NIÑEZ TEMPRANA.

NIÑEZ TEMPRANA

En la niñez temprana los niños adelgazan y crecen mucho, necesitan dormir menos y desarrollan problemas de sueño, han mejorado sus habilidades para correr, brincar y lanzar la pelota; además pueden atarse los cordones dibujar con crayolas, empiezan a mostrar preferencia por usar la mano derecha o la izquierda.

Alrededor de los tres años empiezan a perder sus características infantiles y adquirir la apariencia a medida que desarrolla los músculos abdominales su barriga se endurece el tronco, los brazos y las piernas se hacen más largos, la cabeza es relativamente grande a comparación de su cuerpo. Otras partes de cuerpo la alcanzan a medida que las proporciones corporales se parecen cada vez más a las adultas; Por lo general tanto los niños como las niñas crecen entre 5 y 7 centímetros por año y aumentan entre 1.8 y 2.7 kilogramos al año durante la niñez temprana.

El crecimiento muscular y esquelético avanza haciendo los niños más fuertes, los huesos se endurecen de forma mas firme y protege los órganos internos; esos cambios coordinados por el cerebro y el sistema nervioso que todavía está en proceso de maduración procesan el desarrollo de una amplia variedad de habilidades motoras, la mayor capacidad de los sistemas respiratorios y circulatorios aumentas la resistencia física y junto con el sistema inmunológico en desarrollo, mantienen sanos a los niños.

El desarrollo del cerebro durante la niñez temprana es menos acusado que durante la infancia, pero el estirón de su crecimiento continua por lo menos hasta los tres años, momento en que su peso equivale a casi 90% del peso del cerebro adulto; la densidad de las sinapsis en la corteza pre-frontal alcanza su punto más alto a los cuatro años, a los seis años el cerebro a alcanzado casi 95% de su volumen máximo, pero existen grandes diferencias individuales, ocurre un cambio gradual en el cuerpo calloso que conecta los hemisferios izquierdo y derecho, este desarrollo continua hasta los 15 años y contribuye a mejorar funciones como la coordinación de los sentidos, procesos de memoria, atención y activación como el habla y la audición; entre los tres y los seis años el crecimiento mas rápido ocurre en las áreas frontales que regulan la planeación y organización de las acciones.

El desarrollo de las áreas sensoriales y motoras de la corteza cerebral permiten una mejor coordinación entre lo que los niños quieren y lo que pueden hacer; preescolares presentan grandes progresos en habilidades motoras gruesas como correr y saltar que involucran a los músculos largos, ya que sus huesos y músculos son más fuertes y su capacidad pulmonar es mayor pueden correr, saltar y trepar mas lejos y rápido.

Los niños de cuatro años pueden lanzar bien una pelota, la mayoría de los niños menores de seis años no están listos para participar en este tipo de juegos, el desarrollo físico se adecua mejor en el juego libre no estructurado; las actividades motoras finas como abotonar camisas y dibujar implican la coordinación entre el ojo, la mano y los músculos pequeños; la mejora de esas habilidades le permiten al niño asumir mayor responsabilidad en su cuidado personal.

La lateralidad manual es la preferencia por el uso de una mano en lugar de la otra y suele ser muy evidente alrededor de los tres años, la lateralidad no siempre esta tan bien definida; no todos prefieren una mano para todas las tareas, la probabilidad de ser zurdo es mayor entre los niños que entre las niñas.

Desarrollo artístico: los niños de dos años hacen garabatos no al azar sino en patrones como líneas verticales, a los tres años

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