Estrés Patológico

INTRODUCCION

Dentro del mundo de la investigación existen controversias a cerca de la consideración de los efectos que tiene el estado de estrés en las personas, existen distintas opiniones y puntos de vista en las que difieren en la determinación patológica o no patológica de la misma.

Algunos investigadores mencionan que el “estrés” es el desencadenante de múltiples padecimientos o enfermedades que tienen signos y síntomas característicos, lo definen como la “nueva” enfermedad silenciosa teniendo el sustento científico de las reacciones orgánicas.

Otros tanos aseguran que el estrés es una reacción biológica natural que nuestro propio organismo maneja y controla, y que nos ayuda a protegernos ante situaciones de peligro, mediante las reacciones bioquímicas que se dan durante el periodo del “estrés” aumentando la liberación de sustancias adrenérgicas y con ello la generación de energía.

Otros autores aceptan la existencia de las dos vertientes del estrés, el DISTRES y el EUSTRES, manifestando y aceptando ambas propuestas, dejando al DISTRES como un estrés patológico (presentando signos y síntomas debido a la tensión ejercida), o un estado de incapacidad mental, física o psicológica al cual el individuo no sabe controlar para confrontar el agente estresor, y por otro lado el EUSTRÉS definido como el estrés bueno o no patológico, teniendo en cuenta de que el individuo reacciona de forma positiva ante situaciones de tensión manifestando la capacidad de sobrellevar la situación a su beneficio individual y colectivo.

JUSTIFICACION

Si hablamos de “Estrés normal o no patológico” nos referimos a los niveles de estrés socialmente aceptados como llevaderos o incluso necesarios.

El ”Estrés patológico“ indica ese nivel de estrés o activación del organismo que genera algún malestar o enfermedad.

Aunque está claro que el concepto de “Estrés normal” es un convenio social, parecería que el “Estrés patológico” es algo más cuantificable y contrastable a partir del malestar o enfermedad que nos produce, pero realmente solo se estudia el deterioro en salud que produce el Estrés si tenemos un referente totalmente sano y a salvo de los perjuicios que este produce.

Teniendo en cuenta que el concepto de “Salud“también es una medida relativa que va mucho más allá de una “ausencia de enfermedad”

¿Dónde está la línea divisoria entre Estrés normal y Estrés patológico? Nos preguntamos cada que tenemos alguna experiencia estresante.

Para manejar las situaciones estresantes, debemos aprender a combatir el estrés, a ser posible antes de que se manifieste en una patología concreta. Para esto lo más indicado son las Técnicas de Relajación, (Meditación, Respiración, Atención, Auto-hipnosis, etc.) que, en función de la persona y momento concretos, pueden resultar más útiles.

Cuando vivimos esta vida estresante sin herramientas, es decir, sin la capacidad para regular la activación de nuestro organismo que proporcionan las Técnicas de Auto-ayuda, las consecuencias del estrés pueden ser graves (enfermedades cardiovasculares, gastrointestinales, ansiedad, depresión, etc.) y necesitaremos acudir a un especialista que nos ayude a recuperar la salud.

DESARROLLO DEL TEMA

En el trabajo de investigación “manejo del estrés” realizado por la Dra. Leyva, menciona que: El estrés produce cambios químicos en el cuerpo. En una situación de estrés, el cerebro envía señales químicas que activan la secreción de hormonas (catecolaminas y entre ellas, la adrenalina) en la glándula suprarrenal. Las hormonas inician una reacción en cadena en el organismo: el corazón late más rápido y la presión arterial sube; la sangre es desviada de los intestinos a los músculos para huir del peligro; y el nivel de insulina aumenta para permitir que el cuerpo produzca más energía.

Estas reacciones a corto plazo no son dañinas, porque en realidad nos permiten defendernos del peligro, pero si esta situación persiste, la fatiga resultante será nociva para la salud general del individuo. El estrés puede estimular un exceso de ácido estomacal, que originará úlceras, o puede contraer arterias ya dañadas, aumentando la presión y precipitando una angina o un paro cardiaco.

Hans Selye, hijo del cirujano austriaco Hugo Seyle- observó que todos los enfermos a quienes estudiaba, independientemente de la enfermedad que padecieran, presentaban síntomas comunes: cansancio, pérdida del apetito, bajada de peso y astenia, entre otras. Por ello, Seyle llamó a este conjunto de síntomas el síndrome de estar enfermo.

En 1950 publicó la que sería su investigación más famosa: Estrés. Un estudio sobre la ansiedad. El término estrés proviene de la física y hace referencia a la presión que ejerce un cuerpo sobre otro, siendo aquel que más presión recibe el que puede destrozarse, y fue adoptado por la psicología, pasando a denominar el conjunto de síntomas psicofisiológicos antes mencionado, y que también se conocen como síndrome general de adaptación,

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