Proyecto Del Bullying Capitulo I
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
UNIDAD EDUCATIVA “ALBERTINA ESCALONA DE SUROS”
BARQUISIMETO - ESTADO LARA
NIVEL DE ACOSO ESTUDIANTIL (BULLYlNG) DE LOS ESTUDIANTES DE 7mo Y 8vo GRADO DE LA UNIDAD EDUCATIVA
"ALBERTlNA ESCALONA DE SUROS" DE
BARQUISIMETO, ESTADO LARA
Febrero, 2013
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
UNIDAD EDUCATIVA “ALBERTINA ESCALONA DE SUROS”
BARQUISIMETO - ESTADO LARA
NIVEL DE ACOSO ESTUDIANTIL (BULLYlNG) DE LOS ESTUDIANTES DE 7mo Y 8vo GRADO DE LA UNIDAD EDUCATIVA
"ALBERTlNA ESCALONA DE SUROS" DE
BARQUISIMETO, ESTADO LARA
Autores:
Chirinos, Eusmerys
Montilla, Yesenia
Palencia, Ruth
Peña, Daniel
Rivas, Elienyer
Febrero, 2013
CAPITULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento Del Problema
El “Bullying” es un término de difícil traducción al español y se usa para hacer referencia al fenómeno del maltrato, intimidación o abuso entre compañeros. El primer término que se utilizó fue “mobbing”, que se empleo en las primeras investigaciones realizadas en la década de los setenta en el norte de Europa (Heinneman 1972, Olweus 1973), haciendo referencia al ataque colectivo que emprende un grupo de animales contra un animal de distinta especie, con frecuencia más grande y considerado enemigo natural del grupo (Lorenz, 1963). Pero el mobbing se limitó a designar conductas grupales con lo cual no podía usarse para agresiones individuales ni menos escolares. Para superar esta limitación comenzaron a utilizarse las palabras anglosajonas bully (persona o animal que se convierte en terror para el débil o indefenso) y bullying (intimidador). El bullying es un proceso complejo de victimización de otras personas que va más allá de las simples discusiones o malas relaciones entre compañeros. Inicialmente, la violencia escolar asumía la forma de actos vandálicos leves, como la rotura de cristales o las pintadas en paredes; sin embargo, los estudios actuales vienen a confirmar que la violencia escolar tiende hacia patrones de conducta más graves, relacionados con la violencia física y verbal hacia profesores y compañeros. Por ello, desde distintas organizaciones y/o instituciones se desarrollan iniciativas y programas dirigidos a la búsqueda de soluciones. La experiencia en varios centros educativos en los últimos años nos han situado en un lugar privilegiado para la observación de este problema, lo que me nos ha conducido, inexorablemente, a una profunda sensibilización sobre sus efectos en toda la comunidad escolar y en el proceso educativo en sí mismo. Pero el hecho de asumir la responsabilidad de realizar este trabajo investigativo nos ha exigido, además, la adquisición de un conocimiento más profundo con el que afrontar, con más garantías, la búsqueda de soluciones para los problemas que la violencia escolar plantea en la comunidad educativa que nos rodea. Afortunadamente no hemos estado sólo, ya que en esta labor se han comprometido otros colaboradores, por lo que si este estudio contribuye a mejorar el conocimiento existente sobre el problema de la violencia escolar y sobre los procedimientos utilizados en los centros relacionados con su prevención y/o tratamiento, todos nos sentiremos satisfechos. (Heinneman 1972, Olweus 1973).
Para ahondar más en la temática del bullying, los orígenes de la investigación se sitúan en Escandinavia a principios de los setenta en el cual se abre un amplio y prolifero campo de investigación en multitud de países europeos como Inglaterra, Irlanda, Italia, Alemania, España, Australia, entre otros; Investigaciones que no dejan de multiplicarse en muchos lugares del mundo desarrollado y en las que se está concluyendo sobre la naturaleza del fenómeno así como su prevalencia, por ello Heinneman (1972) y Olweus (1973) fueron quienes sentaron las bases teóricas de este fenómeno escolar a raíz de los efectos negativos que este tipo de maltrato causaba en los estudiantes de secundaria en Estados Unidos.
En este sentido, Sweeting y West (2001), encontraron que”…los jóvenes que son menos atractivos físicamente, que tienen sobrepeso, alguna discapacidad (problema de visión, oído o habla) o un bajo rendimiento académico, son más propensos a ser intimidados”. Desde esta perspectiva se puede afirmar que muchos de los agresores resaltan constantemente los defectos físicos de sus compañeros con la finalidad de ridiculizarle y humillarle ante los demás.
En las investigaciones realizadas en nuestro país por la ONA (Oficina Nacional Antidrogas), en el año 2007 a nivel nacional, se reportaron que el
40% del total de estudiantes de secundaria de Venezuela son víctimas de agresiones en las modalidades de ignorados (28%), excluidos (22%), discriminados 21%), físicamente agredidos (24%) y sexualmente acosados (10%). Del mismo modo, Becerra, Flores y Vásquez (2009), hallaron que el 45% de los alumnos de los colegios de Caracas eran víctimas de agresión y la modalidad más frecuente era la agresión verbal (67%). Cerezo (1997) señala en su estudio titulado “El maltrato estudiantil entre estudiantes del 5to Año de la educación diversificada del Instituto Manuel Cabré de Barquisimeto, Estado Lara que “si la institución educativa no se preocupa de esta problemática, para muchos alumnos lo “escolar” tendrá poco sentido frente a otros factores de desintegración y daño”, asociadas al bullying como las peleas, amenazas e insultos que inhiben cualquier posibilidad de desarrollo personal y el logro de aprendizajes. En algunos casos, la dureza de la situación acarrea pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin limitación de edad. Con mucha importancia se resalta el significado que posee las interacciones en el desarrollo de los estudiantes, interacciones que facilitan el aprendizaje de un amplio abanico de habilidades y actitudes que influyen en el desarrollo social y que también contribuyen al desarrollo emocional y cognitivo en gran medida. A diferencia de las relaciones que los niños y jóvenes mantienen con los adultos, en las relaciones entre los propios niños y adolescentes domina la igualdad de estatus; es decir, sus relaciones tienen
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