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La Educacion Infantil


Enviado por   •  3 de Julio de 2015  •  2.111 Palabras (9 Páginas)  •  157 Visitas

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Aprender a pensar: una necesidad del siglo XXI

Por: Vanessa Castillo Cabarcas

La historia de la educación, verbigracia los distintos modelos pedagógicos, evidencia diferentes nociones frente a conceptos, tales como enseñanza y aprendizaje. Por ejemplo en la escuela tradicional el docente era un trasmisor de conocimiento, y el discente un agente pasivo que solo recibía la información, su función consistía en memorizar los contenidos que, bajo el supuesto de verdad, el docente elegía como pertinentes y garantes del aprendizaje. Este tipo de educación, sustentada en una modernidad ordenadora, bajo mecanismos de seguridad y control, pretendía formar individuos obedientes y pasivos, desprovistos de subjetividad y criticidad. En tal sentido, dicha escuela es un paradigma hijo del momento y, ciertamente, respondió a las necesidades de su época, pero con el tiempo se convirtió en una práctica rígida, estática y de ninguna manera innovadora. Cabe destacar que ésta tendencia predominó en las edades media y moderna, sin embargo, luego fue sustituida por la escuela nueva, como una alternativa para superar la enseñanza tradicional. Es en este momento, bajo este nuevo paradigma, cuando se replantea el rol del maestro, definiéndolo como un guía, acompañante, facilitador y activador de conocimientos a través de la experiencia. En consecuencia, se adopta un sistema más dinámico en el que se sitúa al estudiante en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje, en el entendido de que el niño aprendía haciendo solo en un contexto educativo y mediante la acción, la vivencia y la experimentación. En tal sistema, el alumno, de acuerdo a sus intereses, era responsable de su propio aprendizaje, y existía un respeto por la individualidad y por el sujeto que aprendía.

Pero al igual que el sistema tradicional, la escuela nueva tuvo sus falencias pues dejó atrás el análisis y la compresión de los contenidos, quedándose sólo en el hacer; de tal manera que le dió más importancia a la actividad y al juego, generando un tipo de aprendizaje superficial e informal. Además, aisló elementos tan importantes y determinantes en la construcción de los conocimientos: lo social y lo cultural. En consecuencia, la enseñanza dentro de esta perspectiva pedagógica, fue totalmente insuficiente para la edificación de un aprendizaje significativo; ya que todo se redujo a la actividad.

Lo anterior descrito es un ejemplo claro de cómo desde la historia se viene replanteando y reestructurando la educación, los procesos de aprendizaje-enseñanza y las prácticas pedagógicas. Como lo señale al principio en los dos modelos pedagógicos descritos: el tradicional y el de la escuela nueva; en ambos modelos, estos procesos permitían al estudiante desarrollar conocimiento desde diferente perspectiva: en el primero acumulación memorística, aprendizaje heteroestructurante y el otro desde la experimentación, aprendizaje autoestructurante. Pero cabe decir que dichos modelos respondieron a las épocas, necesidades e intereses de ese momento.

En tal sentido, el Sistema Educativo Colombiano actual requiere de una reestructuración, de un cambio profundo, debido a que la educación en Colombia, todavía sigue dedicada a transmitir informaciones impertinentes y fragmentadas. Así mismo están pensados los currículos, los sistemas de evaluación, la selección y formación de los maestros, los museos y hasta los concursos y noticieros de televisión. Han sido construidos para transmitir informaciones, pero no para interpretarlas, analizarlas de manera crítica e independiente.

Hay que situar la educación en Colombia en el contexto de una sociedad en la cual sobra información y faltan marcos conceptuales para interpretarla, de modo que la transmisión de datos no debería construir un fin principal de esta, sino que debería estar dirigida màs bien a dar sentido al mundo que nos rodea y a comprender las leyes y los principios que lo rigen. En este tenor cabría decir que la escuela en lugar de considerarse la única fuente de información, serviría más para integrar o reinterpretar esas diversas informaciones permitiendo un uso discriminativo o reflexivo de las mismas; por tal motivo se necesita con urgencia que los jóvenes sepan dónde y cómo encontrar dicha información, cómo interpretarla, analizarla y contrastarla de diversas maneras; que puedan trabajar hipotética y deductivamente con ella. Es decir, requerimos habilidades de pensamiento tales como: argumentar, deducir, inferir e interpretar

Además de lo anterior, observamos como en nuestro Sistema Educativo Colombiano, existe una supremacía de lo económico por encima de lo humano, convirtiéndonos en simples cifras de inversión que no permiten una verdadera transformación de la sociedad y que perpetúan el dominio de las clases dirigentes; situación que deriva en la imposición de modelos pedagógicos descontextualizados que no responden a las verdaderas necesidades e intereses de la sociedad: prácticas evaluativas estandarizadas que le apuestan a la “lectura crítica, pero que obliteran el pensamiento crítico. Como vemos la educación en Colombia no apunta al desarrollo integral de la persona, sino a la fragmentación de su compleja condición, que en palabras de Kant es una educación para la minoría de edad.

La educación tiene la responsabilidad social de formar y transformar la condición humana, o sea tiene la misión fundamental ante todo de humanizarnos. Es por ello que la apuesta de la escuela es el desarrollo de la integralidad de la persona; una escuela con la capacidad de ir a la vanguardia de los avances tecnológicos, sociales, culturales, políticos, etc. La escuela así concebida estará en capacidad de promover la construcción de un sujeto pensante, con posibilidad de hacer cosas, conocer, proponer, que respete las demás voces para construir su propia identidad, formado en valores y principios humanistas, que desarrolle habilidades y destrezas de pensamientos, que puedan afrontar situaciones problémicas con propiedad y elegir soluciones pertinentes en el mundo de hoy; más que aprender información, debe saber dónde y cómo encontrarla e interpretarla, ser un analista simbólico de la información, de tal manera que pueda construir nuevos conocimientos

En esta lógica, la escuela tiene la función de educar y formar para humanizar. Por tal razón, una educación pensada desde esta perspectiva, implicaría un discurso pedagógico que esté en relación con lo anterior y no siga en el instrumentalismo. Para que lo anteriormente dicho sea un hecho cumplido, se debe involucrar a un maestro que desde su práctica pedagógica posibilite el desarrollo de lo humano, más allá de los contenidos disciplinarios.

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