Trastorno de Identidad Disociativa

INTRODUCCIÓN

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-5), define la disociación como una interrupción y / o discontinuidad de la integración normal y subjetiva del comportamiento, memoria, identidad, conciencia, emoción, percepción, cuerpo. representación y control motor. ^[1]

El Trastorno de Identidad Disociativa (TID) es un trastorno que se caracteriza por la existencia de dos o más identidades muy diferentes entre sí que controlan el comportamiento de la persona de manera alternante. De forma constante este trastorno y otros de su mismo grupo han sido tachados de inexistentes por sus características propias, llegando a publicaciones en las que se niega totalmente su existencia pese a que se ha demostrado su prevalencia y su diagnóstico se sigue realizando actualmente^[2]

La causa del TID no se entiende completamente aún. Se cree que se debe al abuso físico y sexual severo, particularmente durante la infancia. Entre las personas con TID en los EE. UU., Canadá y Europa, aproximadamente el 90% informa antecedentes de abuso en la infancia^[3].

Es por ello que debe analizarse cada punto que esta enfermedad tiene, es posible que se trate de un resultado de la exposición de niños a conductas violentas por parte de personas adultas quienes desconocen los resultados de esa acción.

JUSTIFICACIÓN

Dado que el número de detección de trastornos mentales ha aumentado en los últimos años, es de entender que trastornos como el que aborda esta investigación presentan ahora más casos, afecta principalmente a mujeres en una relación de 3 a 1 respecto a los hombres; representando el 1% de los diagnósticos en trastornos mentales, por este motivo es de suma importancia informarse e informar al mayor número de personas posibles sobre las implicaciones del trastorno con el fin de cambiar el entendimiento de este.

Este trastorno es poco conocido y sin duda, uno de los menos investigados, lo cual es alarmante para el índice numérico de personas que lo padecen y simultáneamente causa un problema a los pacientes dado el medio en el que se encuentran, dentro de una sociedad desinformada.

Es por este motivo que, siguiendo el principio de nombrar a los problemas para poder afrontarlos; se expone de forma objetiva diferentes variables realistas de este trastorno.

Los pacientes con el TID causan una malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento^[4] por lo que es de suma importancia prevenir el desarrollo de dicha enfermedad, así como el deterioro mencionado en el criterio diagnóstico para que el paciente de esta pueda mejorar su desempeño social en todos sus aspectos. Por ello se considera que no hay que dar todo aún por sentado en un tema que tiene discusión abierta entre psiquiatras de todo el mundo.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El trastorno de identidad disociativa es un trastorno muy poco conocido dentro de nuestra sociedad y dado a esto, las personas tienden a hacerse ideas erróneas sobre aquellos que la padecen, a lo largo del tiempo este trastorno fue ignorado y juzgado por la complejidad que lo caracteriza.

Las personas que manifiestan el trastorno de identidad disociativa a menudo son sentenciadas por la sociedad poco informada acerca del tema dando como resultado una respuesta de miedo ante estos pacientes. Se analizarán una serie de artículos, libros y estadísticas para poder dar con un resultado satisfactorio. Con base a lo anterior expuesto se pone a consideración:

¿Es el trastorno de identidad disociativa una enfermedad socialmente peligrosa?

OBJETIVOS

Este proyecto busca dar a conocer de manera objetiva y realista las implicaciones de este trastorno, incluyendo los síntomas que no son evidentes a primera vista, así como aquellos que no constituyen un episodio disociativo. De esta forma demostrando que los pacientes con esta enfermedad no son peligrosos como los medios han hecho ver, en la mayoría de los ejemplos gráficos, que tienen lugar en los diferentes medios de comunicación y que no tienen por qué ser personas indeseables o incluso peligrosas.

  PROCEDIMIENTO

Se incluyeron los criterios diagnósticos para el Trastorno de Identidad Disociativa 300.14 (F44.81) contenidos en el DSM-V, así como los comentarios del Dr James Morrison de su edición comentada de este mismo. Se consideraron todos los artículos encontrados en PubMed y en Google Scholar en inglés para que respondieran al motor de búsqueda Dissociative Identity Disorder, de los cuales se filtraron a aquellos relacionados con su diagnóstico, sintomatología, tratamiento e implicaciones sociales. De una segunda búsqueda se recuperan datos de morbilidad en México de las mismas fuentes y se recuperan del INEGI gráficas del promedio de familias que presentan violencia familiar, por último, se recupera un estudio acerca de los procesos judiciales relacionados a este trastorno.

RESULTADOS

Se encontraron 1099 resultados que coinciden con el motor Dissociative Identity Disorder, filtrando aquellos que hablan únicamente de diagnóstico y tratamiento, coinciden sólo 509, sumando el motor peligroso no se encuentra ningún estudio y sumando el motor violencia se encuentran 14, de los cuales ninguno menciona que sean personas socialmente violentas, así mismo, para tener un mayor acercamiento al ambiente psiquiátrico se consultó un expediente clínico de un paciente con este trastorno.

Se sabe también que este es un trastorno resultado del desarrollo postraumático de inicio en la infancia^[5], suele ser provocado por un trauma crónico y progresivo durante la infancia. Esto puede ser corroborado con el siguiente extracto de la historia clínica: “El paciente expresa dolor de cabeza persistente, cansancio y malestar general, falta de concentración. Los padres refieren conductas auto-violentas y erráticas. (…)  asistió a terapia psicológica con anterioridad donde se le trataron síntomas relacionados con la ansiedad, pese a esto fue remitido a consulta psiquiátrica anterior a esta, con duración de 2 años donde se le dio un diagnóstico inicial de Depresión Psicótica,  que más adelante fue superado por Trastorno Límite de la Personalidad, fue hasta hace 2 años que el paciente recibió un diagnóstico correcto con el que se ha trabajado y se han obtenido resultados,”^[6] Analizando ese fragmento, así como considerando el resto del expediente, no se menciona que el paciente presente conductas violentas hacia las demás personas.

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