El 35% de los niños menores de cinco años sufren problemas de insomnio

1. Breve resumen

Nuestros pequeños vienen al mundo sin manual de instrucciones, tras un par de días en el hospital nos los llevamos a casa. Todo el mundo nos da consejos y nosotros como buenos padres aplicamos los que nos parecen adecuados.

El 35% de los niños menores de cinco años sufren problemas de insomnio, debido a que no han aprendido el hábito de dormir. Algunos de estos hábitos incorrectos son los siguientes:

• Dificultad para iniciar el sueño.
• Múltiples despertares nocturnos.
• Sueño superficial.
• Dormir menos horas de lo habitual.

Dr. Eduard Estivill explica que son niños totalmente sanos y lo único que necesitan es aprender a dormirse solos, es decir que no les durmamos nosotros, han de lograrlo por sí mismos.

El 98% de estos casos es por mal hábito y el 2% restante es por causas psicológicas. Debemos adaptar a nuestro pequeño al ritmo biológico de los adultos (que se repite cada 24 horas), para ello debemos ser muy estrictos con la rutina diaria.

Para enseñar el hábito del sueño, la actitud de los padres es fundamental, han de transmitir seguridad, tranquilidad y sobre todo tener una conducta repetitiva (siempre igual). Los niños sienten lo que sienten sus padres. Los dos padres han de estar de acuerdo y entender el método para apoyarse mutuamente. No deben ayudarle a conciliar el sueño, ha de lograrlo él solito.

Debemos tener en cuenta que los elementos externos juegan un gran papel, siempre han de ser los mismos (cuna, chupete, peluche….), son los que permanecerán durante toda la noche con el pequeño.

Un recién nacido duerme la cantidad que necesita y a su manera. No debemos preocuparnos pueden dormir desde catorce a veinte horas. En esta fase, sueño y comida van estrechamente enlazados por lo cual debemos tener cuidado, nuestro pequeño se va acercando a los tres, cuatro meses de edad y es cuando se produce el cambio del ritmo biológico de 3 o 4 horas al de 24 horas y se alargan los periodos de sueño nocturno.

A partir de los seis meses, un bebe debe, tener cuatro comidas durante el día, dormir unas 11 o 12 horas de sueño nocturno sin interrupciones y debe acostarse contento y sin llanto.

El truco de cansarlo hasta que caiga rendido es contraproducente puesto que favorece los terrores nocturnos.

Dr. Eduard Estivill, recomienda a los padres que lo hagan igual que en el hábito de comida, seguir una serie de pasos que nunca cambian, un ejemplo interesante es que la sopa se la damos siempre con cuchara y sentaditos.

 “Despacito y con buena letra”, para reeducar el hábito del sueño debemos planificar la rutina: desayuno a las 8 horas, comida a las 12 horas, merienda a las 4 horas y la cena a las 8 horas. De esta forma los niños a las 8:30 o las 9 horas ya tienen que estar acostaditos, es su  hora ideal. Para eso se deben seguir los siguientes pasos:

1. Crear un rito alrededor de la acción de acostarse (cuentos, nanas etc...)
2. Esta situación es para que el niño la asocie a algo agradable antes de iniciar el sueño por sí solo.
3. Los padres deben salir de la habitación antes de que el niño se duerma.
4. Si el niño llora, los padres deben entrar a tranquilizarlo con palabras cariñosas para darle confianza y no se sienta abandonado (“mama te quiere mucho y te enseña a dormir solito”. No deben hacer nada más, han de salir de la habitación y dejar que se duerma solo.

Respecto a este último punto, los tiempos de espera en minutos serán los siguientes:

Estos tiempos valen tanto para cuando se acueste a las  8:30 horas, como para los despertares durante la noche y también serán los mismos para la hora de la siesta. Una vez iniciado el proceso no se debe interrumpir. En caso de que tuvieran que hacerlo por enfermedad o cualquier imprevisto, deben comenzar desde el principio: Día 1.

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