INTELIGENCIA EMOCIONAL
Enviado por melany9628 • 22 de Septiembre de 2014 • 1.824 Palabras (8 Páginas) • 226 Visitas
La inteligencia emocional, una habilidad que debe desarrollarse en el individuo desde la infancia para que pueda hacer frente a las situaciones de la vida, un factor importante que garantiza el éxito de una vida sana.
Tal y como lo menciona la psicóloga María Luisa Ferrerós (2013)
“durante los primeros tres años de vida el niño construye todas las bases neurológicas de lo que será su posterior desarrollo tanto intelectual como emocional, gracias a la interacción con el medio físico y cultural, siendo los padres los primeros y más importantes involucrados en este proceso, ya que de un buen acompañamiento va a depender la forma en que el niño sea capaz de sintonizar con sus propias emociones y con las de los demás”.
Con base en lo anterior, según Valeria Sabater (2013)
“resulta necesario que se comparta mucho tiempo con el niño, que se le hable, que haya buena interacción entre él y sus padres y/o cuidadores, además que a partir de los 2 años de edad se le guíe a reconocer el nombre de cada una de sus emociones a través de fotografías de rostros, en donde se aprecie alegría, tristeza, miedo, rabia, etc. para que él pueda interpretar. Ya más adelante, a partir de los cinco años, con los mismos tipos de fotografía, pueda responder preguntas como ¿Qué le pasa a este niño? ¿Está triste? ¿Por qué crees tú que está triste?”
Es un modo perfecto para que aprendan a reconocer no sólo sus emociones poco a poco, sino también las de los demás, y sobre todo, su empatía.
En el libro sobre inteligencia emocional (1995), un niño a quien se le ha dado la oportunidad de ser escuchado y de comprender la importancia de escuchar, de guardar silencio mientras otra persona habla, que se le ha guiado en el autocontrol de sus emociones va a llegar a ser uno de aquellos jóvenes que aprenden a calmarse cuando están irritados, Goleman dice que parecen desarrollar una fortaleza en los circuitos del cerebro para enfrentarse a situaciones adversas. Si a un individuo no se le da la debida orientación para que desarrolle su inteligencia emocional, sino que se deja al azar este aprendizaje, se estaría generando consecuencias desastrosas; podría llegar a ser un sujeto impulsivo, capaz de atentar contra otras personas, incluso contra sí mismo; es evidente que en la cotidianidad existe una creciente pérdida de control sobre las emociones que tienen lugar en la vida de una persona y de los sujetos que se encuentran en su entorno, por lo tanto es de gran importancia conocernos a nosotros mismos, saber lo que en verdad sentimos a cada instante que pasa y saber expresarlo; solo así es posible establecer una conexión con el mundo externo e identificar las sensaciones que éste produce.
Desde el ámbito educativo, Linda Lantieri (2009)
“plantea que se debería incluir un programa de estudios en el que se trataría varias temáticas relacionadas con la inteligencia emocional, se estaría hablando de la creación de una asignatura que tal vez no pareciera tan importante como Matemáticas, Ciencias, Lengua Castellana, pero que en realidad contribuiría a reducir los niveles de estrés del mundo actual. Temas como: autoconocimiento, autocontrol, arte de escuchar, resolución de conflictos, colaboración al prójimo, tranquilizar la mente, relajar el cuerpo, serían aspectos a tratar hacia la orientación de chicos y chicas que en su niñez no tuvieron el privilegio de aprender acerca de cómo desarrollar la inteligencia emocional.”
Todo esto con el fin de que las clases en una institución no sean catedráticas y que no se dediquen a enseñar los mismos currículos, sino que también se le abra un espacio para el desarrollo de la inteligencia emocional desde la etapa infantil y juvenil.
Si desde la infancia no existe un buen uso de la inteligencia emocional, según la doctora Dra. Helen Stokes-Lampard (2012) crea una lista de las 10 consecuencias físicas que traería a las personas que no utilizan la inteligencia emocional desde la etapa infantil: tiroides hiperactiva, diabetes, depresión, Alzheimer, inflamación del hígado, epilepsia, insomnio, i enfermedades ACV (accidentes cardiovasculares).
Con el pasar del tiempo, en la actualidad, es más reconocido que la inteligencia emocional es un factor importante para el éxito y la felicidad, no sólo en el ámbito laboral sino también desde el punto de vista social y todas las áreas que tiene la vida.
Según Harvey Deutschendorf (2014), experto en el tema de inteligencia emocional, señala que “las personas que tienen la inteligencia emocional son aquellas que obtienen excelentes resultados, pero que éstas a su vez deben ir acompañados de siete hábitos que lo ayudarán a vivir mejor”. En su sitio web, llamado FAST COMPANY, publicó las siete características que poseen las personas que tienen desarrollada la inteligencia emocional:
1) Se concentran en lo positivo: en este aspecto Deutschendorf resalta que las personas que tienen la inteligencia emocional han hecho una decisión consciente de no gastar tiempo y energía en los problemas cotidianos que se presenten, sin embargo, estos sujetos no deben pasar por alto las noticias que surgen a diario y que por lo general son malas. Este tipo de personas se concentran en la capacidad de hacer, saber hacer y también de lo que está en su control.
2) Se rodean de gente positiva: Aquí Harvey hace referencia a que las personas emocionalmente inteligentes no pasan tiempo escuchando a aquellas que se la pasan quejándose, es decir, tienden a evitarlas debido a que este tipo de personas son una pérdida de energía. Incluso las personas negativas (-)
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