicos. Y la correlación no resultó estadísticamente

significativa.

Este investigador procedía del área de la psicología clínica y por lo tanto no

tenía ideas preconcebidas en el marco de la psicología educativa y las ciencias

de la educación. Pero le sorprendió que en su práctica clínica y en el área de las

conductas delictivas, existiese con alta frecuencia el fracaso escolar. Esto, según

explica en su libro 1, lo llevó a pensar que hay una relación estrecha entre el fracaso

escolar y el fracaso en la vida.

Glasser lo investigó y encontró, con sorpresa, que “lo que está mal” es la escuela y

no los jóvenes.

Y más aún, que marca de por vida a ciertas personas con base en un principio tan

falso como absurdo: las calificaciones escolares. También encontró que este engaño

ha generado toda una gama de conductas nocivas de diversos tipos que sirven de

marco a la corrupción. Es algo que está a la vista de todos nosotros, pero tenemos a

las calificaciones como entidades sagradas, intocables, y como unidades de medida

no sólo de conocimientos, sino de su calidad humana.

Pero nos engañamos. Las calificaciones escolares, desde jardín de niños hasta el

doctorado, no miden el conocimiento, tampoco la habilidad intelectual y, mucho

menos, la calidad de las personas. Son un mito socialmente cómodo que han

generado niveles significativos de corrupción en muchos ámbitos. En sí mismas,

las calificaciones no son las verdaderas culpables pues, como descubrió Glasser,

son producto de un sistema educativo que, en aras de satisfacer las ambiciones

de políticos, ha renunciado a su labor esencial: educar. Y la ha sustituido por una

tarea más sencilla y que mejor satisface el criterio político de eficiencia terminal,

que implica que el número de egresados sea cada vez mayor respecto al número de

matriculados, sin importar la calidad del producto: el graduado.

Carol Dunn de la Universidad Estatal de California en Los Ángeles bosquejó el

enfoque teórico conocido como teoría de la elección. La teoría de la elección

es la creencia de que el comportamiento de los estudiantes necesita tomarse

responsablemente. Este método se estructura alrededor de la teoría de William

Glasser sobre el entorno del salón de clases, en el que la experiencia en el salón

necesita ser guiada por la autorealización de cada alumno. El enfoque promueve el

orgullo en la educación de los estudiantes permitiéndoles la oportunidad de influir

cómo se imparte el plan de estudios y el objetivo último de aprender la materia.

Incluso hay un rechazo de las calificaciones en la teoría de la elección, debido a que

estas, de acuerdo con la revisión de literatura de Dunn, promueven un modelo de

castigo/recompensa, un modelo que la educación no debería estructurar alrededor

de los estudiantes.

DESARROLLO HUMANO I 09 DE FEB DEL 2015

Surgieron otros teóricos de la educación, desde los que tomaban como modelo a las

computadoras, hasta quienes, como Ausubel, Novak, Brunner y otros configuraron

lo que hoy se conoce como “aprendizaje significativo” y “constructivismo”, que

significan muchas cosas totalmente distintas. Desde un argumento de ventas

para las escuelas particulares, hasta una “cosmovisión” de la educación, en la que

se incluye al Mozart de la psicología, el ruso Vigotsky, rival teórico de Piaget

y proscrito por el estalinismo. Pero las aportaciones de todos ellos, descubrió

Glasser, no han cambiado la estructura central de los sistemas educativos del

mundo occidental. Glasser investigó en los Estados Unidos, pero sus conclusiones

pueden aplicarse con propiedad

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