Via Crucis
Enviado por lebrom • 17 de Abril de 2014 • 3.354 Palabras (14 Páginas) • 453 Visitas
PASIÓN Y VIA CRUCIS DEL SEÑOR
Lo que aquí presentamos no es propiamente el Via Crucis tradicional, sino un ejemplo de unión entre la celebración popular de dicho Via Crucis y la lectura bíblica de la Pasión o celebración litúrgica en este día que puede servir para donde hay la autorización conveniente o para la celebración presidida por un laico.
Para el diálogo o grabación debe tenerse en cuenta que las letras tienen el siguiente significado:
“G” Guía o animador; “M” sacerdote o ministro; “A” grupo de varios personajes, ejm.: sacerdotes, soldados, etc,; “D” grupo de varios apóstoles; “E” un apóstol: “F” mujeres; “B” personaje variado, ejm.: Pilato, soldado…; “C” personaje variado cuando hay que distinguirlo de “B”; “V” voz que alude a una cita anterior, no dicha en ese momento; “J” Jesús.
AMBIENTACIÓN
G.- Hoy, Viernes Santo, celebramos la Pasión y Muerte de Jesús recordaremos de una manera viva sus sufrimientos pero pensando que el verdadero sufrimiento de nuestro Padre Dios y de Jesús, su Hijo, está en nuestros hermanos que sufren, principalmente en los que sufren inocentemente.
Participemos con nuestros cantos y aclamaciones y no deteniéndonos tanto en los que van a hacer alguna representación, sino reviviendo en nuestro corazón lo que hoy recordamos.
1.- ORACIÓN EN EL HUERTO DE GETSEMANI
N.- (Jn 18, 1) Jesús pasó con sus discípulos al otro lado del barranco del torrente Cedrón. Ahí había un huerto donde entró con sus discípulos y dijo:
J.- (Lc 14, 32-34) Siéntense aquí mientras yo voy a orar.
N.- se llevó con Él a Pedro, Santiago y Juan y comenzó a sentir temor y angustia. Entonces les dijo:
J.- Siento en mi alma una tristeza mortal. Quédense aquí y permanezcan despiertos.
N.- Jesús se adelantó un poco y cayó en tierra, suplicando que si era posible no tuviera que pasar por aquella hora. Y decía:
J.- ¡Abba! ¡Padre! Para ti todo es posible; aparta de mí esta copa. Pero no, no se haga lo que yo quiero, sino lo que Tú quieras.
N.- (Lc 22,45-46) Después de orar se levantó y fue hacia donde estaban los discípulos y los halló durmiendo, vencidos por la tristeza. Les dijo:
J.- ¿Cómo pueden estar durmiendo? Levántense y oren para que no los venza la prueba.
Oración de inicio del Sacerdote o ministro (M)
G.- El Sacerdote (ministro) se postra en tierra en oración para pedir por su puebla para que tenga fuerza para seguir a Cristo con su Cruz. Unámonos a su oración arrodillándonos o inclinándonos profundamente.
M.- ( el sacerdote o ministro se pone de pie y dice:) Señor, Dios nuestro, nosotros sabemos que Tú nos amas sin medida porque has entregado a tu Hijo a la muerte para salvar a los hombres.
Muéstranos hoy todavía tu amor: nosotros queremos seguir a Cristo que camina libremente hacia la muerte, danos la fuerza que Tú le diste a Él y santifícanos por el misterio de su Pascua. Te lo pedimos por el mismo Cristo, nuestro Señor. T.- Amén.
2.- PRENDIMIENTO DE JESÚS
N.- Judas, el traidor, conocía también este lugar porque Jesús se había reunido muchas veces allí con sus discípulos. Llevó pues, consigo soldados del batallón y policías mandados por los jefes de los sacerdotes y los fariseos, y llegaron con linternas, antorchas y armas (Jn 8, 2-3)
Los discípulos comprendieron lo que iba a pasar y preguntaron a Jesús.
D.- Señor ¿sacamos la espada? (Lc 22,49)
N.- Simón Pedro tenía una espada, la sacó e hirió a Malco, siervo del jefe de los sacerdotes, cortándole la oreja derecha.
Jesús dijo a Pedro:
J.- Coloca tu espada en su lugar, ¿acaso no beberé la copa que mi Padre me da a beber?
N.- Jesús se adelantó y preguntó
J.- ¿A quién buscan?
N.- Contestaron:
A.- A Jesús de Nazaret
N.- Jesús contestó:
J.- Yo soy
N.- Al oírlo, retrocedieron y cayeron al suelo. Jesús les preguntó de nuevo:
J.- ¿A quién buscan?
N.- Dijeron:
A.- A Jesús de Nazaret
N.- Jesús respondió:
J.- Ya les he dicho que soy Yo. Si me buscan a Mí, dejen irse a estos.
N.- Con lo que se cumplió lo que Él mismo había dicho:
V.- No he perdido a ninguno de los que Tú me has dado (Jn 18, 4-9)
N.- Jesús les dijo:
J.- Salieron a arrestarme con espadas y palos, como a un ladrón. Sin embargo, Yo me sentaba diariamente entre ustedes en el templo para enseñar y no me arrestaron. Pero todo esto ha pasado para que se cumpla lo escrito por los profetas.
N.- Entonces los discípulos lo abandonaron y huyeron (Mt 26 55-56). La tropa, con su jefe y los policías enviados por los judíos, se apoderaron de Jesús, le amarraron las manos y lo llevaron primero donde Anás, porque éste era suegro de Caifás, jefe de los sacerdotes (Jn 18,12).
M.- (oremos) Señor Jesús: gracias porque, aunque podías escaparte de tus perseguidores como lo habías hecho otras veces, sin embargo, finalmente, te dejaste apresar para que nosotros no tuviéramos miedo a las muerte o a la persecución por hacer el bien o por luchar a favor de la libertad o de la justicia en nuestra Patria. Si a Ti te apresaron y atormentaron, nosotros debemos estar dispuestos a lo mismo.
Ayúdanos, Señor, ¡ Que el miedo nunca nos acobarde a nosotros que nos llamamos cristianos, seguidores tuyos!.
3.- JESÚS ANTE ANÁS Y CAIFÁS
N.- (Mc 14, 53) Llevaron a Jesús ante el jefe de los sacerdotes, y se reunieron allí todos: jefes de los sacerdotes, autoridades judías y maestros de la Ley.
(Jn.18,17-18) El jefe de los sacerdotes pregunto a Jesús acerca de sus discípulos y de su
enseñanza, a lo que Jesús contestó.
J.-Yo he hablado abiertamente al mundo. He enseñado en la casa de Oración y en el templo, en los lugares donde se reúnen todos los Judíos. No he hablado nada en secreto.
¿ por qué me preguntas a mí? Pregúntales a los que me han escuchado .ellos saben lo que yo he enseñado.
N.- Al oír esto, uno de los policías que estaban allí, dio a Jesús una bofetada en la cara diciendo:
B.- ¿Es esa la manera de contestar al jefe de los sacerdotes?
N.- Jesús contestó
J.- Si he hablado mal, muéstrame en qué, pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas? (Mt 26,63b-68)
N.- Entonces el jefe de los sacerdotes le dijo:
C.- Yo te ordeno de parte del verdadero Dios que nos digas si Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.
N.- Jesús respondió:
J.- Así es tal como acabas de decir; Yo les anuncio además que a partir de hoy ustedes verán al Hijo de Hombre sentado a la derecha de Dios
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