Historia De La Evaluacion Psicologica
Enviado por Dianny17 • 22 de Enero de 2015 • 2.463 Palabras (10 Páginas) • 1.412 Visitas
Historia de la Evaluación Psicológica.
Realización de un diario de doble entrada de la Unidad I tomando como referencia el libro Gregory, R. J. (2012). Pruebas Psicológicas. Historia, principios y aplicaciones. México: Pearson Educación.
El diario debe tener como contenido:
a. Formas rudimentarias de evaluación en China en 2200.
Las formas rudimentarias de la evaluación se remontan por lo menos al año 220 A.C., cuando el emperador chino hacia que sus funcionarios se sometieran a examen cada tres años para determinar su aptitud para el cargo.
Aunque los chinos desarrollaron un programa exhaustivo de exámenes para el servicio público, las semejanzas entre sus tradiciones y las prácticas actuales de evaluación son, en su mayor parte, superficiales. Sus prácticas de evaluación no solo eran innecesariamente rigurosas, sino que los chinos tampoco lograron validar sus procedimientos de selección. No obstante, parece que el programa de examinación incluía criterios de evaluación pertinentes.
b. Fisionomía, Frenología y el Psicógrafo.
Fisionomia: está basada en la idea de que el por el estudio de la apariencia externa de una persona, sobre todo su cara, puede conocerse el carácter o personalidad de ésta.
En el idioma español, el nombre de la disciplina ha dado origen a la palabra “fisonomía”, cuyo significado es “aspecto particular del rostro de una persona”, o “aspecto exterior de las cosas”. En geobotánica el término fisiognomía se usa para referirse al aspecto visual que en conjunto ofrece una determinada formación vegetal; este mismo uso se aplica también a los términos equivalentes en otros idiomas.
Frenológica: fue creada por el médico austriaco Franz Joseph Gall (1758-1828) y servía -supuestamente- para determinar la personalidad. Según la frenología, las distintas partes del cerebro controlan diversos rasgos del carácter, por lo que es posible determinar los rasgos de la personalidad basándose en la forma y tamaño de la cabeza. Si una parte de tu cabeza es más grande, tienes más acusado el rasgo correspondiente de tu personalidad.
Psicógrafo: este aparato servía para averiguar el carácter de una persona.
Fue patentado en 1905 por Henry Lavery y tenía por objeto la aplicación práctica de los principios de la frenología. La primera versión, que se componía de 1.900 piezas, no funcionó, pero Lavery, que se autodefinía como “pensador profundo”, siguió construyendo aparatos más precisos. Hacia 1929 reclutó a Frank P. White como socio capitalista y los dos crearon en 1931 la empresa Psycograph Company. El Psicógrafo se convirtió en una novedad ofrecida en grandes almacenes, teatros y lobbies, en la época de la gran depresión.
El aparato consistía en 1.954 piezas montadas en un bastidor de metal, conectadas, mediante una correa movida por un motor, con el interior de una caja de madera, que contenía las definiciones de 32 rasgos psicológicos. Cada uno de estos rasgos estaba clasificado de 1 (deficiente) a 5 (muy elevado) de modo que había 160 estados posibles, pero un número casi ilimitado de combinaciones.
c. La era de los instrumentos de bronce de la evaluación.
La psicología experimental floreció a finales del siglo XIX en la Europa continental y Gran Bre¬taña. Por primera vez en la historia, los psicólogos se alejaron de los métodos totalmente subjetivos e introspectivos que se habían segui¬do de manera tan infructuosa en siglos anterio¬res. En lugar de ello, las capacidades humanas se sometieron a prueba en laboratorios. Los in¬vestigadores utilizaron procedimientos objeti¬vos que tenían posibilidad de replicarse. Lejos quedaron los días en que laboratorios rivales tenían grandes discusiones acerca del "pensa¬miento sin imágenes", donde un grupo afirma¬ba que existía, mientras otro decía que tal acontecimiento mental era imposible.
Aunque el nuevo énfasis en los métodos objetivos y las cantidades medibles era una gran mejoría sobre el mentalismo generalmente es¬téril que le precedió, la nueva psicología expe¬rimental era, en sí misma, un callejón sin salida, al menos en cuanto a pruebas psicológicas se refiere. El problema estaba en que los prime¬ros psicólogos experimentales confundieron los simples procesos sensoriales con la inteligen¬cia. Utilizaron diversos instrumentos de bronce para medir umbrales sensoriales y tiempos de reacción, pensando que dichas capacidades eran esenciales para la inteligencia. De aquí que en ocasiones se llame a este periodo la era de los Instrumentos de Bronce de las pruebas psico¬lógicas.
A pesar del falso comienzo de los prime¬ros experimentalistas, al menos proporcionaron una metodología apropiada a la psicología. Pio¬neros como Wundt, Galton, Cattell y Wissler mostraron que era posible exponer a la mente al escrutinio y la medición científicos. Éste fue un cambio decisivo en las suposiciones axiomá¬ticas de la psicología, un cambio que ha per¬manecido hasta la actualidad.
La mayor parte de las fuentes le atribuyen a Wilhelm Wundt (1832-1920) la fundación del primer laboratorio psicológico en 1879 en Leipzig, Alemania. Es menos sabido que este investigador llevaba años midiendo procesos mentales, al menos desde 1862, cuando expe¬rimentó con su medidor del pensamiento (Diamond, 1980). Este instrumento era un pén¬dulo calibrado con agujas que sobresalían a cada lado. El péndulo oscilaba de un lado a otro, golpeando campanas con las agujas. La tarea del observador consistía en tomar nota de la posición del péndulo cuando las campanas so¬naban. Por supuesto, Wundt podía ajustar de antemano las agujas y, por tanto, conocer la posición precisa del péndulo cuando tocaba cada campana. Wundt consideraba que la dife¬rencia entre la posición observada del péndulo y la posición real podía proporcionar un me¬dio para determinar la velocidad de pensamiento del observador.
A pesar de lo rudimentario, Wundt midió los procesos men¬tales y reconoció a regañadientes las diferen¬cias individuales. Primera batería de pruebas
Sir Francis Galton (1822-1911) fue el pionero de la nueva psicología experimental en la Gran Bretaña del siglo XIX. Estaba obsesionado con la medición y su carrera intelectual parece ha¬berse visto dominada por la creencia de que podía medirse casi cualquier cosa. Sus intentos por medir el intelecto a través del tiempo de reacción y de tareas de discriminación senso¬rial son muy conocidos.
Finalmente Galton demostró una y otra vez que las dife¬rencias individuales no sólo existen, sino que se pueden medir de manera objetiva, el tomó prestados los
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