Investigacion De Prevalencia De Obesidad
Enviado por malukita • 30 de Septiembre de 2013 • 2.058 Palabras (9 Páginas) • 359 Visitas
CAPITULO I
EL PROBLEMA
1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La obesidad se ha convertido en uno de los problemas socio sanitario de mayor envergadura en los países desarrollados, en el siglo XXI, con graves implicaciones socioeconómicas. En el momento actual se considera un fenómeno relacionado con la sociedad de consumo que ha ido aumentando claramente el número de personas afectas, y se relaciona esta circunstancia en los hábitos de la vida. Se define como la enfermedad caracterizada por el exceso de tejido adiposo en el organismo, acompañado de alteraciones metabólicas, que predisponen a la presentación de trastornos que deterioran el estado de salud, asociado en la mayoría de los casos a enfermedades como la diabetes mellitus, hipertensión, enfermedades cardiovasculares.
Actualmente se constituye como la enfermedad metabólica más prevalente en los países desarrollados y en los que están en vías de desarrollo. Este hecho hace que se acuñe el término de “epidemia del siglo XXI” en su definición, y que sea reconocida como una enfermedad social. Es por tanto, un tema de gran relevancia en nuestra sociedad.
La prevalencia del sobrepeso en el mundo oscila entre un 20 % y un 50 % para la población general , generando inmensos costos que alcanzan hasta un 5 % del gasto total en salud, en algunos países . En los últimos años se han identificado multitud de sustancias mecanismos reguladores , tanto a nivel del sistema nerviosos central , que permiten cada vez más un acercamiento científico al problema de la obesidad el abordaje terapéutico moderno es altamente individualizado y multidisciplinario .
La carga de enfermedad es una medida de la brecha entre el estado de salud actual y una situación ideal en donde todos viven hasta una edad avanzada libre de enfermedad y discapacidad.El sobrepeso y la obesidad causan la muerte de alrededor de 2,8 millones de personas en el mundo en forma directa o indirecta, asociadas con enfermedades crónicas no transmisibles(diabetes, enfermedades coronarias, tipos de cáncer atribuidos a la obesidad)
En el Perú, el estado nutricional de la población ha tenido un cambio gradual, pues coexisten diferentes formas de malnutrición como la desnutrición crónica, el sobrepeso y la obesidad en los niños, estos últimos han aumentado en forma progresiva debido a los cambios en la dieta y estilos de vida producto de la urbanización y desarrollo económico. Estudios realizados en niños peruanos se encontró que a medida que incrementa el nivel de pobreza también aumenta el consumo de carbohidratos y, por el contrario, disminuye el consumo de proteínas, hierro y vitaminas.
El cambio del tipo de alimentación tiene mucho que ver, pero también existen otros factores que hacen que un niño sufra obesidad. Como novedad en el siglo XXI disponemos a nuestro alcance, en supermercados de todo el mundo, gran variedad de alimentos hipercalóricos, lo que hace que consumamos ciertos tipos de comida que hace 20 o 30 años no existían.
Un importante factor es que los niños no consumen fibra, toman poca agua y su alimentación se fundamenta en la ingesta de alimentos ricos en grasa y proteínas, así como refrescos y bebidas azucaradas en abundancia. En esta época se consumen al por mayor los alimentos con más carbohidratos, en todas partes vemos a nuestros niños bombardeados por propagandas en las calles y en la televisión sobre comida rápida, incluso hasta llegamos a pensar que es una oportunidad poder comer más y pagar menos, lo que no sabemos o no nos damos cuenta es que los que estamos perdiendo aquí somos nosotros, pues al dar mayor cantidad de alimento estamos contribuyendo a una enfermedad crónica en años futuros.
Por otra parte la inseguridad que se vive en las ciudades, escasos espacios públicos para hacer ejercicio y realizar actividades físicas son factores que impiden una adecuada formación de hábitos.
El tiempo disponible de los padres para dedicarse a realizar actividades físicas con sus hijos es disminuida por las exigencias laborales, sociales y económicas, ya que hoy en día tanto el padre como la madre se ven obligados a trabajar para el sustento de la familia; por la falta de tiempo o por comodidad, acaban dejando a los niños delante de una televisión durante días enteros, en lugar de llevarlos al parque o a cualquier otra actividad que les favorezcan más.
El sedentarismo desarrollado en las tareas de la vida cotidiana (el uso de los electrodomésticos ) y la continua oferta desde la industria alimentaria de alimentos ricos en calorías vacías han modificado nuestro mapa de la “población obesa” .
El riesgo de que un niño sea obeso aumenta considerablemente cuando sus padres lo son (tiene cuatro veces más posibilidades de desarrollar obesidad si uno de sus padres es obeso, y ocho veces más si ambos progenitores lo son). Sin embargo, en esta ecuación no solo interviene la herencia genética (facilidad para aumentar de peso, inadecuada distribución de la grasa corporal).
Los hijos de madres o padres solteros, parejas divorciadas o separadas, alcohólicos o adictos, muestran con mayor frecuencia, que los que viven en familias integradas y sin desviaciones, presentan alteración de las conductas y hábitos de alimentación, que se manifiestan como sobrepeso, obesidad o desnutrición. Tanto niños como adultos, buscan en la comida una recompensa, una forma de mitigar sus carencias y frustraciones. Pueden comer cuando se sienten tristes o inseguros, para olvidar sus problemas, por estrés o por aburrimiento. Los alimentos elegidos suelen aportar poco valor nutritivo y muchas calorías.
Los factores culturales están entre los más fuertes determinantes en la elección de la comida. La mayor parte de las personas confían en las tradiciones y en lo que digan las madres o abuelas, sobre todo si ha criado a varios hijos sanos, estos incluyen convenciones sociales, prácticas religiosas, el status asignado a los diferentes alimentos, la influencia de otros miembros de la familia y los estilos de vida individuales. Así, en el pasado, un bebé gordo era un bebé bien nutrido y fuerte, con más posibilidades de superar enfermedades, mientras que uno delgado significaba lo contrario.
Se piensa que los comportamientos culturales son aprendidos en la infancia, lo cual tiene importancia en la atención preventiva de este problema.
En los últimos años, la obesidad infantil se ha asociado con la aparición de alteraciones metabólicas
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