Dios Acompaña Al Hombre

DIOS ACOMPAÑA AL HOMBRE

La Biblia nos enseña que Dios ayuda al hombre a descubrir que su verdadera felicidad sólo se encuentra en Él.

Todo esto lo podemos leer en el Antiguo Testamento. Allí encontramos como fue la acción de Dios hacia su pueblo. Dios nunca abandona al hombre porque es su imagen y semejanza. Dios ha estado siempre al lado del hombre, sin embargo en un algún momento de la historia humana buscó y llamó a algunas personas para encargarles una misión especial: Abraham y Moisés.

Dios elige a Abraham

Hace unos cuatro mil años, existió un hombre justo y temeroso de Dios llamado Abraham. Tenía una vida cómoda y vivía tranquilo con su mujer, Sara, en una ciudad llamada Ur, en la región de Caldea.

Un día, Dios le pidió que abandone su casa y se fuera hacia una tierra que Él le mostraría. Le prometió que le haría cabeza de un gran pueblo y que le daría toda clase de bendiciones. Abraham fue el hombre elegido por Dios para una misión: fundar un pueblo en el cual Dios se manifestaría y en el cual nacería, dos mil años después Jesús, el Salvador.

Abraham hizo lo que Dios le ordenó. Llevó consigo a Sara, y a Lot, su sobrino, y salieron para dirigirse a la tierra de Canaán (Génesis 12,1-5)

Fue un largo viaje. Cuando se encontró en Canaán, “el Señor le dijo: mira el cielo; cuenta las estrellas si puedes. Y añadió: así será tu descendencia. Y Abraham creyó a Dios”(Génesis 15,5-6)

Después de un tiempo, Dios volvió a hablar con Abraham: “Yo haré contigo mi alianza y te multiplicaré grandemente. Cayó Abraham rostro en tierra, y siguió hablando Dios: He aquí mi pacto contigo: serás padre de una muchedumbre de pueblos. Desde hoy no te llamarás Abram, sino Abrahám, porque te tengo destinado por padre de muchas naciones”(Génesis 17,2-5) Y Dios y Abrahám fueron fieles a la alianza que realizaron.

Dios quiso probar la fe de Abrahán con una dura prueba: le pidió que ofreciera en sacrificio a su único hijo Isaac, que el mismo Dios le había dado de modo milagroso. Aquello parecía absurdo, mas aun así Abrahán obedeció.

En conclusión: Abrahán fue un hombre de mucha fe, por eso es considerado como un gran hombre de fe, el padre de todos los creyentes.

Dios llama a Moisés

El pueblo de Dios establecido en Egipto había crecido mucho y el Faraón reinante tuvo miedo de que siendo tan numeroso fueran un peligro para los egipcios. Decidió, por ello, esclavizarlos con trabajos forzados y evitar que creciera su población, para ello ordenó que todo niño varón fuera eliminado al nacer.

Una madre del pueblo de Israel, para liberar de la muerte a su hijo, lo escondió en una canasta y lo puso en el río para que la corriente se lo llevara.

La hija del Faraón

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