La Hermeneutica
Enviado por 13059373 • 2 de Diciembre de 2012 • 662 Palabras (3 Páginas) • 245 Visitas
José de Arimatea, miembro noble del Concilio, que también esperaba el reino de Dios,
vino y entró OSADAMENTE a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. (Marcos 15:43)
José de Arimatea fue un discípulo de Cristo que esperaba el reino de Dios. Decididamente sin temores, o con ellos, se dio a conocer y obrando con osadía, con determinación, reclamó el cuerpo del Señor. A este hombre levantó Dios para su servicio. Pilato dio a José permiso para bajar el cuerpo, y hacer lo que le pareciera bien con él. Dios no abandonará a los que confían en Él, y lo invocan.
La palabra “osadía”, que significa atrevimiento, audacia o resolución, no es citada muy a menudo en la Biblia, pero la vemos reflejada en muchos pasajes.
Muchos, que no tienen a Cristo, viven y se desarrollan “osadamente”. Hay un aumento a nivel mundial de rebelión en contra de las autoridades constituidas; la criminalidad se manifiesta en una gama de variantes inimaginables. La negación a admitir los errores, las mentiras, la culpa y el endurecimiento de los corazones, llevan a estar cada vez más lejos del arrepentimiento y, menos aún, de la confesión.
Moneda corriente es ver hoy en TV, cine, videos etc. la proliferación del sexo, y todas sus desviaciones; el uso de las drogas; la concurrencia a los bailes en los boliches; la degradación; los homicidios, la propagación y legalización del aborto es buscado por los movimientos feministas; el homosexualismo, lesbianismo, travestismos cada vez es más natural, y “cuidado con discriminar”.
Todo esto y mucho más, ya no se hace de manera encubierta, sino se ha transformado en una forma de vida, animada y publicitadas como “moda”. Prolifera en una juventud que se identifica con los “ídolos humanos”, sobretodo de la música y el deporte. Presenciamos así un vacío de valores y total carencia de Dios en sus vidas, las que ellos viven osadamente, sin avergonzarse de sus vicios.
Edwin Louis Cole en su libro “Hombres fuertes en tiempos difíciles” dice: “Lo que el mundo no pueda controlar, lo discriminalizará y legalizará. Lo que la Iglesia no puede controlar, lo racionalizará y sicologizará. Lo que los hombres no pueden controlar lo desmoralizará y lo negociará”
Estamos viviendo los “últimos tiempos”, llamados “tiempos peligrosos”, es la advertencia de Pablo a Timoteo (2ª Timoteo 3:1).
El apóstol Pedro escribió: “Sabed ante todo que en los últimos días vendrán burladores, andando según sus propias pasiones y diciendo: "¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación". Estos ignoran voluntariamente que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces
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