Violencia De Genero
Enviado por marianaaycas • 20 de Noviembre de 2013 • 1.359 Palabras (6 Páginas) • 214 Visitas
2.4. Medios de comunicación, agentes educativos, interacciones y
violencia de género
Los medios de comunicación están contribuyendo a una socialización hacia
la violencia. Esto no se muestra únicamente en las películas sino también en
los videojuegos16, la publicidad, las series, etc. en los que se presenta a la mujer
deseada como la que responde al modelo ideal de feminidad contemporánea
y al hombre deseado como el que ostenta el poder a través de la violencia. Las
jóvenes también interiorizan valores violentos vinculados al modelo de masculinidad
hegemónica que después influyen en sus relaciones afectivas y sexuales.
Sin embargo, cuando se dan situaciones concretas de violencia de género, los
orígenes tienden a buscarse en algo biológico y por tanto, algo de lo que no nos
podemos responsabilizar.
Los agentes educativos y el papel del currículum abierto de los cursos escolares
forman parte de la socialización de las relaciones afectivas y sexuales. Son
muchas las iniciativas, programas y experiencias que fomentan la educación
no sexista pero aun así, con demasiada frecuencia podemos comprobar que
en los centros educativos se toleran prácticas que bien se podrían considerar
favorecedoras de que se den situaciones de violencia de género en el futuro. Por
ejemplo, si un alumno sube la falda a una compañera de clase no suele considerarse
como una agresión sino como cosas de niños. El currículum oculto, los
valores que transmitimos con actitudes como la que acabamos de exponer y los
gestos, las miradas o cómo son explicadas las cosas a través del lenguaje17 son
fundamentales en la socialización preventiva de la violencia de género.
En los procesos de socialización influyen notablemente las interacciones que
tienen las personas con las de su entorno inmediato. A través de ellas se pueden
fomentar o no relaciones igualitarias así como promover valores solidarios
o competitivos, entre otros18. Es especialmente significativa la relación que se
establece con el grupo de iguales, es decir, con el grupo de amigas, en el que
la solidaridad femenina tiene un papel central. El chico que sigue el modelo de
«mujeriego» es reforzado habitualmente en las conversaciones de las adolescentes
y por tanto, acaba resultando más atractivo para la mayoría de ellas19.
En definitiva, el hecho está ahí: la violencia de género es el resultado de un
proceso de socialización que desde nuestra cotidianeidad podemos fomentar,
corregir o prevenir.
3. NUEVOS PLANTEAMIENTOS FEMINISTAS
3.1. El papel del feminismo en la socialización preventiva contra la
violencia de género
Desde los años 70, han sido muchos los avances de las organizaciones feministas
para erradicar la violencia de género. Esta lucha ha llevado a una mayor
concienciación social sobre esta problemática y a que este tema aparezca en las
prioridades de las agendas políticas de muchos países, pasando de la negación
del problema a su visibilización y necesidad de intervención. Si nos centramos
en el tema de las relaciones afectivas y sexuales podemos destacar los siguientes
aspectos20:
Solidaridad o insolidaridad femenina
Encubrir las situaciones de violencia de género o culpabilizar a la víctima de
malos tratos son todavía hoy prácticas frecuentes no sólo en las propias familias
sino también en centros laborales, universidades o lugares de ocio, entre compañeros
de trabajo, padres o incluso entre las propias mujeres. Se ha avanzado
mucho en la denuncia de estas situaciones para que salgan a la luz pública pero
sigue imperando la «ley del silencio». El feminismo, entre sus objetivos, quiere
transformar en solidaridad femenina aquello que durante siglos se ha dicho so-
bre las relaciones entre amigas, madres e hijas o entre esposas y amantes (competencia,
envidia, etc.) y que ha desviado los debates sobre las desigualdades de
género, inculcando desde la infancia que no te puedes fiar de las amigas y que
mejor callar que posicionarse en contra de un hombre con poder.
Podemos afirmar que hasta que ninguna mujer esté libre de violencia de
género, la solidaridad femenina sigue siendo uno de los motores de cambio
del movimiento feminista, tal y como se defendió en la manifestación que la
Marcha Mundial de las Mujeres21 organizó en Marsella el 28 de mayo de 2005,
bajo el lema «Solidarité avec les femmes du monde entier»22. Esta idea no sólo
ha sido prioritaria en las organizaciones feministas transformadoras sino que
también está presente en otros movimientos progresistas que podríamos resumir
con la siguiente frase de Malcom:
«No importa cuánto respeto, no importa cuánto reconocimiento me tengan los
blancos. Hasta que no nos lo tengan
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