Sexualidad En Otras Culturas
Enviado por SilviaSolo • 18 de Abril de 2014 • 1.047 Palabras (5 Páginas) • 399 Visitas
La sexualidad en otras culturas
La sexualidad humana se encuentra claramente determinada por las apreciaciones que la cultura determina como correctas, permitidas o adecuadas. Marca condiciones dentro de las cuales el sujeto puede o debe implementar o desarrollar su comportamiento erótico o sexual. Esto hace que se abran nuevas posibilidades para que el estudio y la comprensión de la sexualidad sean más complejas al estar marcada por las variables culturales.
Se podría afirmar que la sexualidad es una construcción social ya que no solo es producto de la naturaleza biológica sino también, del entorno cultural y social en el que está inserto el individuo.
La sexualidad aparece como una pertenencia de personas sociales integradas dentro del contexto de distintas y diversas culturas sexuales. Esto nos dice que muy pocos son los que viven su sexualidad como quieren y muchos como pueden. Somos seres culturales por excelencia; y la cultura es algo que se da y se define en la sociedad, los individuos asumen y contrarían, en mayor o menor medida, en su proceso de socialización.
Freud, en "El malestar en la cultura", se pregunta si esta contribuye al bienestar de la humanidad o, por el contrario, alimenta sus miserias. Así mismo, plantea que la cultura persigue el establecimiento de vínculos que unan a los hombres y que esta unión corre a cargo de las fuerzas libidinales del psiquismo humano. Para llevar a cabo esta tarea, la cultura introduce restricciones en la satisfacción de los instintos. Controla los impulsos sexuales y agresivos del hombre –especialmente estos últimos– generando en él un super-yo o conciencia moral que los canaliza y dirige contra el propio sujeto. De este super-yo emanan los sentimientos de culpabilidad y la consiguiente necesidad de castigo: al internalizarse la autoridad, la conciencia moral tortura al yo generándole angustia.
No podemos negar que existen una serie de expectativas culturales en relación a la sexualidad. La no concreción de estas expectativas llevan a las personas a sentirse fuera del sistema. La visión de vivir la sexualidad como pecado, visión instalada en el imaginario judeocristiano y no como don de Dios, nos ha llevado a vivenciarla como algo oscuro e inconfesable asociado a la culpa. Serviría de ejemplo, sin ponerlo a juicio moral y religioso, lo que sucede con aquellos que tienen una orientación sexual diferente a la heterosexualidad. ”La opresión a la que están sometidos bisexuales, lesbianas y homosexuales. Se postula que la opresión tiene su origen en un conjunto de creencias culturales denominadas sistema de géneros, son normas sociales que definen cómo deben ser y comportase las personas de acuerdo a su sexo biológico (…) que se enfrentan a distintas formas de exclusión, discriminación y violencia debido a que no siguen estas normas en dos aspectos: su orientación sexual y en ocasiones en su rol de género (algunos homosexuales son femeninos y algunas lesbianas son masculinas).
Las normas sociales que conforman al sistema de géneros se expresan en cinco formas de opresión: ocultamiento de la homosexualidad, asignar significados negativos a la homosexualidad y a la trasgresión de los estereotipos de género, violencia y discriminación por homofobia y la exclusión
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