Via Crucis 2019

AMBIENTACIÓN

G.- En, viernes Santo, celebramos la Pasión y Muerte de JESUS; recordaremos de una manera viva sus sufrimientos terrenales; pero debemos ponernos a pensar que el verdadero dolor de Dios nuestro Padre y de JESUS, su Hijo, está en nuestros hermanos que sufren injusticias y daño; en nuestros niños que cada vez están más expuestos al mal y no solo de extraños, sino también de su propia familia y en la escuela con el Bullling, niños que lastiman a otros niños a veces por desquitarse de alguna manera de lo malo que le hacen a ellos; un circulo vicioso que se repetirá infinitamente a menos que cambiemos de pensamiento y eso solo se logra con la reflexión y el amor.

        La maldad está en todos lados y el día de hoy al acompañar la escenificación del camino de dolor de JESUS hacia el Monte Calvario a ser crucificado por nuestros pecados; reflexionemos y pidamos por todos aquellos que hacen el mal para que el arrepentimiento llegue a sus corazones y así puedan ser perdonados por sus faltas.

Participemos con nuestros cantos y aclamaciones y no deteniéndonos en los errores que se cometan por los jóvenes que harán la representación que hoy vamos a presenciar, sino reviviendo en nuestro corazón lo que hoy recordamos con esta escenificación.

DESPUES DE CADA ESTACION:

NARRADOR: Te adoramos Cristo y te bendecimos

TODOS: Porque por tu Santa cruz redimiste al mundo

Rezar, un Padre Nuestro y un Ave María.

1.- ORACIÓN EN EL HUERTO DE GETSEMANI

NARRADOR.-  Jesús pasó con sus discípulos al otro lado del torrente del Cedrón. Ahí había un huerto, un lugar llamado “Getsemaní” o “El Huerto de los Olivos” donde entró con sus discípulos - Pedro, Santiago y Juan - comenzó a sentir temor y angustiad. Entonces les dijo:

JESUS.- Siento en mi alma una tristeza de muerte. – Mostrando tristeza y dolor - Quédense aquí velando y oren, para no caer en tentación.

NARRADOR: Luego se alejó de ellos como a la distancia de un tiro de piedra y cayó en tierra, con su cara casi tocando el piso con la frente y decía:

JESUS.-  ¡Padre! – Mirando primero al cielo y luego volviendo a bajar la cabeza –

Para ti todo es posible; aparta de mí esta copa. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.

NARRADOR.-  Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. Después de orar se levantó, fue hacia donde estaban los discípulos y los halló durmiendo, vencidos por la tristeza. Les dijo:

JESUS.- ¡Pedro! ¿Es posible que no hayas podido velar ni una hora conmigo?, permanezcan despiertos y oren, para que no caigan en tentación, porque el espíritu es animoso pero la carne es débil.

NARRADOR: Se alejo una segunda vez, repitiendo la misma oración… - OJO:  Jesús no regresa solo es narración - Volviendo al cabo de una hora y encontrando dormidos a sus discípulos, porque sus ojos se cerraban por el sueño. Dejándolos ahí se retiró una tercera vez y volvió a su encuentro y les dijo:

JESUS: Ya pueden descansar, porque ya llego la hora en la que el hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores. Levántense que ya está aquí aquel que me va a entregar.

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NARRADOR.- - Un poco más alejado del huerto - Judas, el traidor, conocía también este lugar porque JESUS se había reunido muchas veces allí con sus discípulos, el traidor les había dado una seña:

JUDAS: -Hablándoles a los soldados-  ¡Aquel a quien yo bese ese es¡ ¡Aprésenlo y llévenlo con seguridad!

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2.- JESUS ES ARRESTADO

NARRADOR.- El traidor llevó pues, consigo soldados del batallón y policías mandados por los jefes de los sacerdotes y los fariseos, llegaron con linternas, antorchas y armas:

JUDAS: ¡Buenas Noches Maestro! - Lo besa en la mejilla -

JESUS: Es así JUDAS, ¿Que con un beso entregas al hijo del hombre? – Judas al oír esto mira a Jesús con temor, cae a tierra y  luego escapa entre la multitud que lo acompañaba –

NARRADOR.- Jesús se adelantó y preguntó

JESUS: ¿A quién buscan? – Mirando a los soldados –

SOLDADO 1: ¡A Jesús de Nazaret!

JESUS: ¡Soy yo! - hace una pausa – Pues si me buscan a mí, ¡Dejen ir a estos!                          – Señalando a los discípulos –

NARRADOR.- Con lo que se cumplió lo que Él mismo había dicho; volvió a verlos y les dijo:

JESUS.- Salieron a arrestarme con espadas y palos, como a un ladrón. Sin embargo, Yo me sentaba diariamente entre ustedes en el templo para enseñar y no me arrestaron. Pero todo esto ha pasado para que se cumpla lo escrito por los profetas.

NARRADOR: Dicho esto se apresuraron sobre él pata apresarlo.  Pedro, uno de los que estaba con él tenía una espada, se acercó a él y le dijo:

PEDRO.- Señor ¿sacamos la espada? – Desenvainando la espada; en el mismo momento que habla - Cortando la oreja a uno de los soldados -

JESUS.- Coloca tu espada en su lugar, que no sabes que quien vive por la espada; a espada perecerá. -Tocando la oreja del soldado-

        OJO: El soldado se aleja después de esto 

NARRADOR.- La tropa, con su jefe y los policías enviados por los judíos, se apoderaron de JESUS, entonces los discípulos lo abandonaron y huyeron; le amarraron las manos y lo llevaron primero donde Anas, porque éste era suegro de Caifás, jefe de los sacerdotes

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3.- JESUS ANTE CAIFÁS Y LA NEGACION DE PEDRO

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