El Procese De Morir
Enviado por Lilliana • 8 de Agosto de 2011 • 2.293 Palabras (10 Páginas) • 814 Visitas
EL PROCESO DE MORIR
6.1 Conceptos de muerte:
• La muerte es el TERMINO DE LA VIDA a causa de la imposibilidad orgánica de sostener el proceso homeostático. Se trata del final del organismo vivo que se había creado a partir de su nacimiento.
• Con el avance de la ciencia, la muerte paso a entenderse como un proceso que, a partir de un cierto momento, se vuelve irreversible.
• Más allá de la biología, existe una concepción social y religiosa sobre la muerte. Se suele considerar a la muerte como la separación del cuerpo y el alma. Por lo tanto, la muerte implicara el final de la vida física pero no de la existencia.
• La ignorancia y la negación no pueden llevarnos hacia la verdad ni hacia la plenitud de la vida. Es una actitud decididamente responsable sobre nosotros mismos la que puede ayudar a liberarnos de esta alienación y religarnos con las dimensiones más profundas de la existencia. Y en esa dirección encontraremos la necesidad de afrontar y elaborar estos dos temas fundamentales: muerte y duelo.
• ¿Y cómo hacerlo? Por medio del diálogo, la reflexión, la lectura. Enfrentando las situaciones que vienen a nosotros sin resquemores ni ocultamientos. Aceptando, afrontando, abriéndonos.
Entonces podemos ver las cosas desde una perspectiva nueva. La vida se llena de significado y valor, el contacto con los otros adquiere una nueva dimensión, más profunda y rica. Comenzamos a valorar a los otros y a nosotros mismos desde una visión más amplia, más sensible. Porque al aceptar y reconocer la finitud y la impermanencia, podemos sentir y comprender el valor de la vida de un modo fresco y pleno. Dejando atrás la rutina, el aburrimiento, la superficialidad y el apego innecesario por aquellas cosas que no son primordiales.
Podemos así revalorar el amor y la felicidad, lo que tenemos y lo que realmente nos falta. La invitación queda hecha. Hablar sobre la muerte es hablar sobre la vida pero de un modo más profundo.
6.1.1 Integración de la muerte a la vida:
• Si se ha llevado una vida de provecho, si se han dejado huellas decorosas en el mundo, si se ha vivido digna y eficazmente, si a la hora de hacer el balance pesan más los créditos que los débitos, si se experimenta la satisfacción de haber vivido plenamente, habiéndose realizado en forma adecuada y ayuda a los semejantes, si la conducta estuvo razonablemente regida por elevados valores éticos, entonces la muerte no será la experiencia difícil y angustiosa que es para aquellos que no han sabido dar un significado noble a su vida
• . Vida y muerte son las dos caras de una misma moneda. Esa moneda es la existencia. Vida y muerte se complementan naturalmente, siendo una condición de la otra.
6.2 Aspectos psicosociales ante la muerte en diferentes momentos de la vida
6.2.1 Muerte en infancia:
Los niños que se ven enfrentado al hecho de la muerte presentan una serie de reacciones, que si bien pueden no darse en un orden específico, ni aparecer todas ellas, si nos sirven para comprender el cómo lo vivencian en general:
1. La negación: el niño niega que la muerte haya ocurrido y parece que ésta no le ha afectado. Normalmente esto significa que la pérdida ha sido demasiado grande para él y que sigue pretendiendo que la persona en cuestión está viva.
2. Aflicción corporal: la muerte produce en el niño un estado de ansiedad que se expresa en síntomas físicos y/o emocionales.
3. Reacciones hostiles contra el difunto: el niño toma la muerte de una persona o animal como una afrenta personal por parte del difunto, que lo ha abandonado.
4. Reacciones hostiles hacia otros: el niño, generalmente, culpa a otros de la muerte acaecida.
5. Sustitución: el niño rápidamente comienza a buscar el afecto de otros con el fin de sustituir la figura del difunto.
6. El niño asume las maneras del difunto, intentando conseguir sus mismas características.
7. Idealización: el niño sobrevalora las cosas buenas del difunto y elimina los recuerdos de sus defectos, llegando incluso a falsear los recuerdos respecto al carácter y la vida real del difunto.
8. Reacciones de ansiedad y de pánico, preocupándose por quién le cuidará en el futuro.
9. Reacciones de culpa: el niño puede pensar que la muerte tiene que ver con que «es malo» o ha tenido mal comportamiento, y elaborar a partir de aquí fantasías de muerte.
6.2.2 Muerte en adolescencia y juventud:
• La muerte en estos casos puede presentarse como una alternativa favorable en pos de darle fin al dolor psicológico que abruma al adolescente. El considerarse solos, que no son amados pueden constituir motivos suficientemente fuertes como para elegir extinguirse, para comprender esto es necesario pensar en que el joven está esencialmente volcado hacia las relaciones con otros y su aceptación, por lo que hasta los fracasos académicos adquieren una fuerza desconocida dado que en estas actividades sociales el joven va configurando su autoconcepto.
• Otros puntos de vista versan sobre el suicidio adolescente no como una fuerza o tendencia a la autodestrucción, sino más bien como una súplica por llamar la atención y pedir ayuda, por lo que prefieren hablar de prevención considerando el mejor modo de hacerlo, el tomar conciencia del cuidado del adolescente y ser sensible a sus peticiones.
• Cuando los adolescentes se encuentran cara a cara con la muerte reaccionan de maneras sorprendentes y contradictorias, elevando algunos las cuotas de misticismo o religiosidad.
• O bien otros jóvenes enfermos optan por negar su condición y hablan como si se fuesen a recuperar aunque tienen la certeza de que eso no será así. Sin embargo pese a lo dramático de esta situación y a los problemas que acarrea la utilización de mecanismos de defensa en cuanto a la elaboración e integración de los hechos sin distorsión, la negación y la represión de las emociones constituyen herramientas útiles que ayudan a muchos jóvenes enfermos a tratar y superar este golpe agobiante para sus expectativas de vida.
• Los jóvenes enfermos por lo general están más enfadados y disgustados que reprimidos. Ocupan mucho menos tiempo en pensar en el suicidio en comparación a adultos de la misma condición, y probablemente están mucho más dispuestos en buscar a alguien a quien culpar.
• Las distintas maneras de reaccionar ante el hecho de la muerte inminente está supeditada en gran medida al estilo de personalidad.
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