El Aprendizaje Desde La Multidisciplinariedad

Introducción

La educación ha sido siempre de alta significancia en los grupos humanos, cada cual le ha dado una forma particular a su cultura. Sin embargo, la educación como un conjunto de ciencias afines, contiene a la psicología cognitiva como el campo que la relaciona con el conocimiento del cerebro. La didáctica continúa siendo el aspecto central en la educación.

Los avances en la tecnología de la neuroimagen han producido relevantes hallazgos en la neurociencia, siendo el más controversial y productivo el haberse dado cuenta que es necesario y urgente que se establezca un vínculo alimentador entre la educación y la neurociencia, donde los educadores realicen su práctica pedagógica respetando los procesos neurofisiológicos implicados en el aprendizaje. Esto involucra una actitud científica del educador para producir aprendizajes de calidad. Finalmente esta situación conllevará a acortar la desigualdad de oportunidades que existe entre los seres humanos para acceder a una educación de calidad que transforme y mejore su convivencia.

Contenido

Educadores y neurocientíficos vinculados…¿Para qué?

Los seres humanos siempre han sabido que pueden aprender y han buscado el cómo hacerlo, Ramachandram (2012) plantea que hacen su destino, es decir que sobre la base de su herencia genética han construido su herencia cultural, la cual lleva en su esencia el poderoso motor que es el aprendizaje.

La sociedad globalizada actual enmarca la educación como el conjunto de ciencias afines que se encargan del aprendizaje, siendo la escuela la institución clave y el educador su agente principal. Muchas naciones del mundo se han planteado la mejora de sus sistemas educativos. Se observa que han logrado avances en el acceso de los niños y niñas a la escuela, pero que esto aún no denota calidad educativa refiere Campos (2010). Y es que la calidad en educación es directamente proporcional a la calidad de los aprendizajes. Aquí surge una controversia porque el aprendizaje es un proceso que implica la actuación de muchos factores determinantes, pero el principal es el educador, que es el agente mediador entre este proceso y el aprendiz que viene a ser el estudiante “En definitiva, la calidad de la educación está directamente relacionada con la calidad del educador” (Campos, 2010, p.2).

El aprendizaje surge de la dinámica de herencia y medioambiente. Donde corresponde al cerebro la función de ser el centro real del aprendizaje. Este órgano vital y noble hace posible en el ser humano como organismo vivo, que aprenda de su entorno y lo modifique utilizando su cognición social (Gleichgerrcht, 2013) para obtener una vida de calidad.

Para Campos (2010), el proceso de aprendizaje se asienta en el cerebro del docente y el del estudiante, es esta la cuestión que está delante de todos, pero pocos la ven, que se aprende porque existe un cerebro con toda una logística neural que activa un organismo vivo como es cuerpo.

Precisa Kandel y Squire (2011) El cerebro funciona mediante la activación de múltiples sistemas y poblaciones de neuronas, la utilización de las técnicas de neuroimagen y el estudio de lesiones cerebrales han dado un gran aporte neurocientífico, se pueden rastrear redes neurales mientras el individuo está ejecutando una conducta, no es necesario que esté muerto.

Puebla y Talma (2011) que citan a (Bruer, 1997; Bruer, 1998a; Bruer, 1998b; Cameron

& Chudler, 2003; dicket, 2005; Puebla Wuth, 2009), los que afirman que la neurociencia ve a la educación como un agente para ser investigado y no como un participante activo de la investigación. El aula es un laboratorio por naturaleza, allí se experimenta el proceso de aprendizaje día a día, contiene a los sujetos de investigación.

Es evidente que el conocimiento del cerebro y su funcionamiento en el aprendizaje, debe ser de conocimiento del educador, constituyendo una herramienta fundamental para diseñar su práctica pedagógica.

El funcionamiento del cerebro participa en la definición de los logros o dificultades educativas, En Puebla y Talma (2011) se cita “…comprender la base neural de la conducta social puede contribuir a comprender los orígenes y el proceso del éxito y fracaso en la escolarización” (Blakemore, 2009). Sin duda que el educador con los conocimientos de la neurociencia visualizará rápidamente las dificultades que esté afrontando el estudiante y podrá hacer el andamiaje necesario para acompañarlo hacia el logro.

El aporte de la neurociencia al educador se concreta en distinguir entre un conocimiento actualizado y una creencia, ya que su aplicación marcará diferencias en la calidad de los aprendizajes. También servirá para un diagnóstico precoz de las necesidades educativas especiales de los estudiantes (Goswami, 2004).

El educador tiene que comprender los principios elementales del funcionamiento del cerebro para interpretar mejor su práctica pedagógica diaria en aula y así entender a sus estudiantes desde una perspectiva neurocientífica, contemplando los aspectos emocionales y del entorno social como enriquecedores del aprendizaje escolar (Inmordino –Yang, 2013).

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