El desempeño escolar de las víctima en el proceso de bullying

INSTITUTO UNIVERSITARIO CARL ROGERS

EL DESEMPEÑO ESCOLAR DE LAS VÍCTIMA EN EL PROCESO DE BULLYING

TESIS PARA OBTENER EL GRADO DE

MAESTRIA EN PSICOPEDAGOGÍA HUMANISTA.

PRESENTA

ROSA PATRICIA MENESES NAVA

Índice

Página

I. Introducción

1.1 Antecedentes y justificación

1.2 Planteamiento del problema

1.3 Objetivos

1.3.1 General

1.3.2 Específicos

1.4 Hipótesis

1.5 Definición de términos

Capítulo I

INTRODUCCIÓN

1.1 Antecedentes y justificación

Ahora como en el pasado, referirse al tema de adolescencia resulta interesante, como una etapa importante de transición entre la infancia y el mundo adulto. Para algunos autores ha sido denominado periodo “turbulento” y en ciertas culturas como una “edad de iniciación”. Por lo que hablar de adolescencia es tocar un tema, de suma importancia, no solo porque los adolescentes constituyen la inmediata generación de cambio a la etapa adulta, sino por como se le ha conceptualizado como “edad de oro” de la vida.

Por lo tanto si abordar este tema es atractivo, resulta mucho más, cuando se enfoca hacia adolescentes que se involucran en la comisión de conductas violentas relacionadas al acoso escolar o bullying, que se ha intensificado en los últimos tiempos.

La violencia es un fenómeno sumamente complejo, variable y, al mismo tiempo, apegado al contexto sociocultural en que se produce. La Organización Mundial de la Salud (OMS), la define como:

El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones (OMS, 2002:5)

Cabe destacar la definición del psicólogo noruego Dan Olweus considerado el “padre fundador” de los estudios de “agresión e intimidación entre escolares”. Un alumno es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que llevan a cabo un alumno o varios de ellos. (Olweus, 1986 y 1991).

Se han destacado los temas en derechos y libertades de los adolescentes, pero se ha abordado muy poco acerca del respeto, autoridad o deberes; es notable como los estudiantes que destacan con un rendimiento escolar adecuado por circunstancias de las cuales aún no se tiene conocimiento, éste se ve disminuido de forma considerable, llegando hasta la deserción escolar.

Las instituciones escolares se circunscriben en un contexto social, político, económico y cultural específico, condición que la hace una instancia permeable, abierta al entorno. El entorno puede nutrir, fortalecer la convivencia escolar hacia una orientación democrática y ciudadana, pero también es fuente de riesgos, conflictos y contradicciones en sus espacios y entre los actores que intervienen en el proceso educativo. En estas circunstancias se generan prácticas de violencia, intolerancia, autoritarismo, etc.

La preocupación social por el crecimiento de estos fenómenos conduce a preguntarnos ¿qué puede hacer la escuela en casos de prácticas violentas que salen propiamente del entorno físico escolar?, cabe la respuesta siguiente: “La escuela es el mejor lugar para observar las conductas violentas, en donde se pueden analizar, prevenir y corregir” (Paloma Cobo y Romeo Tello, 2010, p. 9)

Dan Olweus, en un artículo publicado en 2004 que resume los resultados de las vastas investigaciones que ha llevado a cabo sobre la intimidación entre alumnos, nos dice que 15% de los alumnos de primaria y secundaria (7 a 16 años) en Noruega estaban implicados en el fenómeno de la intimidación entre alumnos.

El Gobierno Federal, Secretaria De Educación Pública y la Secretaria De Seguridad Pública en el año 2011 ha creado un Manual de Seguridad Escolar, que ha sido distribuido a escuelas de nivel básico del país, mediante sesiones informativas y de inducción para su uso dirigido a jefes de sector, supervisores, asesores técnico pedagógicos, directivos, docentes, miembros de los consejos escolares de participación social, en especial a los comités de protección civil y seguridad social y a las familias en general, el cual es utilizado para disminuir la violencia dentro de los planteles educativos.

El propósito es fomentar nuevas estrategias que se lleven a cabo dentro de la Escuela Secundaria General #6, de Haciendas de Tizayuca, Hidalgo, con la finalidad de contribuir de manera directa previniendo el comportamiento agresivo, mediante la práctica de valores de solidaridad, respeto, tolerancia y una convivencia mutua entre los educandos; y así los educadores, padres de familia y autoridades institucionales sean parte fundamental en la pugna contra el bullying.

1.2 Planteamiento del problema

Fernando Savater (1996) dice, citando a Graham Greene, que Ser humano es también un deber. Es decir, nacemos humanos, pero eso no basta. Además tenemos que llegar a serlo; y la posibilidad de ser humano sólo se realiza efectivamente por medio de los demás, de los semejantes, es decir, “de aquellos a los que el adolescente hará todo lo posible por parecerse”.

La misión de la educación es mediar entre los conocimientos escolares y el mundo exterior; el papel del profesor es primordial, ya que el aprendizaje significativo, se ve reflejado en las competencias que desarrollan los alumnos en el ámbito social, en su vida personal, ellos deben sentirse en un ambiente con oportunidades, sin excluirlos, o que enfrenten la desigualdad, ya que éste y otros factores incremental el índice de violencia social, ya que nutren el pesimismo, la deserción escolar, el resentimiento social.

La probabilidad de verse envueltos en problemas de falta de asistencia, vandalismo, peleas, desobediencias, mentiras, robos e intimidaciones, también es probable la falta de apego a los padres. Con frecuencia, proceden de familias en las que los padres están ausentes, o los hijos viven en una situación de violencia intrafamiliar, o en hogares en donde se pasan por alto las reglas o normas. En estas familias la supervisión, el seguimiento, la comunicación y el afecto de los padres hacia sus hijos adolescentes son insuficientes o incoherentes, así como niveles bajos de rendimiento escolar, y existe una mayor probabilidad de

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