Eres Un Doncella
Enviado por janyximena • 26 de Mayo de 2014 • 3.248 Palabras (13 Páginas) • 656 Visitas
ERES UNA DONCELLA
¿Qué significa Doncella?
- Doncella en la biblia se refiere a mujeres jóvenes en edad de casarse, también se refiere a mujeres que no han conocido varón
- En la biblia Doncella y virgen son sinónimos
1.- El señor busca doncellas, que le agraden en pureza y santidad, en la biblia encontramos muchas mujeres que agradaron a Dios con su conducta (Maria, Noemí, rut, rebeca, ester, maria magdalena)
Las mujeres somos vaso frágil delante del Señor, el nos creo de manera especial, con un propósito especial para que seamos de gran estima delante del señor es necesario que analicemos nuestra vida y nos preguntemos si realmente me estoy comportando a la altura de una hija de Dios.
2.- las doncellas tienen características especiales:
Colosenses 4:5-6 Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.
1 Pedro 3:15 sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros
1 Tesalonicenses 4:11-12 y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.
Filipenses 2:14-15 Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo.
3.- Vamos a tomar 2 ejemplos de 2 doncellas, que hayaron gracia ante los ojos del rey.
Rebeca (esposa de Isaac) y Ester (esposa del rey asuero)
Genesis 24:1-28
3 y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; 4 sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac. 5 El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste? 6 Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá. 7 Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo. 8 Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo. 9 Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio. 10 Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor. 11 E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las doncellas por agua. 12 Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham. 13 He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua. 14 Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor. 15 Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca mujer de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro. 16 Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía. 17 Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro. 18 Ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber. 19 Y cuando acabó de darle de beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber. 20 Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos. 21 Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado su viaje, o no. 22 Y cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo,y dos brazaletes que pesaban diez, 23 y dijo: ¿De quién eres hija? Te ruego que me digas: ¿hay en casa de tu padre lugar donde posemos? 24 Y ella respondió: Soy hija de Betuel hijo de Milca, el cual ella dio a luz a Nacor. 25 Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar. 26 El hombre entonces se inclinó, y adoró a Jehová, 27 y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi amo. 28 Y la doncella corrió, e hizo saber en casa de su madre estas cosas.
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La juventud tiene sus modelos, sus íconos, sus patrones, a los cuales quieren imitar; sin embargo, esos modelos no son siempre lo que parecen ser. Las personas sin el conocimiento de Dios exaltan los valores de la belleza física, la inteligencia, las destrezas en los deportes, el arte, etc. Todas las cosas que acabamos de mencionar son buenas, tienen su valor, pero son de mucho más valor los valores morales y espirituales por dos razones: primero, porque la Biblia lo dice; segundo, porque la experiencia nos enseña que lo que perdura en un hogar son los valores cristianos.
Veamos, pues, cuales son esas enseñanzas que el pasaje nos enseña en cuanto a esa señorita llamada Rebeca y que viene a ser modelo para las señoritas de nuestros tiempos.
I. Su pureza. (V.16). "Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido..."
La Biblia exalta la pureza sexual. No importa cual sea la opinión de la sociedad, lo importante es que Dios en su Palabra nos dice que tiene valor la pureza no sólo por motivos espirituales, sino también por motivos sociales y psicológicos.
• La pureza es un mandamiento del Señor. La pureza no es sólo una exigencia para las hembras, sino también parta los varones. El apóstol Pablo le ordenó a su discípulo Timoteo: "Consérvate puro". (I Tim. 5:22).
• La pureza
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