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Psicologia Evolutiva


Enviado por   •  4 de Febrero de 2014  •  7.054 Palabras (29 Páginas)  •  189 Visitas

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Crecimiento físico:

Por lo general, un recién nacido pesa 3,4 kilos, mide 53 centímetros y presenta un tamaño de cabeza desproporcionadamente mayor que el resto del cuerpo. En los tres primeros años el aumento de peso es muy rápido, después se mantiene relativamente constante hasta la adolescencia, momento en el que se da el `estirón' final, menor, no obstante, que el de la infancia. Los estudios realizados muestran que la altura y el peso del niño dependen de su salud, disminuyendo durante las enfermedades para acelerarse de nuevo al restablecerse la salud, hasta alcanzar la altura y el peso apropiados.

Motricidad:

Es la capacidad del hombre de generar movimientos por sí mismo, para esto tiene que existir una adecuada coordinación y sincronización entre todas las estructuras que intervienen en el movimiento (sistema nervioso, órganos de los sentidos, sistema musculo esquelético.)

La Motricidad puede clasificarse en Motricidad Gruesa y Motricidad Fina.

• El desarrollo motor grueso se determina como la habilidad que el niño va adquiriendo, para mover armoniosamente los músculos de su cuerpo y poco a poco mantener el equilibrio de la cabeza, del tronco, extremidades, gatear, ponerse de pie, y desplazarse con facilidad para caminar y correr; además de adquirir agilidad, fuerza y velocidad en sus movimientos.

Dicho factor es el primero en hacer su aparición en el desarrollo del menor, desde el momento en el que empieza a sostener su cabeza, sentarse sin apoyo, saltar, subir escaleras, etc; son otros logros de motricidad gruesa que, con el paso de los años, irá adquiriendo y aprendiendo.

• El desarrollo motor fino se hace patente un poco más tarde, este se refiere a los movimientos voluntarios mucho más precisos, que implican pequeños grupos de músculos y que requieren una mayor coordinación. Se observa cuando el pequeño se descubre las manos, las mueve, comienza a intentar coger los objetos y manipular su entorno. La motricidad fina incluye habilidades como; dar palmadas, la habilidad de pinza, realizar torres de piezas, tapar o destapar objetos, cortar con tijeras, hasta alcanzar niveles muy altos de complejidad.

Es importante destacar que influyen movimientos controlados y deliberados que requieren el desarrollo muscular y la madurez del sistema nervioso central. Aunque los recién nacidos pueden mover sus manos y brazos, estos movimientos son el reflejo que su cuerpo no controla conscientemente sus movimientos.

El desarrollo de la motricidad fina es decisivo para la habilidad de experimentación y aprendizaje sobre su entorno, pues posteriormene juega un papel central en el aumento de la inteligencia. Las habilidades de motricidad fina se desarrollan en un orden progresivo

La coordinación fina (músculo de la mano) es fundamental antes del aprendizaje de la lecto- escritura, si analizamos que la escritura requiere de una coordinación y entrenamiento motriz de las manos en complejidad, para lograr el dominio y destreza de los músculos finos de dedos y manos.

Un buen desarrollo de esa destreza se reflejará cuando el niño comience a manejar los signos gráficos con movimientos armónicos y uniformes de su mano en la hoja de cuaderno.

Desplazamiento

“Los desplazamientos se pueden considerar como toda progresión de un punto a otro del espacio, utilizando como medio el movimiento corporal total o parcial” (Sánchez Bañuelos, 1984); siendo una de las habilidades básicas más importantes, porque en ellos se fundamentan gran parte del resto de las habilidades. Dentro del trabajo de los desplazamientos, a la vez que estos se mejoran y perfeccionan creándose patrones de movimientos; el niño toma contacto con el espacio que le rodea, mejorando así su estructuración espacio-temporal. Por la variedad de desplazamientos que existen, estos se pueden trabajar de muy diversas formas, consiguiendo así que el niño no se aburra y esté motivado; pero para conseguir una buena base de desplazamientos, hay que procurar que el individuo tenga la oportunidad de variar de velocidad, realizar cambios de dirección y de reaccionar con soltura.

Además de estos desplazamientos naturales, existen los Desplazamientos Construidos o no Habituales, que son los que realizamos con un objetivo prefijado y que derivan de los naturales, cobrando gran importancia en Educación Infantil, ya que por su variedad, van a potenciar la motricidad del niño y en definitiva, su Coordinación.

Los Desplazamientos Habituales:

1. La Marcha: “Apoyo sucesivo y alternativo de los pies sobre una superficie de desplazamiento en ausencia de fase aérea. Evoluciona a partir del patrón motriz elemental de andar”.Cepero (2000).

Es una habilidad muy compleja, de hecho, su patrón maduro no se alcanza hasta la adolescencia (en ocasiones especiales). Según Rigal (1987) (citado por Fernández y cols., 2007), la marcha constituye la última etapa importante del desarrollo motor, porque confiere al niño autonomía en sus desplazamientos y la capacidad de conocer su entorno.

La evolución del patrón de andar, según Rigal (1987) (citado por Fernández y cols., 2007), lleva los siguientes patrones:

La longitud del paso se va incrementando poco a poco anualmente. Normalmente, el contacto del pie con el suelo es plano cuando comienzan a andar, aunque algunos pueden iniciar el patrón andando de puntillas. Poco a poco se producen algunos cambios, hasta alcanzar una menor flexión de la planta del pie, que provoca el contacto por medio del talón.

La colocación de los pies, normalmente suele ser separada, pero la angulación de los pies hacia afuera va disminuyendo durante el primer año.

En cuanto a la cadera, la excesiva flexión de ésta al final del balanceo de la pierna hacia delante, a veces da la impresión de que el niño “está subiendo”, aunque la distancia entre los pies sea mínima. Poco a poco dicha flexión irá disminuyendo.

El apoyo elemental a la hora de andar, se inicia con un contacto de todo el pie con la rodilla flexionada, que se mantiene en el primer año, pero a partir del año y medio, es seguido por una extensión de ésta, después de apoyar el talón.

Finalmente, con respecto a la acción de los brazos, al comienzo se mantienen abiertos y flexionados por los codos. La apertura y flexión de los codos irá descendiendo progresivamente. Antes de los dos años, la gran mayoría de los niños mueven los brazos de forma opuesta a las piernas.

2. La Carrera: “Apoyo sucesivo y alternativo de los pies sobre la superficie de desplazamiento, con existencia de fase aérea debido al incremento de la velocidad. Evoluciona a partir del patrón motriz elemental de correr”. Cepero (2000).

La diferencia entre la marcha

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