Tesis de Psicologia. Niños con Trastornos del Neurodesarrollo
Enviado por Gregoria Beatriz Jhon • 3 de Febrero de 2020 • Tesis • 3.996 Palabras (16 Páginas) • 356 Visitas
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema
El ser humano es un complejo sistema de órganos en el cual cada uno cumple una función distinta pero que a su vez tienen elementos en común. Entre los sistemas del cuerpo humano se encuentra el sistema nervioso cuyo rol esencial es captar y procesar todo tipo de información procedente del entorno o del propio cuerpo, controlando y coordinando a los demás órganos. Para Ludwing y Romero (2015) el sistema nervioso “Es una red compleja de estructuras especializadas (encéfalo, médula espinal y nervios) que tiene como misión controlar y regular el funcionamiento de los diversos órganos y sistemas, coordinando su interrelación y la relación del organismo con el medio externo” (p.2). Cuando dicha red no da las respuestas adecuadas se habla de que hay alteraciones o retrasos en el desarrollo de funciones, por consiguiente, se presentan los Trastornos del Neurodesarrollo, que se van manifestando según el proceso evolutivo del niño.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría DSM-5 (2014), en el cual se recogen los estudios más recientes sobre la evolución y clasificación de los trastornos mentales que define a los Trastornos del Neurodesarrollo de la siguiente manera:
Un grupo de afecciones con inicio en el periodo del desarrollo. Los trastornos se manifiestan normalmente de manera precoz en el desarrollo, a menudo antes de que el niño empiece la escuela primaria, y se caracteriza por déficits del desarrollo que produce deficiencias del funcionamiento personal, social, académico u ocupacional. El rango de los déficits del desarrollo varía desde limitaciones muy específicas del aprendizaje o del control de las funciones ejecutivas hasta deficiencias globales de las habilidades sociales o de la inteligencia (p. 80).
Por otra parte Yáñez (2016) considera que los trastornos del neurodesarrollo “pueden aparecer como un desarrollo inapropiado en uno o varios dominios cognoscitivos o conductuales; es decir, las habilidades no se presentan o lo hacen de manera deficiente en edades claves para su aparición”(p.5); es ante esta situación que los padres comienzan a observar en la dinámica social y familiar que su hijo tiene algo que no es normal, que actúa de una manera inadecuada, para los padres no es de fácil aceptación, mucho menos si es una condición neurológica con lo que tendrá que vivir por siempre.
Autores como Blache, Davis & Day , Potier, Day & Pistrang, consideraron que las reacciones que tienen los padres ante el hecho de tener un hijo con algún trastorno de neurodesarrollo se pueden clasificar en “fase de shock, fase de reacción y fase de adaptación” Mas sin embargo este proceso no siempre es así, no se puede considerar como un proceso lineal, sino que se presenta de manera circular, es decir existen periodos de avance, periodos de incertidumbre y algunos periodos de estancamiento. Periodos en el cual los padres y las familias experimentan sentimientos de tranquilidad precedidos por sentimientos de impotencias o inseguridad.
En este mismo orden de ideas, Muntaner (1998) considero que los padres de niños con discapacidad “sufren una fuerte conmoción tras recibir la noticia de la discapacidad de su hijo” este aspectos rompe todas las expectativas de los padres en cuanto a la esperanza de traer un niño sano al mundo. Y en consecuencia son sumergidos en una situación de desconcierto y preocupación que se traduce en impotencia y soledad. Para el autor antes mencionado, la conmoción está asociado al momento en el cual los padres conocen el diagnóstico de su hijo quien presenta un trastorno de neurodesarrollo. Este momento puede ser un detonante para la familia esta conmoción genera actitudes negativas, surge la vergüenza, la rabia, la angustia, el miedo y otros sentimientos.
Para Yáñez (2016) “Los trastornos de neurodesarrollo tienen una repercusión importante en la vida del individuo que los padece y de su familia, por lo que requieren en mayor o menor medida, apoyo profesional para superarlos y, o compensarlos. Su pronóstico está en función de lo acertado del diagnóstico y de la intervención” (p.6). Para una familia el niño que nace con algún trastorno en el desarrollo provoca gran decepción y un gran impacto psicológico y emocional en los padres y entre los miembros que la conforman, a quienes les resulta difícil abandonar la imagen ideal que se habían creado de él. Se produce entonces una ruptura con las fantasías y con el vínculo que se había establecido previamente, lo que supone el inicio de un intenso proceso de duelo por la pérdida del hijo deseado.
La incidencia de esta realidad en el seno familiar es notoria, la familia cambia de rumbo hecho que afecta la dinámica natural de la familia, repercutiendo en las relaciones interpersonales de sus miembros, aparecen las confrontaciones por tareas y aspectos de la cotidianidad, ligadas a la responsabilidades, los compromisos, trabajo, tiempo, horario, la relación conyugal, en fin surgen otras prioridades y necesidades (Muntaner, 1998).y a su vez surge la urgente necesidad de afrontar la condición especial del nuevo miembro de la familia.
Para Ramírez y Mogollón (2013) enfatizan que dentro de la dinámica familiar está la relación conyugal, que también se ve afectada, se deteriora poco a poco por diversos factores, entre los que se mencionan:
El tiempo de dedicación que implica el cuidado de un hijo con una condición, el agotamiento que genera estar atentos a las demandas de atención, o si son parejas jóvenes y el hijo es producto de la primera gesta, existe el miedo a quedar embarazados nuevamente y que se repita la historia. Se desvirtúa la razón inicial por la que se juntaron y unieron sus vidas como pareja, muchas veces terminando en divorcio por no poder superar sus diferencias y aceptar su realidad (p.54)
Enfrentar esta crisis para la familia es una oportunidad de crecimiento, madurez y fortalecimiento, es un momento en el que pueden aparecer trastornos o desviaciones en algunos de sus miembros tras el sentimiento de culpa que se genera o ante la no aceptación de haber procreado un hijo con alguna discapacidad o algún trastorno de neurodesarrollo, ya que cada miembro vive de manera particular el duelo. (García y Melo, 2013)
Núñez (2007) recoge en su libro “Familia y discapacidad. De la vida cotidiana a la Teoria” testimonios de algunas personas con hijo que presentan algún trastorno de neurodesarrollo o alguna discapacidad, menciona que las familias refieren que “hay un antes y un después en el momento del diagnóstico” considera el autor que son varias las razones que pueden explicar esta reiterado sentimiento de los padres, entre las que se encuentran:
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