Psiquis y Sociedad: ¿Dos caras de la misma moneda?

Psiquis y Sociedad: ¿Dos caras de la misma moneda?

Resumen: Este texto, esboza una argumentación de los cimientos de la identidad del sujeto a partir de la influencia sociocultural^[a], el contexto histórico, los factores externos y el lenguaje que lo acompaña. Consiste en el proceso de conceptualización que se inicia con el análisis de la influencia social como factor alienante en la individualidad y, viceversa, y como se permea en el comportamiento humano. Se es sabido que los hombres son seres sociales por necesidad más que por naturaleza, pero hasta qué punto el parámetro determina la conducta de un individuo, y de qué forma caracteriza su esencia. Siendo dos orientaciones autónomas con carácter propio, es menester su interdependencia, aquel punto donde lo biológico y lo social coexisten sin que uno displace al otro. Se busca describir como la cultura y las circunstancias históricas adquieren cierto poder en todos esos agentes de la singularidad de las personas y la importancia que tienen las perspectivas subjetivas en la equivalencia de dichos componentes.

Abstract: 

Palabras Clave:

• Sujeto, Sociedad, Masa, Identidad, Cultura, Lenguaje.^[b]

 “Por el solo hecho de formar parte de una multitud, desciende, pues, el hombre varios escalones en la escala de la civilización”

Gustave Le Bon

Es posible pensar^[c] que el ser humano en sus ^[d]constantes transformaciones, es influenciado en su totalidad por la cultura, y por consiguiente, de los factores ligados a esta. El ser humano en el transcurso de la evolución, tiene un objetivo fijo de darle sentido a su existencia a partir de los contenidos de la cultura, es en esa medida que se está en busca continua de la identidad,^[e] entendida como “conjunto de los rasgos propios de un individuo o de una comunidad, que permite distinguirla de otras en un grupo”. (Diccionario de la Real Academia Española, 22° edición).

El ser sujeto es una cualidad propia del ser vivo. El animal humano, actúa por instinto, por hechos innatos que no están supeditados a conocimientos previos, sin embargo, los elementos contextuales de los individuos emergen de acuerdo al punto del cual se mire, es decir, hay un factor biológico y un factor social. ^[f]

El ser humano desde su nacimiento y a lo largo de su vida tiene unos agentes que son interdisciplinarios, la genética, la herencia, la familia, la sociedad, construyen las primeras ideas y formas de interactuar^[g], y de esta forma, se generan esquemas y marcos de referencia a los que (George Lakoff, 2004, p.5) llama “estructuras mentales que conforman nuestro modo de ver el mundo, no pueden verse ni oírse, hacen parte del inconsciente cognitivo” Por muchos años, la especie humana ha evolucionado y a través de ese desarrollo, se han encontrado nuevas formas de relacionarse, nuevas formas de interactuar con el otro, con la cultura, con el medio; todo esto en pro de la adaptación del sujeto que se adecúa según las circunstancias de cada época. Los estímulos pueden ser los mismos, pero las respuestas cambian a medida que surgen nuevas exigencias.         

Las ciencias humanas obedecen al orden y a la disciplina del control, buscan normalizar al ser humano, de esta forma se construye una realidad basada en certezas, de carácter positivista y experimental, que combinan la razón y la experiencia para llegar a la verdad. Partiendo de esta premisa, es válido decir que el hombre es considerado hombre porque la simbología y las normas de comportamiento lo han nombrado así, y que los seres humanos ^[h]se observan de manera individual, son inteligentes y la masa es estúpida, amorfa; se nace egoísta, egocéntrico y auto centrado y se desconoce la existencia del otro.^[i] Pero, que paradójico se torna el curso, puesto que las necesidades derivan de los deseos de los hombres, y para poder darle cabida, es imperativo cuestionar ¿Cómo puede existir la unidad, si acaso esta, está conformada por unidades individuales?

La identidad es en principio individual, desde la dimensión del desarrollo singular, propio y particular de cada individuo^[j]. “^[k]Lo primero que puede notarse es que las dos instancias, lo individual y lo social, lo mental y lo material, lo psíquico y lo físico, se ponen como dos asuntos completamente separados, cada uno con su propia sustancia y su propia lógica que no tienen nada en común, paralelas e inconmensurables” (Ovejero, 2010, p.235). No obstante, la cultura también tiene la capacidad de formar una identidad grupal a partir de los sujetos individuales, aunque para poder existir, en esencia, debe sofocar los instintos naturales primarios del hombre, es decir, debe basarse en la represión, sin represión no hay socialización, la cultura es aquella que comprime al sujeto y no le permite actuar en medida de sus pulsiones, y, en ese momento, se produce un malestar, que puede volverse uniforme y su intención es movilizar a varios sujetos, a esto se le conoce como el malestar de la cultura. “Esta escuela psicosociológica propone otra forma de concebir al ser humano: como un «individuo colectivo» donde se entienda a la construcción social como fuente y parte de los procesos simbólicos que le dan sentido a los sujetos; reconociendo abiertamente a la psicología social como el pretexto para analizar las realidades producidas por la intersubjetividad” (Ovejero, 20101, p. 236).

Si se observa con detalle, se puede deducir que en el intento de comprender la sociedad desde una perspectiva psicológica, la comunicación y el lenguaje toman un papel preponderante en las representaciones sociales, ya que por medio de ellos se es posible nombrar el mundo e impulsar la conciencia grupal, caracteriza las realidades en cuanto la coexistencia de las ^[l]actividades individuales en la vida social. El aspecto social determina las condiciones individuales, brinda las bases necesarias para la constitución del sujeto, y es a partir de ese vínculo que devienen el lenguaje y la cultura misma. Hegel (citado por Pérez Soto, 2009, p.25) piensa que “los hombres son, en esencia, completamente productores de sí mismos, aunque han vivido atribuyéndole su ser a algún otro”. Podría tomarse contradictorio, no obstante, desde un punto medio, se mantiene un hilo de cohesión que une lo psicológico a lo sociológico, la relación con el otro nos constituye como humanos y los contenidos de la mente son sociales, aunque estos últimos a su vez, son contenidos psíquicos.

...