Carol Lastra

INTRODUCCION

Desde antes de la muerte de Cómodo el Imperio Romano se veía sumido en disputas y guerras intestinas. Septimio Severo reclamó el trono en el año 195, inaugurando la dinastía de los Severos, que duró cincuenta años tiempo en el cual fueros incapaces de resolver los problemas del imperio, por lo que incrementaron el poder de las legiones sobre el poder civil y como era predecible, en el 235 Severo Alejandro, el último de esa dinastía, fue asesinado por sus tropas. Esto sumió a Roma en una nueva crisis institucional, llegando a tener 15 emperadores en el siguiente medio siglo. Todos resultaron ser asesinados. El único que llevó un poco de paz entre tanta sangre derramada fue Aurelio, en un período que va del 270 al 275 dC. Diocleciano ascendió al trono en 284, y ante la necesidad de regular el caos intestinal que reinaba en el Imperio, creó la forma de gobierno conocida como Tetrarquía. La misma constaba de dos co-emperadores (Augustos), y debajo de ellos, dos vice-emperadores (Césares). Los Césares estaban sometidos a las órdenes de los Augustos, y los sucederían a su muerte. La tetrarquía no sobrevivió a la muerte de Diocleciano y nuevamente el caos y el descontento se hicieron presentes.

En el 324 dC. asciende al trono imperial Constantino que lleva a cabo dos importantísimos cambios: convierte al cristianismo en la religión oficial del Imperio y, ordenó construir una "nueva Roma" en la ciudad de Bizancio (actual Estambul) y la llamó Constantinopla. La ciudad provocó aún más la separación del imperio, y pasó a ser el centro administrativo e institucional del Imperio.

El Imperio de Oriente sobreviviría como Imperio Bizantino, ocupando el suroeste de Europa, el suroeste de Asia y el noroeste de África. Su primer Gran emperador fue Jutiniano (482 a 565), fue quien sentó las bases de su futuro imperio al establecer un fuerte sistema administrativo legal, su economía durante muchos siglos la más rica por la ventajosa ubicación geográfica de Constantinopla, la clave de su imperio fue la superioridad de su ejército. Justiniano reunió los códigos todas las constituciones promulgadas hasta ese momento y resumió en un digesto la jurisprudencia Romana que constituye la base del Derecho Civil Moderno. El Derecho Bizantino comprendía la legislación que rigió el bajo Imperio Romano, siendo el cristianismo un factor decisivo en su transformación ejerciendo gran repercusión en la legislación al introducir nuevos preceptos basados en la caridad, el amor y la virtud. No es hasta 1453, año en el que cae el Imperio Bizantino en poder de los turcos otomanos, casi mil años después de su hermano occidental.

CONCLUSION

La historia del Imperio Romano y su posterior división en dos imperios que comprendía el occidente y el oriente del territorio, producto de la crisis política y militar iniciada desde la muerte del emperador Cómodo, resulta de mucha importancia a la luz de los aportes significativos en el derecho civil moderno. Sin duda este contexto histórico jugó un papel importa para la configuración del Derecho Bizantino, a raíz de la desaparición del Imperio de occidente, y el surgimiento del Imperio de Oriente, dando paso a un proceso de trasformación y diversificación de la fuentes de producción e interpretación del derecho, lo que resulto en el desarrollo de obras importantes jurídicas como la sanción del Corpus Iuris Civilis, obra ciclópea que recopilaba el derecho vigente, lo coloca como el padre del derecho de numerosos estados europeos, sobre los que ejerció su influencia. Comprendía el Código, recopilación de leyes, el Digesto o Pandectas, recopilación de Iura, que eran las opiniones de juristas romanos, las Institutas, manual de Derecho destinada a estudiantes y las Novelas, con normas posteriores a la sanción

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