SORDOCEGUERA EN TIEMPOS DE PANDEMIA: NUEVOS RETOS DE COMUNICACIÓN

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SORDOCEGUERA

EN TIEMPOS DE PANDEMIA:

NUEVOS RETOS DE COMUNICACIÓN

PROPUESTA II: Los desarrollos diferentes “desde dentro”

DAVID GARCIA RODRÍGUEZ

DNI 05.919.358-D

Teléfono: 696736123

CENTRO ASOCIADO: Lorenzo Luzuriaga (Valdepeñas)

Tutor: Profa. Gloria Mata Gamero

Asignatura: Alteraciones del Desarrollo

Curso Académico: 2020-2021

1. INTRODUCCIÓN

La sordoceguera es una discapacidad con carácter propio, que resulta la unión de dos deficiencias sensoriales (visual y auditiva), la cual produce en las personas que la sufren problemas de comunicación y necesidades especiales, debidas especialmente al inconveniente de percibir de una forma global, conocer, comprender, interesarse y manejarse en el entorno que les rodea. La comprensión y asimilación del mundo exterior es difícil para el niño sordociego. Las apreciadas fuentes de información, como son vista y oído, están cuanto menos limitadas, aunque la pérdida no sea total en ambos canales, la información que obtienen es incompleta o está distorsionada. La persona sordociega no sabe en muchas ocasiones lo que hay o lo que pasa a su alrededor y su mundo será un desorden continuo, a menos que se intervenga y se le facilite la información necesaria, que le ayude y así él pueda darle sentido a las cosas. No existe nada, fuera de él mismo que pueda interesarle, por ese motivo habrá que fortalecer todos aquellos aspectos que despierten su interés por investigar o comunicarse. La sordoceguera debe valorarse como una discapacidad diferenciada, teniendo presente a aquellas personas que la padecen, puesto que no pueden valerse directamente de los servicios destinados a deficientes visuales, auditivos o a ambos, por lo tanto, es indispensable anteriormente adaptarlos, estableciendo los métodos especiales para comunicarse y el entrenamiento específico para encarar la vida cotidiana.

Pero hemos podido comprobar como esa cotidianeidad era más frágil de lo que podíamos imaginar. Vivimos una situación insólita (continuamos viviendo) e histórica en el mundo moderno que nos ha mostrado una realidad que, aun probable, era intangible, permanecía remota, casi invisible a la posibilidad de plantearnos otros futuros posibles, menos plácidos y, en consecuencia, más vulnerables, ya no únicamente para el colectivo con discapacidades.

Y aunque los ciudadanos españoles permanecimos confinados en nuestras casas desde que se decretó el estado de alarma el 14 de marzo de 2020, no fuimos ajenos a lo que pasaba fuera. La televisión, la radio e Internet se convirtieron en aquellos días en la ventana hacia el mundo exterior, pero hubo y continúan habiendo personas que no conocieron cuál era la situación por las nuevas dificultades que se les plantearon en el ámbito de la comunicación. Uno de estos colectivos han sido las personas con sordoceguera.

Para los sordociegos, esa situación de aislamiento, se sumó al aislamiento que ya de por sí poseían, planteando un escenario de aislamiento doble.

1. ANÁLISIS Y DESCRIPCIÓN DE LOS ASPECTOS MÁS RELEVANTES QUE SEÑALA/N LA/S PERSONA/S 

Varios han sido los casos que han trascendido en los medios de comunicación a través de entrevistas personales. Principalmente podríamos agruparlas en dos:

-1er Grupo. 

Sordociegos con ciertas habilidades táctiles que les ha permitido desenvolverse en su día a día. Como el caso de Javier García Pajares, doble graduado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas. Confinado en casa en Madrid y solo, el joven sordociego relataba su experiencia:

"Creo que he sabido adaptarme muy bien. Llevo 12 días sin pisar la calle, ni siquiera para ir a comprar, y ello porque soy sordociego y me desenvuelvo con ayuda de mis manos, lo que significa que si saliera estaría muy expuesto al coronavirus", comenta este chico, que perdió la audición a los 14 años y la visión a los 16.

Algunos sordociegos han asegurado a distintos medios que su discapacidad no les ha impedido hacer cosas en sus hogares mientras duró el confinamiento: trabajar, hacer deporte, meditar, hablar con familiares y amigos o leer.

Cierto es que gran parte de ellos aseguraban que quizá lo tenían más fácil por estar muy familiarizados con ciertas tecnologías como sistemas alternativos de comunicación, incluso permitiéndoles teletrabajar desde sus casas con normalidad, comunicándose con sus compañeros de trabajo a través del ordenador con la ayuda de una línea braille o dispositivo que lee en braille todo lo que aparece en la pantalla del ordenador.

Algunos, admiten haber explorado otras vías de comunicación con cierto éxito como Skype, conectando aplicaciones como la descrita de línea braille al móvil, abriendo el chat para facilitar la lectura en braille pudiendo realizar una videollamada.

Por otro lado, sabemos que el término “coronavirus” ya ha sido adaptado a lengua de signos, pero ¿qué pasa con los que se comunican a través de las manos? Pues ha supuesto un cierto problema ya que todavía muchos sordociegos no han tenido tiempo de adaptarlo a la palma de sus manos, que es en muchos casos por donde les llega la información.

El contacto también supone un problema en esta situación, dado que las recomendaciones de Sanidad se han basado y se basan, fundamentalmente, en el confinamiento o aislamiento individual para evitar el contacto con otras personas y, en caso de tener que salir a la calle, mantener un metro y medio de distancia.

Algunos sordociegos relatan las medidas que han tomado para seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias, evitando los contactos al máximo. Siempre con guantes y mascarillas, además de utilizar fórmulas como estirar los brazos para estar lo más distanciados posible. De hecho, algunas guías-intérpretes que han continuado trabajando con personas sordociegas, cubriendo servicios esenciales, han adoptado estas medidas y, cuando las características de la persona sordociega lo han permitido, afirman haber recurrido a la videollamada.

- 2º Grupo

Si bien hay personas con más independencia, también tienen casos de personas que no entienden lo que está pasando, del porqué de las razones por las que no va a visitarles la mediadora, que es básicamente la persona con la que se comunican, ya que el día a día de estas trabajadoras se basa en la atención directa y en el contacto. Las personas sordociegas no tienen un nivel de comprensión como el nuestro y en algunos casos de debe explicar la situación de una manera especial que requiere cierta sensibilidad especial, casi como un niño de corta edad.

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