Trastornos
Enviado por Kaisby • 27 de Noviembre de 2014 • 3.036 Palabras (13 Páginas) • 235 Visitas
República bolivariana de Venezuela
Ministerio del poder popular
Para la educación superior.
Instituto tecnológico READIC- Unir
Escuela de Psicopedagogía.
Catedra: Psicopatología.
Sección: S121
Psicopatología.
Integrantes:
Keily Fernández
Ricardo Luzardo
Jauximar Arrieta
Kaisby Trompiz
1- Trastorno de la Conducta Perturbadora
Los niños y adolescentes que presentan problemas de comportamiento, son todo un desafío para nosotros, los psicopedagogos, que tenemos que comprender y aproximarnos a las posibles causas de dichos trastornos, para poder así iniciar un tratamiento que permita a dichos sujetos reinsertarse en los contextos familiares, escolares y sociales al cuál pertenecen.
Cuánto más pequeño es el niño, más difícil se hace el diagnóstico, ya que una característica de la primera infancia es que son inquietos, impulsivos y hablan todo el tiempo sin saber si realmente ellos escuchan las consignas o límites que nosotros, los adultos queremos que acaten.
Existen también, algunos problemas de salud mental con cargas emocionales, que provocan dificultades en la adaptación social.
Todos estos elementos son preocupantes para padres y docentes que ven perturbado el desarrollo esperable, en el sujeto que atraviesa estas problemáticas.
Se necesita de diagnósticos precisos y tratamientos médicos, psicológico y/o psicopedagógico. Con estos tratamientos se trata no solo de mejorar la situación del sujeto en cuestión sino de las personas de su entorno que podrían estar afectadas por el comportamiento del niño o adolescente.
El trastorno de conducta tendría sus orígenes en conflictos familiares, maltrato infantil o juvenil, abuso, pobreza, alteraciones genéticas, consumo de drogas o alcohol en los progenitores. Creo que no hay una sola causa que desencadene una problemática sino que es la interrelación de varias de ellas y de experiencias del contexto socio- cultural donde está inserto el individuo con dificultades.
Algunos de los signos más comunes del trastorno de conducta son la intimidación, las peleas y el hecho de quedarse en las noches fuera del hogar. Estos sujetos no ocultan su agresividad y tienen problemas para hacerse de amigos.
Entre los comportamientos más comunes solemos encontrar conductas agresivas y hasta perversas para con animales y personas, destrucción de objetos tales como juguetes o útiles escolares, robo, vandalismo, incendios, mentiras, engaños, impulsividad seguida de irritabilidad, en varias oportunidades intervienen en peleas físicas. En todas estas conductas, los sujetos que las originan, no sienten culpa por lo que realizaron y se justifican considerando que actuaron en defensa de sus derechos y su persona.
Los tipos de trastorno de conducta que necesitan ser tratados por profesionales de la salud son los siguientes:
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: Tratamiento con neurólogo y terapia. Si el niño presenta dificultades escolares, muchas veces, se necesita un tratamiento psicopedagógico.
- Trastorno antisocial limitado al contexto familiar: Terapia y tratamiento familiar y orientación a padres.
- Trastorno antisocial en niños no socializados: Además de las terapias psicológicas y médicas, a veces, es necesario apartar al niño de su núcleo familiar si es abusado o maltratado.
- Trastorno antisocial en niños socializados: Terapia psicológica y/o psicopedagógica.
- Trastornos antisociales con emociones mixtos (depresión o exaltación): Terapia, muchas veces medicación psiquiátrica, orientación a padres, etc.
En la medida en que el comportamiento de los niños o jóvenes no mejora, o no reciben tratamiento, es esperable que ellos desarrollen también, problemas de personalidad.
Es importante resaltar que cuánto más temprano se realice el diagnóstico y tratamiento para estos problemas de conducta, mayores son las probabilidades que tendrá el sujeto de aprender mejores técnicas de adaptación y de prevenir algunas de las posibles complicaciones personales y sociales que estas patologías provocan.
2- ) Trastorno de Ansiedad por Separación
El trastorno de ansiedad por separación (TAS) es una manifestación psicopatológica, caracterizada por la incapacidad del niño de quedarse y estar a solas. En este caso el niño no es capaz de separarse apropiadamente de la persona que es emocionalmente significativa para él. La angustia del TAS es excesiva y sobre lo esperado para el nivel de desarrollo del niño, es decir, no es una angustia normativa.
Diagnostico y características del tas.
Las manifestaciones incluyen malestar emocional excesivo y recurrente y/o quejas somáticas repetidas al anticipar el momento de la separación de los cuidadores o del alejamiento del hogar. La somatización o síntoma físico que se da en los niños con TAS deben alertar al clínico a no descartar a priori una enfermedad física contemporánea. Los niños con ansiedad excesiva se rehúsan a estar solos, temen dormir sin compañía y buscan dormir con sus padres. Son reacios a pernoctar fuera de casa y frecuentemente tienen pesadillas de ser abandonados. La negativa de asistir al colegio es un problema común en estos niños. En el colegio intentan llamar al hogar para chequear el paradero y el bienestar de sus padres o repetidamente van a la enfermería con alguna molestia, deseando ser enviados a su hogar y reencontrarse con su figura de apego.
Los niños con TAS son descritos como inseguros, rabiosos y con una necesidad constante de atención. Estas conductas frustran a los padres provocando en ocasiones resentimiento y conflicto que puede traspasarse al interior de la familia. Las manifestaciones del trastorno varían según la edad. Los niños más pequeños exteriorizan el temor más corporalmente y los mayores verbalizan la ansiedad o el temor a peligros potenciales (secuestro, robos, asaltos). Las quejas somáticas como dolor abdominal, cefalea, náuseas e incluso vómitos, pueden presentarse antes y durante la separación de la figura vinculada.
Etiología del tas
La interrelación de factores provenientes del temperamento, la neurobiología, el vínculo, el estilo parental y familiar es considerada en el desarrollo del TAS.
a. Temperamento
Se ha observado que los niños inhibidos y temerosos presentan un sistema autonómico con el tono simpático aumentado por lo que tendrían un mayor riesgo de desarrollar patología ansiosa, y un mayor riesgo de presentar trastornos ansiosos no sólo en la infancia sino que también en la adolescencia.
Apego y regulación de la ansiedad
La
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