HACIA LA RECONCEPTUALIZACIÓN DE MI TAREA

La transformación que han tenido las Escuelas Normales como Instituciones de Educación Superior, es producto de la necesidad de fortalecer la calidad de la formación inicial de los profesionales de la educación; por ello se han emprendido diversas estrategias que ayuden a su consolidación como Instituciones de Educación Superior competitivas, que posibiliten que los estudiantes mejoren su nivel de logro educativo y cuenten con medios para tener acceso un mayor bienestar, contribuyendo así al desarrollo nacional.

El proyecto de Fortalecimiento de las Escuelas Normales encauza la implementación de un Sistema de Gestión de la Calidad como estrategia prioritaria con su consecuente mejora administrativa. Así mismo, se busca el aseguramiento de la calidad de los programas de educación superior que se imparten, a través de la práctica de la evaluación y la acreditación por parte de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior; buscando con ello la profesionalización de los docentes y la generación de centros de excelencia académica, sin embargo es necesario enfocarnos en la razón de ser de las Escuelas Normales: el proceso de aprendizaje.

La necesidad de que los profesores modifiquen la forma cómo enseñan, requiere conocer los cambios que se están produciendo en la cultura del aprendizaje e implica considerar factores esenciales: estamos ante la sociedad de la información, del conocimiento múltiple e incierto y del aprendizaje continuo. Si queremos atender a las exigencias de esta nueva sociedad, es importante fomentar en los alumnos capacidades de gestión del conocimiento (gestión metacognitiva) pues sólo así, más allá de la adquisición de conocimientos concretos, podrán enfrentarse a tareas y retos que les esperan en la sociedad del conocimiento (Pozo, 2006).

Al reflexionar sobre la práctica docente es inevitable cuestionarse si se están alcanzando los resultados esperados; se pretende que los alumnos de las normales sean autónomos, que desarrollen la habilidad de aprender a aprender, que logren un perfil de egreso enmarcado en competencias, pero ante estas expectativas, es necesario detenerse en la tarea de los docentes considerando que, es sustancial realizar un análisis de los programas, a fin de determinar qué contenidos son verdaderamente importantes o cuáles se tendrían que ampliar.

Recuerdo que cuando inicie mi trabajo docente con la asignatura de socialización y afectividad en el niño, trabaje los temas creyendo que las alumnas sólo tenían que reactivar sus conocimientos previos adquiridos en la asignatura de Desarrollo Infantil, pero debo reconocer que fue un error pues no todas contaban con ellos, por lo cual es importante flexibilizar la forma de acercarnos a los alumnos, considerando sus condiciones actuales para diseñar un proceso ajustado a su realidad y atender situaciones concretas.

Carlos Marcelo (2001), enfatiza la necesidad de promover en los alumnos una identidad propia como personas con capacidad de aprender; es decir, de ser responsables y de emprender (aprendizaje autorregulado); la capacidad de liderazgo de los profesores, la capacidad de innovación, así como el uso de nuevas tecnologías de la información y la comunicación; además de considerar el trabajo colaborativo entre los maestros, no sólo como cuestión metodológica sino también para ganar credibilidad como formadores de maestros.

Esta forma de trabajo, permite que el profesor adopte un nuevo rol, pues hoy ya no es la autoridad que distribuye el conocimiento, más bien permite a los docentes en formación tener un papel más activo, de tal forma que éstos se apropien de las estrategias de las personas que les rodean, de los textos y que generen su aprendizaje.

En nuestro centro de trabajo se valora mucho el trabajo colegiado, los círculos de estudio y en el desarrollo de ellos, hemos podido concluir que para que exista un aprendizaje estratégico es importante considerar los siguientes aspectos:

1. Planificación. En esta etapa cabe preguntarse ¿cuáles son las condiciones relevantes de la tarea que he de aprender o debo resolver?

Aquí debe existir una clara comprensión de la competencia, tiempo y recursos.

2. Verificar las estrategias. Supervisar si se están controlando las condiciones de la tarea, si existe una aproximación clara sobre la competencia, si se cuenta con el tiempo suficiente, si se emplean los recursos necesarios, etc.

3. Auto evaluación. Se hace una reflexión sobre el respeto de las condiciones que exigía la tarea, los cambios que se pudieron hacer y la eficacia de las acciones tomadas.

Derivado de la preocupación sobre el aprendizaje de los maestros y la mejora de la práctica docente, en nuestra institución existen algunos criterios para orientar

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